Revista Opinión
Los Mercados financieros, los países emergentes y la globalización son el magma que condiciona nuestras vidas
Terriblemente difíciles de suprimir, deberíamos intentar dominar algunos de sus aspectos dañinos. Además por si fuera poco, los españoles tenemos nuestros cercanos y particulares demonios nacionales como queda reflejado en el capítulo 10. ‘EN LA CRISIS ESPAÑOLA UNA SOCIEDAD SE DERRUMBA’. Ante nosotros actúan diferentes fuerzas dentro del magma anterior, no solo el capital financiero, aunque demasiadas veces simplificamos en dicho sector uno de los poderes, que a su vez es una parte del capital. Sostengo la hipótesis de que ‘el poder’ no existe en singular, sino en plural y de hecho he mantenido polémicas sobre la pluralidad de poderes, porque aclara mejor las dificultades y contradicciones que nos rodean. Lo cual obligatoriamente empujará la política a buscar apoyos y alianzas, estratégicas a veces, o puntuales otras, para combatir fuerzas poderosas o para apoyar proyectos nacionales y regionales, que solo con deseos no será posible ni empezar a mover. Último ejemplo, la posible alianza en la UE y G-20 para combatir los paraísos fiscales, -ejemplo viviente de múltiples contradicciones de poderes, sectores de capital, naciones, globalización emergentes y mercados- que ya veremos qué resultados ofrece, pero sin duda serán imposibles plantear a escala nacional.
Creo que es muy complicado entender y explicar nuestro entorno sin mirar a las fuerzas que operan en el, sin distinguir la diversidad de intereses como para simplificar tanto y utilizar el reduccionismo de que ‘El Capital manda y el resto obedece’. Al aceptarlo no solo no aclaramos sino que impedimos actuar a la ciudadanía, porque para qué actuar políticamente si se acepta que está totalmente dominada, en cuyo caso ¿que nos queda? De aquella polémica escribí el 9 de julio de 2010.- Hoy contenido en el trabajo ‘La crisis. Y la Izquierda’
‘’La polémica sobre el Estado es muy interesante, pero empecemos por deslindar lo que te gustaría que fuera de lo que es, porque si no caes en contradicciones difícilmente salvables. Porque ese embellecimiento que haces, de que el Estado somos todos, o que no puede ni debe asumir un papel al mismo nivel de los poderes económicos (yo opino que sí), o que el estado es el garante de los intereses generales, o que está por encima de cualquier poder… me temo que en todo caso son deseos no realidades. Deseos que ni yo ni millones de individuos compartimos en su totalidad.
Tus opiniones sobre el estado chocan con tus otras opiniones sobre el capital y su fuerza aplastante. El estado instrumento al servicio de la clase dominante, decían antes, se les ocurrió a los revolucionarios antiguos, y la clase dominante lo puso a su servicio. Ahora bien, puesto que nosotros, los antiguos desposeídos, no tenemos el poder económico haríamos bien en intentar ocupar parcelas de poder político e institucionalizarlo, el Estado. Los antiguos desposeídos, los que no tenían poderes económicos, militares, religiosos, judiciales, es decir, las clases populares, el pueblo, desde hace mas de 100 años participa en las luchas por el poder político alrededor del aparato del Estado lo cual contribuye a minorar las diferencias, los gaps con los otros poderes, y es un nuevo elemento de lucha constante para modificar la sociedad.
Precisamente la tesis que mantengo es que los poderes no son absolutos, son relativos, diversos, múltiples y en lucha constante y si uno de ellos afloja los otros aumentan su poder. En mis tesis lo que defiendo es que el capital y el poder no existe, lo que existen siempre en plural, son los capitales y los poderes, el estado son los estados, (Alemania enfrentada en parte a los PIGS) y enfrentados por sus diversos intereses, a veces a muerte hasta llegar a provocar guerras y a veces cooperando, esta es la vida, de ahí la necesidad de estudiar lo concreto, si no perderemos estas batallas y no sabremos explicarnos por qué ahora los banqueros apoyan tal cuestión, o el estado tal otra.
La frase‘El capital manda y el Estado manda’ está relacionada con el editorial de Trasversales, una publicación de izquierdas, editorial que critico en mi texto en muchas parcelas, en el que se afirmaba que `el capital manda y el estado obedece’, las frases que citas precisamente tratan de mostrar una realidad poco conocida en España, de que la deuda pública se ha estado comprando en gran parte por la banca española y no en los mercados internacionales donde no se podía colocar. Destacar las fuentes documentales como lo hice tiene mucho que ver con posturas escritas por dirigentes sindicales llamando al orden por beber en esas fuentes, o por blogs que critican las estadísticas oficiales del INE, Bco. España, u otras, sin contraponer nada salvo su opinión.
Yo no defiendo los mercados, defiendo la racionalidad en las fuerzas progresistas y por tanto que definamos la realidad. Yo no defiendo que el hombre no vuele, sino que miro y constato que no vuela, por tanto si se tira desde un 9º hay que decir que se mata. No es lo mismo, son los matices, los detalles, aquello tan marxista del análisis concreto de la realidad concreta. Y por supuesto en plan provocador lanzo el reto de que alguien me defina una sociedad sin ellos, -los mercados- en la que no se produzcan mercancías, ni se intercambien con una mercancía intermedia, el dinero (o sea el trueque) y que esa sociedad no acumule, en la que no existan poderes, y por supuesto no sean 10 o 15 individuos en una isla desierta. ’’