Los pedales son una parte fundamental de la bicicleta y del corredor ya que, sin ellos, muy malamente nos íbamos a poder dar leña. Mediante los pedales transmitimos la fuerza que necesitamos para mover la bicicleta.
Para el uso de bicicletas de carretera se suelen utilizar los pedales automáticos, y son cada vez más las bicicletas de Mountain Bike que llevan este tipo de pedales, pero, si llevamos los famosos calapiés o los automáticos, necesitaremos unas “zapas” especiales que están diseñadas para evitar que el pie se mueva en el pedal. ¿La razón' Con ese movimiento, el “dueño” de la bici se podría distraer. ¿Cómo se sabe si el pie está bien pesto? Es muy sencillo: sólo tendremos que mirar si el pie está perpendicular al eje del pedal, ya que así se reduce el riesgo de problemas en las rodilla (por ejemplo, la tendinitis). En la mayoría de los casos existe el llamado “juego del pedal”. ¿A qué llamamos “juego de pedal”? Pues se llama “juego de pedal” a los sistemas que permiten cierta movilidad rotacional de la zapatilla mientras vamos pedaleando. Por lo general, no suele presentar molestias a la hora de dar pedales, pero, repito, por lo general. ¿Cuáles son los más eficaces? Los sistemas sin juego. Sin embargo, necesitan un ajuste de gran precisión. El pie debe ir siempre el línea recta, pero nunca debemos obligarlo. En este caso, puede que, antes de poner pedales automáticos, podemos utilizar calapiés o punteras. Yo recomiendo las punteras. ¿La razón? Son “herramientas” que nos permiten ir colocando el pie bien poco a poco, hasta que sabemos ponerlo bien sin necesidad de ayuda. Yo creo que ese es el momento de poner automáticos.
Cuando se coloca el pie demasiado hacia delante notaremos que podemos desarrollar maor potencia, pero, en cambio, limitaremos el juego del tobillo; esto reduce la eficiencia del pedaleo. Una posición ligeramente adelantada puede ser adecuada para los ciclistas o cicloturistas que pedalean lentamente, los que tienen unos pies muy grandes o los que tienen dolores en las pantorrillas o en el famoso tendón de Aquiles.
Una posición demasiado retrasada no es bueno, ya que el golpe de pedal se vuele miy flexible, pero la potencia se suele reducir de una forma considerable. A los ciclistas que llevan altas cadencias (los escaladores como Alberto Contador, por ejemplo) o los que tienen los “pinrreles” muy pequeños suele ser mejor llevar la posición ligeramente retrasada.
¿Cómo ajustar las fijaciones de las zapatillas?
Las fijaciones de nuestras zapatillas deben estar bien ajustadas y apretadas antes de comenzar nuesta salida. ¿Qué es lo que pasa si no esta debidamente ajustada? Pues que sería posible que nuestro pie se soltara. Hay que engrasar los tornillos, poner las fijaciones en línea recta en las zapatillas y apretarlas firmemente. ¿Cuál será la tensión para ajustar los sistemas de retención de las fijaciones de sendas zapatillas? Pues deber ser la tensión mínima, pero sólo en algunos modelos. Tendremos que apoyarnos en cualquier pared, pedalear hacia atrás y estudiar la posición de nuestros pies. ¿Por qué? Puede que tengamos que ajustar nostros la posición de las fijaciones. Puede que también la altura del sillín necesite algún que otro cambio, ya que los pedales y las zapatillas pueden tener diferentes alturas.
Para poder sentirnos cómodos con el sistema, tendremos que practicar la colocación y la liberación de los pies. A continuación, lo ideal sería cogernos la bici y marcharnos a un tramo de hacer, plano, sin cuestas y, además, plano. Así, podremos experimentar y ganar confianza. Aún así, tendremos que hacer algunos ajustes. Lo ideal sería que ambos pedales permitieran el mismo juego en ambas direcciones para que el pie se pudiera colocar sin problemas en su posición natural (esto en negrita lo he puesto tal cual aparece en el libro “Bicicleta de Carreras”, de Steve Thomas, Ben Searle y Dave Smith). Para acabar, tendremos que comprobar que las fijaciones estén bien apretadas y, además, la tensión del pedal ajuste bien, ya que habrá que conseguir la acción positiva deseada.