Jueves 1 de marzo. Los pensionistas se concentran frente al Ministerio de Hacienda contra la “ridícula subida de las pensiones”, aprobada por el gobierno. En esta ocasión estaba invitado todo el que quisiera ir a cantarle las cuarenta a Montoro, y aseguraron que no van a dar tregua hasta tumbar la ridícula subida del 0.25%, ya que aseguran, llevan años de pérdida de poder adquisitivo.
Entre sus gritos de protesta se podían escuchar frases como:
“Mas justicia y menos avaricia“, “Gobierno dimisión“, “Gobierno ladrón nos roba la pensión”, “prensa libertad”, “menos ladrones, mas pensiones”, “manos arriba, esto es un atraco”, “hoy es la nuestra, mañana la vuestra”, “aquí estamos, nosotros no nos vamos”…
Aseguraban que “Quienes dependemos de una pensión o estamos ya jubilados no tenemos centro de trabajo ni instrumentos como la huelga para defender nuestros derechos. La única manera de manifestar nuestra protesta, nuestra indignación, nuestro rechazo a las agresiones que estamos sufriendo es tomar la calle. Una vez, y otra, y otra, las que hagan falta, hasta que nos escuchen y rectifiquemos unas políticas que condenan a las privaciones y a la pobreza a millones de personas que no estamos ya en el mercado laboral, pero que hemos trabajado durante muchos años para levantar el país, traer la democracia y garantizar un futuro digno a las siguientes generaciones”, mientras invitaban a los vecinos más jóvenes a participar.
Una gran lección que nos vuelven a dar nuestros mayores, que son unos de los que más pecho están sacando en esta crisis que está sufriendo éste nuestro país. Abuelos que en muchos casos con sus míseras pensiones, mantienen sus casas, las de sus hijos, se encargan de sus nietos, y a pesar de llevar trabajando desde que eran pequeños, les siguen quedando fuerzas para tirarse a la calle y seguir luchando por sus derechos y los de todos nosotros.
Esperemos que esto sirva para un país que vive anestesiado y callado, que sufre recortes y más recortes mientras el nivel de vida sigue subiendo, se rescatan bancos, autopistas… mientras el pueblo no tiene para comer, nos intentan convencer de que tenemos que apretarnos el cinturón, mientras otros se tienen que quitar el botón del pantalón porque ya no les cierra… Ojalá esto sirva para despertar al resto de la nación, y que entiendan que tienen que luchar contra lo que no es justo, que tenemos que enseñar a los que están arriba que miren más por el ciudadano de a pie, porque somos los que sostenemos el pedestal en el que están subidos, no sólo los pensionistas, también los trabajadores que cada vez cobran menos y tienen menos derechos, y muchas cosas más, ya que como bien gritan nuestros mayores el pueblo unido jamás será vencido.