Los poetas ante la música: Lluïsa Lladó
LA NANA DE LA VIDA.¿Dónde están los niños y los ratones
de la casa de muñecas?
El flautista se los llevó.
Y los músicos de Bremen
de cada país del mundo,
beben jarras de cerveza
y ebrios callan en honor a la guerra.
Y escuché por primera vez...
el beso,
el abrazo,
los amantes que cantan.
La música.
El violín que chirría de la puerta,
el tamborilero de la cazuelas con su tapa
y la campanilla del autoservicio cuando abro la puerta
para comprar el pan.
La sonata de una carcajada
que abre una conversación.
El sonajero que como una maraca
acompaña el pasadoble de los tacones de su madre.
Lluvia,
viento,
truenos.
El llanto de una despedida
en forma de nocturnidad de Chopin.
El compas del llavero
que cuelga del bolso verde.
El tubo escape: un retronar de orquesta
y mi mano dibujando un corazón
que late un rítmica melodía
para decir
que hastas las palabra en dulce letanía
son notas
de colores,
de sombras,
de vida
sin ruídos
siempre MÚSICA.
La foto,
un sabor,
un barco que zarpa.
Músitando
canciones...
Lluïsa LLadó.