Teresa tiene que cambiar sus planes porque su madre la necesita. Un verano como hace tiempo, las dos solas.
Celia Rico nos propone mirarnos a través de estos personajes. Una madre y una hija que viven sus vidas en soledad deben pasar un tiempo juntas. La hija debe cuidar a la madre en la casa de esta última. Los reclamos, las condiciones de qué hacer y cómo hacerlo, sus comentarios sobre su vida, son algunas de las cosas que tendrá que aceptar Teresa.
Y lo mismo la madre. Aceptar que se va haciendo mayor, que necesita ayuda, que quizá esa soledad buscada ya no sirve...
Dos mujeres que María Vázquez y Adriana Ozores reflejan con una interpretación sencilla y natural que resulta muy muy honesta.
Una película con sombras que sin embargo está llena de luz. Y donde también planea como, quizá, damos más importancia a las cosas que no podemos hacer que las que sí hacemos, aunque nos parezcan más pequeñas.
Una historia llena de emociones, sentimientos y verdad sobre las relaciones maternofiliales con dos magníficas actrices.