Hoy por hoy, la mayor amenaza para nuestra libertad es el gobierno de Biden y Harris, manipulado en la sombra por una camarilla del establishment y el Estado Profundo, que pretende resurgir después de cuatro años desmantelados por Trump. En ese grupo que gobierna, de facto, los Estados Unidos, se encuentran miembros de algunas de las grandes corporaciones y de las empresas tecnológicas. Todos ellos han implantado un sistema de censura brutal desde la noche misma de las elecciones, el pasado 3 de noviembre, para silenciar las voces críticas, que son sobre todo conservadoras. El debate en los medios ya lo controlan, y el último campo de batalla es internet. Si perdemos esta batalla, nuestra generación será la última que haya vivido en plena libertad y estaremos en el camino de perder la grandeza de este país en aras de una uniformidad alienante y global que discrimina a los que piensan con independencia.
Este es el panorama que afronta el gran referente del conservadurismo: Donald Trump, quien ya ha dado los primeros pasos de un nuevo plan para hacer frente a esta mafia que se ha hecho con la Casa Blanca de forma ilegítima mediante un fraude colosal. El presidente legítimo tiene en marcha dos PAC políticos: Save America, que lanzó después de las elecciones, ya ha recaudando más 31,5 millones de dólares. Y esta semana pasada se reunió en Mar-a-Lago con algunos asesores, entre ellos su hijo mayor, Donald Trump Jr .; los ex directores de campaña Brad Parscale y Bill Stepien; el ex subdirector de campaña Justin Clark; el ex director de redes sociales de la Casa Blanca, Dan Scavino; y el asesor principal Jason Miller, entre otros, para impulsar un nuevo súper PAC electoral, que será dirigido por Corey Lewandowski, el director de la primera campaña de Trump en 2016. Los PAC están limitados respecto a cuánto pueden recaudar de donantes individuales, pero los súper PAC pueden solicitar y gastar cantidades ilimitadas de dinero. De esta forma, Trump se prepara para desempeñar un papel clave en las elecciones midterm de 2022 al Congreso y potenciar las políticas MAGA en todo el país con candidatos seleccionados que defienden su agenda MAGA.
El poder recaudatorio de Trump es inmenso y el Partido Republicano lo sabe y lo necesita. Recordemos que el presidente recaudó 255,4 millones de dólares en 8 semanas mientras luchaba para que los tribunales estudiaran el fraude electoral de los demócratas.
Trump tiene ahora nuevos planes para Estados Unidos que lo sitúan en el centro de la acción política nacional. Al trazar una agenda America First brinda una excelente plataforma para los candidatos conservadores que la defienden y que saldrán con viento a favor en las elecciones al Congreso en 2022. Al poner los intereses de los estadounidenses en primer plano el Partido Republicano siempre ha ganado. Lo hizo en 1980 y 1984 con Ronald Reagan y en 1994 con el "Contrato con Estados Unidos" de Newt Gingrich, que permitió ganar la mayoría en el Congreso a los republicanos en mitad de la presidencia de Bill Clinton.
Estas pasadas semanas, han sido muy intensas en Mar-a-Lago, adonde han acudido destacados líderes del Partido Republicano para mantener reuniones con el presidente Trump. Entre ellos, la presidenta del partido, los dos principales republicanos de la Cámara, el principal senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, y un grupo de otros ex asistentes y asesores han acudido para ofrecer su consejo y buscando el favor de Trump, que controla el futuro de los candidatos republicanos y que ya ha dejado claro que planea usar ese poder para aglutinar una mayoría vencedora en 2022.
El plan de Trump contempla examinar a los candidatos que deseen cumplir la promesa de vengarse de los republicanos (RINOs) en ejercicio que lo han despreciado y traicionado y de garantizar todos los escaños republicanos abiertos en las elecciones intermedias de 2022 que tienen un contendiente defensor de la agenda MAGA aprobados por él. El objetivo es purgar a los republicanos débiles y obtener victorias para aquellos candidatos fuertes que se toman en serio las reformas que defiende Trump.
El presidente estaba comprometido con el Partido Republicano, y no sólo eso, sino que quiere asegurarse de que el Partido Republicano recupere la Cámara de Representantes y el Senado en 2022, que es básico para sacar adelante la agenda MAGA y lograr una victoria mayor en las presidenciales de 2024.
Para lograr esto, Trump está elaborando una nueva agenda de America First centrada en temas como la economía, seguridad fronteriza y nacional, y el comercio. Esto permitirá al Partido Republicano tener posturas sólidas y ofrecer opciones a los votantes. En las pasadas elecciones de 2020, los republicanos obtuvieron muy buenos resultados en el Congreso, que anticipan aún mejores en 2022. El Partido Republicano ganó los 27 distritos en disputa, además de siete escaños que se sospechaba irían para los demócratas. Los republicanos cambiaron 15 escaños y ganaron 12. Esta "ola roja" se produjo en medio de la confirmación de que Donald Trump era la boya salvadora para los candidatos políticos. Además, no olvidemos que los republicanos mantuvieron el control de muchas legislaturas estatales clave.
