En los juegos, es un anciano, elemental del rayo, con una barba larga y abundante que viste una túnica y sostiene un báculo. Lahmu ("peludo") es un dios sumerio que sobrevivió en los periodos neoasirios y babilonios, aunque sus menciones son puntuales. En el Enuma elish, un mito de la creación, es hijo de Tiamat y Apsú, es decir, hijo del mar y los acuíferos, y a su vez padre de Ansar y Kisar, el cielo y la tierra. Estuvo asociado con Enki/Ea y luego con Marduk. Suele representarse con barba larga y seis tirabuzones y sus figuras se usaban para alejar a los demonios y la enfermedad. Los babilonios lo emparejaban con la diosa Lahamu.
En la saga, Ifrit siempre es un elemental de fuego de aspecto demoniaco, rasgos representados en su ataque "fuego infernal". En el folclore islámico, inicialmente se engloba como un tipo de djinn, es decir, lo que suele conocerse como genio. Sin embargo, como pasaba con la palabra " satán", era meramente un adjetivo que normalmente acompaña a la palabra djinn, usándose para resaltar su malicia o astucia. Con el tiempo se fue diferenciando y considerado un espíritu ctónico, general pero no necesariamente despiadado, que actuaba como un actor más en el plan divino, aunque realizara labores relacionadas con la venganza.
En Final Fantasy, Titán es un gigante musculoso de color marrón, unas veces esbelto y otras de gran envergadura, que utiliza su fuerza para provocar un terremoto o lanzar una roca. Por una parte, titán es como se denomina a los hijos de Gea, la tierra, y Urano, el cielo, en la mitología griega. A su vez, Titán era el hermano de Crono y Jápeto o el hermano de Helios.
Odín es la primera invocación no elemental de la lista, ya que su habilidad inflige muerte instantánea. Cabalga su caballo Sleipnir, que en lo primeros juegos tenía cuatro patas, a la que se le incorporaron otras dos al dar el salto tridimensional, pero sin llegar a las ocho de su equivalente mitológico. Por otra parte, aunque en algunos casos pueda usar su Gungnir, es más habitual que porte su espada Zantetsuken. En cuanto al aspecto del propio Odín, viste armadura y un casco calavérico con dos cuernos en forma de ramas.
En la mitología, Odín está relacionado con la muerte (No hay que olvidar que él preside el Valhalla, el salón de los héroes caídos). Se le ha llegado a representar con un casco con cuernos, pero también suelen acompañarles sus cuervos Hugin y Munin y sus lobos Geri y Freki. Su lanza Gungnir fue forjada por los mismos enanos que crearon el pelo dorado de Sif, el barco plegable Skíðblaðnir de Frey y el martillo Mjölnir de Thor. El poder de Gungnir era no fallar nunca su objetivo y volver siempre a su poseedor. Su corcel de ocho patas Sleipnir era hijo de Loki y el semental Svaðilfari. Sí, como te imaginas, Loki era la madre.
Leviatán apareció primero como un monstruo en Final Fantasy II, ya que las invocaciones no aparecerían hasta su secuela. A partir de entonces es una serpiente marina que desata el poder de los océanos. Es uno de los casos donde su diseño, a pesar de sus numerosas apariciones, ha permanecido consistente.
El leviatán es una bestia marina bíblica basada en el relato del monstruo Lotan, derrotado por el dios Hadad. A su vez forma parte de un motivo mítico común: la batalla entre el orden y el caos. Un héroe o dios de la tormenta por un lado, como Ninurta, Marduk, Tarhunt, Thor, Zeus o Susano, y una bestia marina, frecuentemente policéfala, como Asag, Tiamat, Illuyanka, Jörmungandr, Tifón o Yamana no Orochi, al otro.
En los juegos, Bahamut suele ser un dragón negro que habita sobre las nubes y emite un haz de energía no elemental hacia el enemigo. Es habitual que sea el líder de las invocaciones o tenga una participación fundamental en la historia.
Como el leviatán, sus orígenes son bíblicos. Concretamente se basa en el bégimo, base para un monstruo recurrente en la saga. El bégimo es un enorme y musculoso herbívoro que, como el leviatán, representa el caos. Sin embargo, en las fuentes árabes se trata de un colosal pez o ballena que soportaba un toro, que a su vez soportaba un rubí donde se situaba un ángel que levantaba el mundo. Según las fuentes, hay discrepancias entre el nombre del toro, si lo que soporta es una roca o un rubí y las comparaciones usadas para demostrar la inmensidad del pez. En la tradición árabe, la ballena también puede llamarse Liwash, Nun o Lutiaya. En este caso, el toro sería Bahamut (que tendría más sentido teniendo en cuenta de dónde viene), Talhut o Liyona y estarían sobre un mar enorme en una roca hueca.
