El Problema
En algunas ocasiones, durante nuestra aventura de gestar la que consideramos la obra maestra del siglo, nos encontramos con personajes que distan mucho de la idea con que fueron concebidos.
Aquel antagonista que se encargará de hacerle la vida imposible a nuestro protagonista no pasa de ser un cliché horroroso y desaliñado, sin pasado ni futuro. Gestado desde el vientre única y exclusivamente para hacer el mal. Sin sentimientos ni personalidad definida. Toda una marioneta de nuestra pluma que aparece, justo cuando todo está perdido para el héroe, versando interesantes, pero inútiles monólogos, de como gobernará al mundo. ¿Qué hay de sus virtudes, defectos y hasta de sus gustos? ¿Por qué nuestro protagonista no enamora y al lector le da igual su trágico destino? ¿Por qué no lloran desconsolados como cuando leyeron la Boda Roja?
Bodas de Castamere
En esos momentos de angustia acudimos a nuestras notas sobre Cómo crear personajes literarios y nos arrepentimos de los pesos invertidos en aquel cursito online.¿Personajes planos? ¿Personajes redondos? ¿Acaso la geometría no va conmigo?¿Cómo diantres, Gabriel García Márquez logró hacer que sus Aurelianos y José Arcadios quedarán sonando en nuestra mente, a pesar de que un principio nos tocó llevar un árbol genealógico para saber quién era quién?
La solución
La respuesta, como todas las que uno lee pero luego es casi imposible llevar a la práctica, es la inspiración. Se inspiraron en personajes con quienes se toparon alguna vez o marcaron su existir.A continuación veremos algunos de esos personajes literarios, que, gracias a personas de carne y hueso, quedarán para siempre en la historia.
1. Hanníbal Lecter
“El doctor Salazar era un hombre pequeño, ágil y con el pelo de color rojo oscuro”, cita las palabras de Harris el diario ‘The Times’. “Había una cierta elegancia en él”, añade el escritor.¿Una consulta con el doctor Salazar? No, gracias.
2. Vito Corleone

El autor de El Padrino, Mario Puzo, aseguró, y créanlo (A mí me pasa igual) que, en realidad, su mayor inspiración fue su ¿querida y adorada? madre.
El escritor contaba sobre ella: «Ejercía el poder como lo hacía 'El Padrino'. Podía ser despiadada y a la vez inspiraba mucho afecto». Un amor de mujer.
3. Christian Grey

Alessandro y James se reunieron en el 2010, cuando la autora estaba de gira por Italia. Proto pasó dos días viajando con la escritora británica desde Milán hasta el Lago Como. El célebre empresario confirmó al New York Dailys New que James contó varios aspectos de ese viaje en sus libros.
A pesar de haber sido la persona que inspirase a James para crear el personaje de Christian, Proto desveló que sus propios gustos sexuales eran un poco más "tradicionales".
4. Aureliano Buendía

Debo confesar que mi personaje favorito de entre los que he señalado es Aureliano Buendía, de Cien Años de Soledad cuyo autor es Gabriel García Marquez. Nuestro nobel de literatura.
Este personaje, capaz de mover objetos con la mente, de predecir ciertos sucesos; opositor al gobierno y padre de 17 Aurelianos, guarda todo el misterio y la fascinación del realismo mágico propio del autor.
En el libro "El olor de la guayaba", García Márquez afirma que el mítico coronel está inspirado en la figura del militar y político colombiano Rafael Uribe Uribe, quien, como el héroe literario, "perdió todas la batallas que emprendió".
Sin embargo, Aureliano Buendía es tal vez el personaje donde más puso Gabo su propio pellejo, su historia, su alma: el coronel sublevado es en muchos aspectos el único que contiene a García Márquez, el niño que se asombra al conocer el hielo, que se recluye en su casa para hacer pescaditos de oro (en el caso del escritor, escribir monumentos literarios como "Cien años de soledad"), en el personaje histórico que quiere ir por mil batallas. Extraordinario. Un personaje así necesito en la novela que escribo.
5. Los Gorriones y la Fe Militante

Y del afamado Juego de Tronos nos llega, no un personaje, (A estas alturas ya conocemos bastante de la inspiración de George R. R. Martin) es la Fe Militante y su Gorrión Supremo.
"Los Gorriones son mi versión de la Iglesia Católica medieval, con un toque de fantasía", desvelaba Martin sobre la religión que inspiró la fe de su obra literaria. En general, demuestra una gran versatilidad para tomar su inspiración de algo tan común como la religión católica.
Conclusión
Si se toman la tarea de investigar aquellas historias, personajes y tramas de sus novelas favoritas, se darán cuenta de que la inspiración no es un acto sobrenatural, mágico o misterioso. Es una habilidad propia del autor, que lo observa todo alrededor con perspicacia, absorbe emociones, colores, imágenes. Manipula sus recuerdos y lo relaciona todo para alcanzar la meta propuesta.... Crear personajes reales y creíbles. Como el honorable Eddar Stark.¿O acaso no te dolió esto?


