Donald Trump afrontará una serie de temas prioritarios en cuanto jure su cargo como nuevo presidente los Estados Unidos, concretados en lo que ha denominado "contrato con el votante americano". Y esta denominación es importante porque se trata de un contrato vinculante y no con cualquier nación, sino con el ciudadano de este país.
Este "contrato" incluye una batería de medidas que representan el mayor motor de cambio de los últimos dieciséis años y que colocarán al país de nuevo en una senda de prosperidad sólida y de renovado liderazgo mundial. Las acciones ejecutivas se desarrollarán en economía y comercio (con la renegociación de los tratados comerciales internacionales); defensa (con un incremento de las partidas presupuestarias para las Fuerzas Armadas y el cuidado de los veteranos de guerra); seguridad: mayor financiación para combatir la delincuencia, la criminalidad y el tráfico de drogas mediante más y mejores fuerzas policiales; mejora de la infraestructura contra los ataques cibernéticos; medidas para combatir la corrupción política; identificación de todos los abusos de comercio exterior que afectan a los trabajadores estadounidenses con el objetivo de ponerlos fin de inmediato; se destinarán miles de millones de dólares a la mejora y reconstrucción de infraestructuras medioambientales y acuíferas en Estados Unidos; se levantarán las restricciones al sector energético, incluyendo petróleo, gas y carbón; se propondrá al Congreso un plan económico para que el PIB crezca a un ritmo del 4% anual y genere, al menos, 25 millones de nuevos puestos de trabajo mediante una rebaja generalizada de impuestos (esta es una parte esencial del contrato); se sancionará fiscalmente a las empresas que decidan deslocalizar su producción a otros países mediante la aplicación de aranceles a sus productos; se impulsará la cooperación público-privada, aplicando incentivos fiscales para impulsar mejoras en infraestructuras por valor de 1 billón de dólares durante diez años; se garantizará la libre elección de escuela, ya sea en centros públicos, privados o religiosos, y se devolverá la supervisión educativa a las comunidades locales; se sustituirá el Obamacare por Health Savings Accounts (cuentas de ahorro para gastos sanitarios con ventajas fiscales y condiciones flexibles que, además, pueden dejarse en herencia, con la posibilidad añadida de poder deducirse las primas del seguro médico); cada estado manejará los fondos destinados a Medicaid (seguros de salud públicos para gente sin recursos o con bajos ingresos); se reformará la Agencia Federal de Medicamentos (FDA) para agilizar la aprobación y venta de nuevos fármacos mediante la eliminación de burocracia; se impulsará un Ley de Cuidado Infantil y de Tercera Edad para que los estadounidenses puedan deducirse fiscalmente los gastos y servicios asociados al cuidado y la atención de niños y ancianos; se incentivará a las empresas para que incorporen guarderías en los centros de trabajo y ofrezcan fondos libres de impuestos para personas dependientes; se ofrecerán subvenciones públicas para las familias con ingresos más bajos; en temas migratorios, la prioridad será deportar a unos tres millones de inmigrantes ilegales con un historial delictivo; se rechazará a los inmigrantes procedentes de regiones propensas al terrorismo; se investigará en detalle a cualquiera que desee entrar en la país; se prohibirá que funcionarios de la Casa Blanca o el Congreso puedan trabajar como lobistas durante los cinco años posteriores a su salida del cargo público; se prohibirá de por vida que personas que hayan trabajado en la Casa Blanca puedan ser contratados como lobistas para un gobierno extranjero; se vetará de por vida que lobistas extranjeros puedan recaudar dinero para elecciones en Estados Unidos; se cancelará cada acción ejecutiva "inconstitucional", memorándum y orden del presidente Obama; se iniciará el proceso de selección para reemplazar al juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, que murió en febrero de 2016, por un nuevo juez conservador que defenderá la constitución estadounidense.
Son sólo algunas de las medidas que se pondrán en marcha en los primeros meses de Administración Trump. Algunas de las acciones ejecutivas todavía no se han hecho públicas, y las iré desvelando próximamente. Son acciones en torno a política exterior y seguridad nacional que van a cambiar el panorama internacional y el papel de Estados Unidos.