En la saga principal, Asura tan solo ha aparecido en Final Fantasy IV como reina de los eidolones. Según la cara mostrada, otorgaba una bendición en forma de hechizo de magia blanca. Se muestra como una mujer en posición de meditación, con tres caras y cuatro o seis brazos.
En la mitología hindú, el concepto de asura ha cambiado con el tiempo. Antiguamente eran señores de sus respectivos dominios, igual que en otras culturas había dioses del rayo, el cielo o las aguas. Podían ser buenos o malos, pero eventualmente se usó el término asura solamente para referirse a los malos, mientras los buenos eran los devas. Estos vivían en eterno conflicto. Ambos aparecían también en el budismo, de donde el juego toma la imagen. En el budismo son deidades o semidioses de bajo rango que se dejan llevar por todo tipo de pasiones.
En los juegos, sílfide es un hada que absorbe la vida de los enemigos para proporcionárselos al grupo.
Las sílfides son uno de los cuatro elementales descritos por Paracelso. En concreto, se trata del elemental invisible del aire. Aunque influyó en la literatura ocultista posterior, dada la falta de precedentes y su aspecto invisible, no tiene una apariencia determinada.
En la saga, es un pequeño cuadrúpedo verde o azulado de cola, orejas y/o melena frondosas cuyo nombre proviene de la gema de su frente. Suele conjurar el hechizo Reflejar sobre el equipo, pero también puede aplicar Prisa o Freno.
Se basa en el folclore minero del norte de Chile, que desde principios del siglo XVII hablaba de una pequeña criatura con un espejo en su frente que brillaba como un carbón ardiente. La mitología chilota la describe como un gato, perro o bivalvo con una luz roja que puede servir como guía a tesoros ocultos.
El fénix, al igual que el objeto cola de fénix, revive a los miembros caídos del grupo, pero también inflige daño elemental de fuego al enemigo. Suele aparecer como un ave de fuego con plumas de colores.
Como ya se dijo en la entrada del fenghuang, se trata de un ave milenaria que viene de un reino lejano y muere junto a su huevo, dándole el calor para que este nazca. Su aspecto es variado, ya que las fuentes suelen aportar nuevos detalles. No obstante, coinciden en la mezcolanza de partes de aves.
Alejandro es un robot gigante, cuyo tamaño, blindaje y armamento lo convierten en una fortaleza inexpugnable. Ataca con una ráfaga de luz que provoca daño sagrado.
Aunque el nombre se debe a Alejandro Magno, la idea de la fortaleza se basa en las puertas caspias, unas murallas que habría construido para evitar la invasión de los pueblos bárbaros Gog y Magog del norte. Según el Corán, habría sido construida con hojas de hierro incandescente.
En los juegos, el kirin es una criatura con cabeza de dragón chino y, normalmente, cuerpo de caballo. Su poder es activar la regeneración del grupo.
Se basa en el quilin, una criatura mítica china que auguraba paz y prosperidad, siendo capaz de caminar delicadamente sin dañar a ningún ser vivo. Se cree que podría haber sido una jirafa. Kirin sería el nombre japonés de la criatura.
Como el fénix o el kirin, la representación del unicornio es la habitual. Su habilidad cura, elimina estados alterados y disipa otros hechizos aplicados, como los escudos, barreras o reflejos. Esto se debe a que el unicornio, y especialmente su cuerno, se consideraban una panacea.
En los juegos se trata de un toro con múltiples cuernos y ojos que inflige una secuencia de daños elementales de distinto tipo. Se trata del toro situado sobre Bahamut en la tradición islámica. Con su aliento controlaría las mareas y poseería decenas de miles de ojos, patas, lenguas, orejas, cuernos o bocas. Su nombre podría ser una corrupción del leviatán.
Se trata de una masa violeta con bocas en posiciones opuestas, ojos pequeños y brazos gruesos que se caracteriza por expulsar a los oponentes con un resoplido, aunque también inflige varios hechizos elementales como Kujata.
En la mitología griega, Tifón era el temible oponente de Zeus y padre con Equidna de muchos de los monstruos clásicos, como la hidra, cerbero o la quimera. Como el leviatán, forma parte del motivo del chaoskampf. Al igual que todos sus equivalentes, acabó derrotado y expulsado al Tártaro.
Se trata de una criatura verdosa que parece un cruce entre un ave y un nudibranquio que sustituye a Ramuh como elemental de rayo. Se basa en Quetzalcóatl, la deidad nahua a del viento y la sabiduría. Es el equivalente al Kukulkan, Q'uq'umatz o Tohi mayas, ya que parecen partir de una deidad común, la Serpiente Emplumada que ya veneraban los olmecas (1400-400 a.C.). Existió la creencia de que lo mexicas consideraban a Hernán Cortés como la encarnación de Quetzalcóatl, pero es un relato muy posterior a la conquista.
