Hace mucho que no publico ningún post sobre la geoingeniería pese a que uno de ellos es el más comentado del blog. Un lector, Óscar Escobar, se toma la molestia de vez en cuando de repasar lo que se va publicando al respecto de esta ciencia un tanto amenazante. Hoy me informa de que la Universidad de Oxford, ha creado una librería digital relacionada con este tema. Está en inglés y contiene mucha información reciente, desde artículos de prensa hasta estudios científicos.
Lo importante es que ofrecen continuar su actualización, mantenerla al día y que está al alcance de todos. Ojalá que pronto alguna institución educativa de habla hispana pueda ofrecer algo similar. Creo que es un buen paso y ahora “sólo” establecer un debate real, honesto y bien informado sobre las tecnologías que están aplicándose para combatir el cambio climático regulando el clima al gusto humano, una locura.
Para los profanos, extracto de un artículo titulado Los peligros de la geoingeniería, escrito por Alan Robock, profesor de climatología en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey (Estados Unidos):
“Existen, en resumidas cuentas, ejemplos suficientes para que muchos científicos y gran parte de la opinión pública, cada vez más concienciada de los problemas ambientales, sean reticentes a la intervención en el clima mediante técnicas de geoingeniería. Resulta demasiado arriesgado jugar a ‘prueba y error’ a la escala que propone la geoingeniería; la factura a pagar puede ser también de grandes dimensiones.
Por otro lado, la aplicación de muchas de las tecnologías de geoingeniería implica una gran inversión de recursos económicos y energéticos y el desarrollo de infraestructuras a gran escala, que podrían agravar problemas ambientales. La huella ecológica o el impacto global que supone el desarrollo de esa tecnología per se, es previsible e incluso cuantificable, mientras que su posible beneficio positivo y compensatorio es mucho mas difícil de validar y prever. El desarrollo de la geoingeniería y de nuevas tecnologías industriales, puede acabar contribuyendo a empeorar el problema que intentan solucionar. Es la pescadilla que se muerde la cola”.