De repente descubres que tienes un fin de semana sin planes o que tienes algunos días de vacaciones para gastar y quieres aprovechar para visitar ese lugar que lleva años en tu lista de destinos favoritos; lo sabes es el momento de planificar tu viaje a Granada. Entonces, emocionada, escribes en el grupo de Whatsapp de amigas y propones la escapada, pero ¡sorpresa! Nadie puede unirse.
Una de tus amigas ya tenía planes, otra no tiene dinero y a la otra le toca trabajar. Aquí es donde llega el momento de la cuestión más crucial: ir o esperar a que se den las condiciones aún sabiendo que tal vez ese momento no llegue hasta pasado mucho tiempo.
Y aquí mi pregunta ¿vas a dejar de hacer algo que te apetece solo porque otras personas no se apuntaron? ¿Vas a renunciar o a poner en standby un sueño porque a tus amigas no les encajaba? Yo lo tengo muy claro, mejor sola que no hacerlo, pero es que además viajar sola es un gran placer y en este artículo te voy a contar por qué.
¿Por qué viajar sola puede llegar a ser una experiencia de lo más placentera?
Lo confieso, me considero una mujer disfrutona, soy de esas personas a las que le encanta exprimir la vida y se apunta a todas las experiencias habidas y por haber, en compañía o por mi cuenta. Viajo sola desde hace muchos años y me encanta. He aprendido a amar la soledad o como prefiero decir yo, mi propia compañía. En realidad nunca viajamos solas, viajamos con nosotras mismas.
Creo que viajar de esta forma hace que abramos más la mente, que seamos más receptivas ante el entorno, las personas y las culturas, además nos ayuda a conocernos más y mejor. Siempre lo he dicho, las mejores conversaciones son las que tengo conmigo misma mientras viajo.
Aquí te doy alguno de los motivos por los que me gusta viajar sola:
- Me escucho mejor: sin el ruido del entorno, sin la necesidad de tener que satisfacer los gustos o caprichos de otras personas, sin las prisas, me escucho mucho mejor.
- Aprendo más: cuando viajo sola estoy más receptiva a los estímulos, observo mucho más porque no estoy a otra cosa, estoy al mero hecho de disfrutar de mi viaje, de absorber y aprenderlo todo.
- Conozco a más personas: viajar meramente con tu compañía hace que te abras más al mundo y por consiguiente que este se abra más a ti. No es lo mismo sentarte con una amiga en un avión que con un desconocido ¿verdad? Hay muchas más posibilidades de que ese extraño y tú compartáis una conversación si viajas sola, bien pues esto sucede también durante los viajes. Hay un algo que no sé explicar muy bien pero que crea conexiones entre personas afines. Yo he conocido a algunas de las personas más interesantes viajando sola.
- Es toda una experiencia de mindfulness y autoconocimiento: todo lo que he descrito anteriormente se traduce en momentos de relajación y de paz, de yo decido qué quiero visitar y cuando. Viajando sola he aprendido a conocerme mejor y a aprender que es lo que no quiero en mi vida.
Pero además de esto, viajar tiene muchos placeres ocultos que muchas veces pasamos por alto. Te los cuento.
Los placeres de viajar sola:
- La cama entera para ti sola: cuando viajas sola puedes optar por quedarte en un albergue u hostal y compartir habitación o como hago yo, elegir una habitación privada. Me gusta descansar bien y por lo tanto esto es un paso fundamental para mí. No sabéis lo que disfruto de la experiencia de tener una cama entera para mí y de poder ajustar la rutina de noche solo a mí: una serie, un ratito de lectura... ¡todo un lujo!
- Ir sin prisas y sin horarios: el itinerario depende solo de ti y por lo tanto puedes ajustarlo a los horarios que quieras. A mí esta parte me encantan porque me gusta mucho pasear de forma tranquila y relajada por las ciudades.
- Visitar lo que tú quieras y comer lo que tú quieras: cuando viajo, me encanta el turismo de librerías y biblioteca, pero cuando voy con gente me sabe mal visitar tantos locales del estilo así que cuando voy sola no me dejo una librería por visitar, me tomo mi tiempo, leo, me relajo y me llevo un libro a comer la comida que más me apetezca.
- Autocuidado: en mis momentos en el hotel, nadie me quita mi rutina de autocuidado o mis bailes a lo loco al ritmo de mi playlist favorita. No hay vergüenza, solo yo pasándomelo bien conmigo misma.
