Estoy de vacaciones. Eso tampoco vendría a tener mas interés, pero es que el tiempo libre a mi me incita a ver mas televison de lo habitual, que ya es decir. Esta tarde después de estar jugando un rato a la Wii, he visto Sálvame un rato mientras merendaba. Por que , no me voy a engañar, suelo verlo de vez en cuando o como poco lo pongo así, de fono mientras hago cosas. En fin, nada sorprendente después de haber vivido una Semana Sálvame.
La cuestión es que hoy he visto, una vez mas algo que me ha indignado, y una razón mas para ponerse de parte de esos que odian este tipo de programas.
Por extraño que parezca esto tiene que ver con Carlos Bardem y unas declaraciones que hizo en la entrega de premios de la Unión de Actores. Al parecer a la “inteligente” reportera de prensa de turno encargada de cubrir el evento para alguna agencia, se le ocurrió pedirle su opinión sobre la salida del armario de Ricky Martin (que no por poco sorprendente es menos importante). El actor no ha entendido por que le preguntaba tal cosa y le ha dicho a la reportera que se buscase un trabajo mejor, como traficante de armas o algo si.
Reconozco que la comparación no es acertada, y que desde luego los traficantes de armas son peores que la prensa del corazón, pero tampoco están tan lejos unos de otros. Sea como sea, lo que mas me ha indignado es como le han contestado desde Sálvame. Mila Ximenez se ha puesto a insultar al actor como si este le hubiese pegado, metiéndose incluso con su madre y su hermano, e incluso llegando a decir que ellos (la prensa del corazón) son los que los han hecho famosos a los otros.
Esto es muy patético. Se que dije que Sálvame estaba bien como entretenimiento, y lo esta, pero deberían saber bien cual es su lugar en el mundo. A esta gente se le da un poco de cuerda y acaban creyendo que son lideres creadores de opinión o algo por el estilo, cuando la mayoría no son nadie, se limitan a hablar de los demás y ni siquiera son periodistas. Suele pasar muchas veces, que el interés por el trabajo de unos (los actores) es entendido por los otros (periodistas del corazón) como un permiso para hablar de su vida privada y hurgar en sus miserias. Si se queda en su parcela de tertuliana cabreada puede resultar incluso divertida, pero Mila Ximenez no es nadie para insultar a nadie, menos cuando este nadie solo se ha dedicado a su trabajo y nunca a salir en la prensa del corazón.
No me gusta que esta gente tenga (o crea tener) esa clase de poder, por que luego Belén Esteban acaba diciendo tonterías como que votara al PP en las próximas elecciones y habrá gente que también lo hará solo por ese motivo. Eso si me pone los pelos como escarpias.