Los planes de futuro de James Cameron

Avatar 4 y entrenar al Barcelona no están descartados

Tan solo dos películas de ficción y ocho expediciones submarinas en 16 años convierten a James Cameron en un buzo experto que de vez en cuando dirige cine en vez de en un director multitarea que se pasa las vacaciones bajo el agua. En esa línea va la última entrevista del realizador para The New York Times, centrada en el auge del mercado cinematográfico chino y las coproducciones estadounidenses (como The Flowers of War, por ejemplo), en la que el cineasta "abraza-algas" ha descartado dirigir otras películas que no sean de la saga Avatar para dedicarse a ejercer de genio con pasta.
Las palabras de Cameron sobre su línea de trabajo y una actualización del avanzado estado de preproducción de Avatar 2, tras el salto.
"No estoy interesado en desarrollar nada (en referencia a una pregunta sobre otros proyectos exclusivamente cinematográficos). Estoy en el negocio Avatar. Eso es lo que estoy haciendo, Avatar 2, Avatar 3 y puede que Avatar 4, y no voy a producir las películas de otros por ellos. No estoy interesado en coger guiones. Supongo que todo esto suena un poco restrictivo, pero creo que gracias al panorama que ha dejado Avatar puedo decir lo que necesito decir si así lo pienso en términos del estado del  mundo y lo que debe hacerse al respecto (...) y  quiero decirlo con documentales". 
Es decir, que en realidad no solo va a dirigir películas de su franquicia estrella, sino que la noticia está en que va a utilizar esa gallina de los huevos de oro para pagarse documentales como Deep Sea Challenge, de próximo estreno, que se suma a los cinco que ha realizado durante la última década. Personalmente, aún no se si admirar su  estrategia o lamentarme por todos los peliculones que acaba de perder la historia del cine, como la lárgamente esperada adaptación de Alita, Ángel de Combate, en beneficio de una saga blandita y narrativamente facilona por lo menos en su primera parte.
Sobre el desarrollo de Avatar 2, Cameron ha asegurado que llevan 18 meses trabajando y que ahora mismo están preparando los decorados en Los Ángeles y los efectos especiales en Nueva Zelanda con la esperanza de explotar más su creatividad ahora que dominan la tecnología usada en la saga, lo que deberíamos traducir como que esta vez no va a escribir los diálogos en los márgenes del guión técnico.
Ah, y los ratos libres los dedica a planear junto al cofundador de Google y Hank Scorpio la forma de extraer minerales del espacio. Porque ser el puto amo no es llevar 113 horas en el Skyrim (y subiendo).