- Conocer a personas (solo si quieres): tú decides si te apetece hablar con alguien o por el contrario prefieres dar una vuelta por tu cuenta. No hay compromisos ni sentimiento de culpa por hacer lo que realmente te apetecía.
Hoy en día que el tiempo escasea y solemos renunciar más a nosotros mismos que a los demás, viajar solos puede ser la oportunidad de reencontrarnos con nosotros mismos.
Viajar a Granada sola:
Andalucía es una Comunidad Autónoma maravillosa para viajar sola. Sus gentes, su comida y su clima hacen que sea el lugar idóneo para empezar a viajar por tu cuenta y si me dejas elegir un sitio de esta Comunidad Autónoma, te diré que mi preferido sin lugar a dudas es Granada.
¿Por qué Granada? Porque es una provincia llena de tesoros en la que resulta imposible aburrirse. Granada tiene Sierra Nevada (¡ideal para esquiar), tiene la playa muy cerquita (¡maravillosa para relajarse!) y además tiene otros parajes impresionantes como el desierto de Gorafe que permite realizar actividades por cuenta propia o en compañía.
Algunas actividades que no te puedes perder si viajas a Granada:
- Una visita a la Alhambra: lo sé, no te descubro nada nuevo, pero por favor, planifica tu visita con tiempo. Merece mucho la pena y por eso, las entradas están agotadas casi siempre. Además, si quieres evitar colas, te recomiendo que contrates un guía.
- Un paseo por el centro de Granada y por el Albaicín: estas dos zonas de Granada son preciosas. Recorre el zoco y adéntrate en la catedral para viajar atrás en el tiempo. Después, recorre las calles del Albaicín y sube al mirador de San Nicolás. Las vistas son impresionantes.
- Un baño en un Hammam: esto es ideal para bajar pulsaciones, relajarse y salir flotando. Además estos baños árabes tienen unas instalaciones preciosas y te harán vivir mil sensaciones. En Granada te recomiendo: Al-Haram Hammam, ¡es maravilloso!
- Una ruta en 4×4 por el desierto de Gorafe: es una experiencia auténtica en la que podrás conducir tú o dejarte llevar por un piloto profesional. Los paisajes son un espectáculo y además si contratas con Garnata Tours podrás tener un picoteo con unas vistas privilegiadas. Todo un lujo.
- Una visita al observatorio de Gorafe, el Gorafe Parque Starlight o desierto de las estrellas. Aprenderás sobre constelaciones, galaxias, estrellas y meteoritos. Es precioso observar el cielo desde este enclave.
- Comer y hacer yoga con vistas al mar: en Granada puedes dirigirte hacia la zona de Motril donde encontrarás zonas de costa maravillosas. A mí me fascinó La Herradura y su playa. Un arrocito y una cerveza con vistas se convertirán en gran deleite. Si además quieres una experiencia espiritual puedes dar sesiones de yoga.
¿Dónde comer sola en Granada?
Te dejo algunas de mis recomendaciones favoritas en la provincia.
- En Granada: el restaurante Damasqueros para degustar gastronomía de chef y el restaurante Aben Humeya para disfrutar de una fusión entre comida andaluza y árabe con vistas a la Alhamabra,
- En Motril: Espacio IME es un restaurante con ccina de autor, tradicional e innovadora, donde dosis y mezclas se citan con la creatividad. En este sitio he probado el pan de gazpacho, de queso semicurado y de cúrcuma, ¡una auténtica pasada!
El arroz con vistas al mar te recomiendo que lo hagas en La Herradura, en el chambao de Joaquín.
¿Dónde alojarte sola en Granada?
Hay muchos hoteles que merecen la pena en esta provincia pero te voy a decir mis favoritos:
- En Granada: Casual Ilbiria Granada lleno de ilustraciones y murales de color que dan protagonismo a la mujer. Es sin lugar a dudas un sitio cálido, céntrico y moderno donde disfrutar de una placentera estancia en Granada.
- En Guadix: Hotel YIT Abentofail. Habitaciones de piedra, un lobby con chimenea e instalaciones de lo más acogedora que convertirán la estancia en una experiencia cinco estrellas. Además, su cocina es maravillosa. Recomendable cenar en el restaurante del mismo hotel.
- En Motril: Impressive Playa Granada. Un hotel enorme con zona para niños, adultos, recepción de bodas, pistas de tennis e incluso zona de playa en el mismo hotel. Sin duda un espacio en el que no te vas a aburrir.
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