La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en declaraciones a ABC, ha calificado de «nazismo puro» los escraches de los que están siendo objeto diversos miembros de su partido y aseguró que responden a un «espíritu totalitario y sectario» que recuerda a la España de los años 30.
Podría tener razón Cospedal si el "escrache" fuera un fenómeno aislado y no la respuesta de una sociedad ante el abuso, la corrupción y la indecencia del poder político, que lleva muchas décadas engañando, explotando, destruyendo la nación y causando a los ciudadanos, desde la arrogancia y la corrupción, daños terribles. Es ley universal que cuando los ciudadanos se sienten mal gobernados y víctimas de la injusticia y el abuso, tienen derecho a rebelarse y a expresar, de manera pacífica pero contundente, su protesta ante sus verdugos.
La Cospedal debería ser consciente de que los ciudadanos desprecian a los políticos en España y gritan en sus puertas porque están indignados y cabreados, porque son conscientes de que el manejo inmoral de los fondos públicos ha llevado al país a la ruina. También debería reflexionar sobre quien es mas nazi si el que se manifiesta en las calles y en las puertas de los hogares contra el abuso del poder o un poder que esquilma, saquea, engaña, arruina y gobierna de manera injusta y dañina.
Los políticos que padecen los gritos ciudadanos son los que han permitido el saqueo o saqueado directamente las cajas de ahorro y han estafado a cientos de miles de ciudadanos con el engaño de las participaciones preferentes, mientras apoyaban a los bancos en su brutal política de desahucios, basada en leyes que la Justicia Europea ha declarado injustas. Hay gente que se ha suicidado y que se ha quemado a lo bonzo agobiado por la injusticia que emana del poder de los políticos.
El manejo inmoral de los fondos públicos ha llevado al país a la ruina. Han saqueado las cajas de ahorro y han estafado a cientos de miles de ciudadanos con el engaño de las participaciones preferentes, mientras apoyaban a los bancos en su brutal política de desahucios, basada en leyes que la Justicia Europea ha declarado injustas. Han dejado seco al país y ese comportamiento ha sido el elemento principal para que España esté en bancarrota, con miles de familias pasando hambre, niños que no pueden comer en el colegio porque sus padres no pueden pagar el comedor, ciudadanos que han sido desahuciados y que mueren en la calle, como el caso de un chico de Teruel que murió de frío en su caseta de 4 m2 porque lo habían desahuciado al quedarse en paro, gente que se suicida, etc.....
Es cierto que no todos los políticos son indecentes, pero el gran drama de España es que los que no lo son guardan silencio y continúan al lado de los canallas, dentro de los partidos políticos, sin denunciarlos, lo que les convierte también en cómplices miserables. Estos inmorales que generan dolor e injusticia se encubren y se esconden tras el partido y la ideología para pervertir el orden de las cosas y decir que lo que hacemos los ciudadanos son maniobras de intimidación parecida a las de los criminales nazis. Pero, en honor a la verdad, hay que afirmar que los que es verdaderamente nazi es invertir el orden moral para que las victimas, después de haber sido saqueadas, engañadas, desahuciadas y convertidas en cadáveres vivientes, tengan que sentirse culpables por protestar contra los responsables del drama. El auténtico discurso nazi es hacer aparecer a las victimas como culpables y a los verdugos como inocentes.