Más allá de la imagen que tenemos ahora de los pórticos, en el románico estos desempeñaron un papel fundamental.
Suponían un paso de lo terrenal a lo sagrado: en ellos se realizaron actos litúrgicos con características que impedían su celebración dentro del templo.
Eran lugares de espera: de ahí los bancos de piedra en los cuales los parroquianos se sentaban a esperar y donde los catecúmenos esperaban la conclusión de la vigilia pascual e incluso las mujeres en tiempos de cuarentena de posparto como se puede ver en algunos documentos. De esta manera podían escuchar las oraciones mientras esperaban su absolución.
Espacios de inmunidad jurisdiccional: que protegía a todo tipo de personas que se refugiaban en el atrio, esto llevo a que se controlara quien se refugiaba y también se marcaba que no se podía expulsar por la fuerza a los refugiados.
Cementerios privilegiados: En estos momentos el enterramiento esta unido al templo, y es sabido que la cercanía a este era codiciado, las galerías porticadas se convirtieron en los espacios más deseados por las personas importantes. Siempre ha sido discutido el tema del enterramiento en los interiores de las iglesias por cuestiones de higiene. No será hasta siglos posteriores cuando el peligro que suponía para la salud pública haga que los cementerios se construyan fuera de los poblados.
Una serie de Cristina Párbole para Curiosón-©-2019
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