Denuncian que hay un aumento de la pesca furtiva en el Limay.
ANA LAURA CALDUCCI [email protected]
Los pescadores neuquinos denunciaron ayer que se está produciendo un "desastre ecológico" en el río Limay por tres causas: el manejo indiscriminado de los caudales, la contaminación cloacal y un notorio incremento de la actividad furtiva. Desde la Asociación de Pesca con Mosca de Neuquén afirmaron que se llegó a un estado "calamitoso" y las autoridades no les dan respuesta.Gabriel Distilo, presidente de la asociación de pescadores local, contó que cada año encuentran menos truchas sobre el Limay y el sector más complicado es el que va desde la presa de Pichi Picún hasta la desembocadura en el embalse Exequiel Ramos Mexía, cerca de Picún Leufú.
"Hay un maltrato de los caudales de agua, que es un tema viejo con las represas, y después tenemos la contaminación cloacal y la pesca furtiva, que avanzaron tremendamente en los últimos años", comentó.
11.000 son los amantes de la pesca deportiva vinculados a la asociación neuquina. No todos son asociados, pero es el número estimado de los que se dedican a la actividad de manera responsable y compran sus permisos cada temporada.
Añadió que, en paralelo, "cada vez hay menos cuidado del río, porque antes uno percibía menos furtivos y ahora ya están todo el año, y es alarmante la cantidad de peces que están matando".
Explicó que los furtivos son los que no tienen permiso y no respetan la temporada ni las restricciones para cuidar el recurso. "En eso vemos al pescador artesanal, que es gente con tarrito, caña o carnada, y también a gente que comercializa y pesca con redes para vender en restoranes de la zona", precisó.
Sobre la contaminación, sostuvo que "estos últimos años se incrementó bastante, desde el famoso caño del Chimehuín hasta los vertidos cloacales como los de Senillosa, Plottier y otras ciudades".
"Tuvimos acercamientos con Fauna, con el Centro de Ecología Aplicada y la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) y no conseguimos nada que indique que esto se va a revertir, así que lo queremos hacer público para llamar la atención y que hagan algo a través de ordenanzas o leyes o lo que sea necesario", planteó.
Distilo comentó que la respuesta de las autoridades es siempre "que no tienen presupuesto o personal", lo que favorece a quienes pescan de manera furtiva. A su vez, señaló que, a nivel mundial, se valora mucho al Limay por sus truchas marrones migratorias, pero hoy se corre el riesgo de perder este valioso recurso por la "casi inexistente presencia de los organismos de control".
"Construir este ecosistema le llevó a la naturaleza más de cien años desde las primeras siembras de salmónidos en la Patagonia; para destruirlo y matar a la gallina de los huevos de oro, basta un breve lapso de tiempo", advirtió y reclamó: "Actuemos antes de que sea demasiado tarde".