Revista Educación

Los pollos (y el gato)

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Los pollos (y el gato)

Bueno, en realidad no son pollos, son simples gorriones. Bueno, en realidad no tan simples, que estamos tan acostumbrados a ellos que, lamentablemente, no somos conscientes de que ya están casi en peligro de extinción (igual que los conejos y liebres, quién lo iba a decir). Y están en peligro por una colección de causas (algunas aún sin definir) relacionadas con que nos estamos cargando sus hábitats.

Acuden a comer y a beber en grupo. Se nota que por esta época hay muchos zagalones, gorriones jóvenes con el plumaje bien diferenciado del de los adultos, que son más listos que el hambre y aprenden (y, tal vez, enseñan) dónde está el alimento y cómo acceder a él. Son algo miedosos (los de campo, los de ciudad no tienen vergüenza y resultan osados y valientes, aunque se alimenten de cosas poco nutritivas y nocivas para su salud -no den de comer pan a los pollos, por favor-). Si das una palmada fuerte salen todos en bandada, asustadillos. Eso, al principio. Ahora se alejan un poco y enseguida vuelven. Ya les digo, más listos que el hambre.

Son territoriales. Se espantan los unos a los otros para acceder al grano. Más chulos/as que un ocho, oigan. Abren las alillas en plan amenazador y sueltan sus ruidillos "chirp chirp chirp". Beben del platillo con agua y a veces hasta se refrescan si ven alguna fuente. En alguna ocasión los he visto hasta bañarse en arena. Un espectáculo precioso.

Creo que los gorriones adultos, al contemplarlos en sus minidisputas, se despiporran cuando los ven tan envalentonados (tal vez pensando, "Sí, espérate a ver un gato, a ver si te pones tan chulito").

Ay.

Los gatos.

Ojalá los dueños de los gatos domésticos no los dejaran salir nunca de las casas. Porque menudos destrozos hacen en los nidos, menudos crímenes, madre mía (un solo gato doméstico es capaz de extinguir una especie de ave él solito, aquí la prueba). Porque los gatos domésticos deben ser eso: domésticos. No puede dejarlos campar a sus anchas porque son muy dañinos para la fauna. Matan todo lo que pillan: lagartos, ranas, sapos, conejillos pequeños, todo tipo de aves... Y no es algo nuevo, se sabe desde hace mucho tiempo.

Así que no me den tantos disgustos y tengan a sus mascotas en casa, por favor.


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