Mucha gente conoce a los Pitufos o Schtroumpfs en francés, esas pequeñas criaturas azules. Lo que no todo el mundo sabe es que son belgas. Los Pitufos nacieron de la mano de dibujante bruselense Peyo.
La cultura del cómic es Bélgica es enorme. Aquí han nacido personajes ilustres de bande dessinée tales como el más famoso cowboy del oeste Lucky Luke, el botones Spirou y, por supuesto, el joven reportero, Tintin.
En los años 80 y 90 se rehabilitaron muchos edificios del centro de Bruselas pintando murales con viñetas de personajes clásicos del cómic belga y hoy en día se pueden hacer varias rutas para conocer la ciudad del cómic. En la oficina de turismo se puede conseguir un mapa.
El cómic también está presente es el aeropuerto de Zaventem, que recibe a los viajeros con el cohete de Tintin, o en varias estaciones de tren y metro. Es inevitable darse cuenta de que es algo muy belga.
Pero cuando llegué a Bruselas, con mis hijos pequeños, ellos no conocían a Tintin o a Spirou o a tantos otros; los personajes que ya conocían desde España eran Los Pitufos, y decirles que nos veníamos a la ciudad donde nacieron fue un punto positivo. Hay que vender la historia bien, ya sabéis.
Yo conocí a los Pitufos por la serie estadounidense de dibujos animados de los 80 producidos por Hanna-Barbera que veíamos en España.
A juzgar por las pegatinas de las puertas de los armarios de casa de mi madre, yo era una de sus mayores seguidoras, aunque tampoco sabía que eran belgas...
Mis hijos les conocieron por las películas del 2011 y 2013 que combinaban imagen real y unos Pitufos en 3D. Las habremos visto 40 veces.
La primera me gusta más que la segunda, tengo que reconocerlo.
Y estos días se estrena en los cines Los Pitufos 3: La aldea escondida, enteramente de animación.
Lo más mágico de éstas pequeñas criaturas azules es que no envejecen. Porque tan brillantes, en 3D y en HD que se les ve, tienen ya casi 70 años.
Peyo empezó a dibujar sus aventuras en el año 1958 para el semanario Le journal de Spirou. Tanto éxito tuvieron que acabaron siendo convertidos en cómics, dibujos animados o películas.
¿Y su nombre?... Su nombre original en francés es impronunciable... y significa... ¡Pitufo!. En español se llaman así después de darle muchas vueltas. Fue en 1969 cuando un redactor del tebeo Strong hizo un juego de palabras basándose en el personaje del Patufet catalán.
Smurfs, Pitufos o Schtroumpfs, el caso es que no puedes venir a Bruselas y no hacerte una foto debajo de su estatua. Porque el Manneken Pis mide 61cm de alto pero el Pitufo mide 3m...
Rue du Marché aux Herbes 116, 1000 Bruxelles, Bélgica
A las puertas del MOOF, el museo del cómic en 3D de Bruselas. Con su Pitutienda Pituoficial que es una perdición. Avisados estáis.Y tú ¿sabías que eran belgas?...