Revista Coaching

Los 'pollitos' en la empresa

Por Juanmartinezsalinas76

En el mundo salvaje, vemos como los animales desde el día que nacen deben aprender a subsistir lo antes posible por si mismos, aprendiendo rápidamente lo que les enseñan sus progenitores para seguir con vida porque sólo los más fuertes y perseverantes sobreviven. Nos muestra la vida animal que la vida no es justa pero, a pesar de ello, siguen viviendo y aprenden de sus experiencias pasadas.

De la misma forma, el aprendizaje de algunos recién llegados a una nueva organización se podría comparar a ese punto animal, pese a tener un bagaje profesional a sus espaldas. A muchos de ellos, algún responsable les brinda su ayuda para ponerles al día y que poco a poco comiencen a ser resolutivos, aplicando las competencias y experiencias que hicieron que se contara con ellos y no con otros de los muchos candidatos posibles. Sin embargo, estos recién llegados se quedan anclados en esa figura que les inició en la compañía, siguiéndole a todas las partes, imitando sus conductas y no haciendo nada a menos que se lo indique esa persona que esta por encima de el en el escalafón, como si de un pollito con su madre se tratara.

Es más cada vez que le toca acometer una función que le enseñaron por él sólo, le cuesta mucho más del tiempo previsto porque se dispersa en cosas que carecen de importancia, volviendo a cometer el mismo error una y otra vez, independientemente de las lecciones que sus responsable le va dando de forma adecuada.

Se comportan estas personas como niños desvalidos que no saben arreglárselas por si solos por una excesiva atención que confunden con protección paterna o materna. De la misma forma, en cuanto encuentran la más mínima dificultad tienden a quejarse sin buscar soluciones por si solos antes de pedir la ayuda de sus equipo o de su responsable directo.

Con esto, no estoy diciendo que sea malo el apoyarse en personas que ya están dentro de la organización, sino que debe servir de apoyo, siendo conscientes de que debemos aplicar lo que sabemos para demostrar que somos capaces de desempeñar ese puesto de trabajo.

Estas personas suelen pecar de no aprender de los errores y seguir día tras día con el mismo comportamiento hasta que las personas que confiaron en ellos no pueden hacer más por sacarles la cara y por justificar su valía porque los resultados conseguidos por él no son suficientes. No es que no lo intentasen sino que no lo hicieron de la forma correcta, dependiendo considerablemente de los demás, sin iniciativa propia, nula gestión del tiempo… Las personas debemos asumir riesgos en nuestra vida profesional y no quedarnos en la parte tranquila, intentando seguir ahí, sin evolución.

Los recién llegados no podéis pretender imitar a vuestros responsables como autenticas sombras porque debéis mostrar el profesional que lleváis dentro. Tenéis que aprender rápido a manejaros de forma autónoma y pedir ayuda cuando realmente sea preciso, siempre y cuando antes lo hayáis intentado por vosotros mismos.

¿Ser dependiente de otros compañeros de trabajo es adecuado?


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