Detección precoz del cáncer de ovarios
Al ver los ojos atentos y cola entusiasta de Tsunami resulta difícil imaginar el talento que esconde esta perra tras su simpatía. Los investigadores de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, dicen que la ovejera identifica el olor del cáncer de ovarios en un pañuelo de papel con una efectividad de más del 90%. Esto abre una nueva ventana para una enfermedad que no tiene una prueba efectiva de detección temprana y es el responsable de más muertes que cualquier otro cáncer del sistema reproductor femenino, según la American Cancer Society.
Con 220 millones de células olfativas, muy superior a los 50 millones que tienen los humanos, los perros han ayudado desde siempre en las búsquedas y misiones de rescate. Ahora, una creciente cantidad de investigaciones prueban su posible uso médico.
El estudio más extenso en perros que huelen cáncer encontró que también pueden detectar el de próstata al olfatear muestras de orina. Esta investigación, realizada por el especialista en urología del Instituto Clínico Humanitas en Milán, Gian Luigi Taverna, tomó muestras de 320 hombres con cáncer de próstata y 357 sanos, la cuales fueron evaluadas por dos perros. Uno de ellos, detectó casi un 100% de las muestras con cáncer, mientras que el otro tuvo porcentajes un poco menores pero igualmente elevados. Según reportó el equipo a la Asociación Americana de Urología, entre ambos, el promedio de éxito fue 98%.
“Nuestro estudio demuestra que, en un futuro, los perros pueden representar una oportunidad clínica real si son usados junto con herramientas comunes de diagnóstico”, dijo Taverna. Y agregó: “Nuestro método estandarizado se puede reproducir, es de bajo costo y no invasivo tanto para los pacientes como los perros”.
Otros estudios más pequeños han demostrado que los perros pueden oler un gran rango de enfermedades. Sin embargo, su uso a gran escala es mirado con escepticismo. Las interrogantes son muchas: ¿qué raza de perro es mejor?, ¿cómo sistematizar su uso?, ¿cuál es la viabilidad financiera de un sistema así? Por eso, muchas de las investigaciones actuales en este campo buscan imitar la habilidad de los perros para oler enfermedades creando una máquina o un test químico.
Cuando los perros olfatean en busca de cáncer, están detectando químicos emitidos por el tumor. Estos químicos son conocidos como compuestos orgánicos volátiles o VOC, por su sigla en inglés. Los VOC han sido encontrados en pacientes con cáncer de pulmón y colon, así como en la orina de los pacientes con cáncer de próstata. Los descubrimientos más recientes han aumentado el interés en perros que detectan cáncer y en los dispositivos que emulan su exquisito sistema olfativo.
Rumbo a la habilitación
Dina Zaphiris es una entrenadora de perros con una reconocida trayectoria de 25 años en Estados Unidos. Es la fundadora de la organización sin fines de lucro Situ Foundation, la cual entrena canes que detectan cáncer con el olfato y realiza investigaciones en el campo. Actualmente aguarda la aprobación de la Agencia Estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) de un kit médico de detección de aromas para perros.
En su sistema, los pacientes exhalan a través de un tubo a una especie de tela que captura VOC. Los perros entrenados olfatean luego esa tela para encontrar signos de células malignas. Estos resultados serían un “test temprano de advertencia”, explicó Zaphiris. Por ejemplo, se podrían usar para verificar los resultados de una mamografía antes de hacer una biopsia. Lleva alrededor de seis semanas entrenar a un perro para un estudio de estos.
“Deberían ver la cantidad de correos electrónicos que recibo diciendo: ‘Tengo una mamografía con resultados poco claros y no sé si quiero una biopsia, ¿pueden los perros analizar mi muestra?’”, contó Zaphiris.
¿Perros o tecnología?
Tsunami, la pastor alemán que recibió su nombre por su tendencia a acercarse a las personas con entusiasmo, ha tenido un particular éxito en su entrenamiento, explicó Cindy Otto, directora del centro de trabajo con perros de la Universidad de Pensilvania. Es que, cuando ella está trabajando para detectar el cáncer de ovarios, se transforma en una tranquila y concentrada profesional.
Trabaja muy lento, caminando en círculo alrededor de una rueda que contiene las muestras de sangre. Huele, se para y piensa, explicó Otto. Cuando identifica aquellas con cáncer, se sienta: esa es la señal. “Es muy seria con respecto a su trabajo”, dijo Otto.
Sin embargo, Otto piensa que el trabajo con perros no es práctico. “El desafío son los costos”, indicó. Si se trata de evaluar las muestras de cada mujer entre los 25 y 90 años son demasiadas muestras para estos animales.
Para Zaphiris, en cambio, los perros tienen un alto nivel de efectividad que las máquinas aún no han alcanzado. Por eso, busca crear un centro donde la gente pueda consultar a sus especialistas cuadrúpedos mientras la ciencia intenta inventar una nariz electrónica tan efectiva como la suya natural.
Fuente:Cromo