La implicación directa de Trump permitirá recuperar el control del Congreso en 2022 con excelentes resultados. La agenda de America First que se está redactando llega en un momento en que hay muchísimo más en juego para el país que bajo el oportunista político Bill Clinton. La Administración de Biden, bajo la camarilla del establishment que la controla, ha estado emitiendo órdenes ejecutivas radicales que destruyen empleos a un ritmo rápido y van en contra de los intereses de Estados Unidos. Después de sólo un mes de la agenda "America la última" del senil Biden y la vocinglera descerebrada Harris, los votantes anhelan un gobierno sensato que dirija el país hacia una dirección diferente, en línea con lo que defiende Trump. La encuesta de "cómo va el país" refleja que la luna de miel ha terminado para Biden y las críticas son feroces, aunque estén siendo silenciadas por los grandes medios. Ha sido un mes de pésimas decisiones muy perjudiciales para el país y los ciudadanos. Todos lo sabemos.
El electorado debe estar preparado para respaldar una agenda de "America First" tan pronto como el próximo año, que nos permita volver a situarnos en la senda para recuperar el país y la presidencia de nuevo en 2024.
Una enmienda de presupuesto equilibrado. Recortes de impuestos. Reforma del bienestar. Esos fueron sólo tres de los 10 puntos del Contrato con Estados Unidos, el plan conservador de Newt Gingrich, firmado por más de 300 candidatos republicanos y presentado en una conferencia de prensa sólo seis semanas antes de las elecciones intermedias de 1994. Trump tiene el desafío por delante de reunir a los republicanos en torno a su agenda de "America First". Recordemos que a aquella propuesta de Gingrich, entonces presidente de la Cámara, se le atribuye la "Revolución Republicana" que se produjo en las urnas, con el Partido Republicano tomando fácilmente el control de la Cámara y el Senado de los Estados Unidos, obteniendo 12 gobernaciones y recuperando el control en 20 legislaturas estatales. Trump puede superar incluso aquella gesta política en 2022.
Debemos reforzar la idea ganadora de que los votantes quieren algo por lo que votar, no simplemente una razón para votar en contra del otro candidato o partido. "America Firt" es más una doctrina que un mensaje de comunicación. Ofrece a los votantes un cambio que realmente puede suceder y funcionará. Esta agenda será un documento político realista y factible que servirá como principio organizador para un cambio en la estrategia de campaña y una victoria conservadora.
Trump tiene en su mano, mediante la agenda "America First", ofrecer a los candidatos republicanos y a los votantes la capacidad de tratar en términos nacionales sobre temas de panorama amplio y dar coherencia al partido en todo el país.
Todas las encuestas proyectan que Trump ha salido reforzado, incluso después de los esfuerzos para quitarlo de escena de RINOs como Liz Cheney, Mitt Romney, Ben Sasse, etc, y otros republicanos Never-Trump. El Partido Republicano ha comprendido que Trump es indispensable para sus esfuerzos electorales. De hecho, la mayoría de los votantes expresa que volverá a votarlo si se presenta en 2024 para optar por un segundo mandato en la Casa Blanca.
La conexión entre Donald Trump y millones de votantes del Partido Republicano ni siquiera depende simplemente de que él sea el candidato del partido. Trump podría dividir el apoyo al partido a la mitad si decidiera competir como independiente o formar su propio partido político. Si Trump formara un tercer partido, el 46% apoyaría al Partido Trump, según arroja la encuesta de Suffolk / USA Today. El 54% expresó que siente más lealtad hacia Donald Trump que hacia el Partido Republicano. Esa lealtad la hemos visto reflejada en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de esta semana.
Todos los movimientos políticos apuntan en apoyo al presidente Trump. El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, está ahora dispuesto a dejar que lo pasado sea pasado, junto con el vicepresidente Mike Pence, que parece estar listo para lanzar una organización que defienda el exitoso historial de Trump-Pence, mientras que McConnell ni siquiera duda en decir que respaldará a Trump si es el candidato presidencial de 2024. La alianza está forjada. Trump respaldará a los republicanos en 2022, y los republicanos respaldarán a Trump en 2024. Esto es así porque el sello que imprima Trump y su agenda "America First" para los candidatos del Partido Republicano podría sellar victorias muy importantes en las elecciones midterm de 2022.
Otros movimientos importantes en apoyo de Trump que no debemos olvidar: la abogada Sidney Powell ha comenzado su propio súper PAC, junto con Jesse Binnall, otro abogado de Trump que persiguió casos de fraude electoral, llamado Restore the Republic (Restaurar la República), y que tiene como objetivos defender la libertad de expresión, los derechos constitucionales y el derecho sagrado a elecciones libres y justas. Es decir, todo lo que los demócratas han pisoteado en las elecciones de 2020 que robaron descaradamente.
Los votantes estamos hartos de la corrupción del gobierno y de una clase política elitista que ve a los ciudadanos con condescendencia y desprecio. Trump y la agenda America First es la última línea de defensa de la Constitución americana. Hoy más que nunca, el pueblo estadounidense merece una voz que exponga y rechace el interés propio de los partidos políticos, el control de los gigantes tecnológicos y las mentiras de las noticias falsas de los medios, y defienda los intereses de la gente.
Sólo así, con la voz de Trump a favor de la honestidad, la integridad y el regreso al gobierno de pueblo y para el pueblo, conquistaremos un futuro mejor y recuperaremos nuestros derechos constitucionales, la libertad de expresión, y un proceso electoral libre y justo, no corrompido por los demócratas.
A día de hoy, el presidente Trump goza de una inmensa popularidad y el apoyo de millones de ciudadanos. Los que robaron las elecciones presidenciales no van a poder detener el regreso triunfal de Donald Trump. Un regreso que ya ha empezado.