En Final Fantasy VIII, Edén es una plataforma voladora, como un platillo volante, con un apéndice alado. En general, su diseño combina elementos angelicales y futuristas. Su ataque consiste en un ataque lumínico de escala cósmica que desestabiliza el núcleo de la galaxia y rompe con los límites de daño. En otras palabras, deja en ridículo al resto de invocaciones, aunque en la práctica no sea la que más daño sea capaz de provocar.
Como ocurre con Diablo, es obvio que se basa en el jardín del Edén. Este es el paraíso terrenal donde vivían Adán y Eva antes de ser expulsados por consumir el fruto prohibido del conocimiento.
En Final Fantasy IX, Pandemónium es una criatura antropomorfa con unos tubos que conectan con un saco flexible. Su habilidad consiste en absorberlos por uno de ellos, inflando el saco, y expulsarlos en un tornado por otro.
Su nombre se basa en la capital del infierno en la obra Paraíso perdido de John Milton, construida por los demonios en una hora pero aún así pequeña para albergarlos a todos.
Realmente se trata de varias invocaciones, cada una con un aspecto y sexo diferente. En Final Fantasy VI, es el padre de Terra, recuerda a Ifrit con cuernos más pequeños y sin colmillos e inflige daño no elemental. Sin embargo, en otras entregas parece un león bípedo con alas que inflige daño sagrado, salvo en Final Fantasy Tactics Advance, que es azul y apenas se distingue una cabeza más alargada.
Si bien en otros casos la inspiración es obvia, en el caso de Madine realmente no se tiene certeza de dónde parte. Se ha interpretado que puede ser Máel Dúin, protagonista de Immram Maele Dúin, un romance irlandés similar a la Odisea.
Como invocación, Valefor es una dragona enmascarada que recuerda a un gallo de pelea. De hecho, ataca con sus talones o alas. En la demonología, se trata de un duque del infierno, demonio de los ladrones y bandoleros que puede ser invocado para obtener su protección.
En Final Fantasy X, Ánima es una humanoide cuyo cuerpo está enterrado en el suelo, ocultando su otra mitad, otro cuerpo invertido, recordando a la forma final de Ultimecia. Ambas partes están envueltas en lo que parece una planta carnívora y atada en cadenas. Ataca con su propio dolor, inflingiendo el efecto muerte, o con una ráfaga de puñetazos de su mitad inferior.
Probablemente, teniendo en cuenta su nombre, temática y que también es una mujer, Ánima se base en el Ánima Sola. Se trata de un alma en el purgatorio, representada entre las llamas y con grilletes, cuyas cadenas están rotas simbolizando que su sufrimiento es temporal.
En los juegos, Belias suele ser un gigante de cuatro brazos con pelo corporal abundante y máscaras y patas de carnero. Se basa en Belias o Belial, nombre del diablo, asociado a la oscuridad y al mal ( 2 Corintios 6:14-15) debido a la influencia del zoroastrismo sobre los judíos. No obstante, sus rasgos de carnero hacen referencia a Aries, dado que las invocaciones del mundo de Ivalice hacen referencia al zodiaco.
En los juegos, Adrammelech es una enorme cabra humanoide con el poder del rayo. Se basa en la deidad homónima de Sefarvaim mencionada en la Biblia ( 2 Reyes 17:31), que habría sido venerada junto con Anamelech y a quienes se les habría sacrificado niños. No obstante, se cree que posiblemente fuera una deidad solar. En la tradición cristiana se consideró un demonio. Según el Diccionario infernal, era canciller de los bajos fondos, intendente del vestuario del soberano demoniaco y presidente del consejo superior de demonios
Zalera es un ente alado con cráneo expuesto que en una de su alas presenta la mitad superior de una mujer. Teniendo en cuenta que su habilidad inflige el estado Muerte, que su epíteto es "el ángel de la muerte" y su nombre es un anagrama de Azrael, es probable que estos detalles se inspiren en el ángel de la muerte abrahámico.
Shemhazai tiene el aspecto de una mujer con ballestas por manos y un casco aparentemente sostenido por su melena. Comparte el nombre con uno de los vigilantes, los ángeles que descendieron a la Tierra y procrearon con las mujeres humanas para generar a los nephilim.
Invocación elemental de tierra presentada como un humanoide con cara de león, pezuñas y dos grandes garras en lugar de manos. Su nombre se basa en la orden angelical de las Dominaciones, que regulan las obligaciones de los ángeles inferiores, y cuyo nombre judío es Hashmalim.
En los juegos, Cúchulainn se muestra siempre como un humanoide obeso y terrorífico, ya sea con una cruz que le atraviesa el cuello o una cicatriz que le abre el vientre. Se basa en el semidios del ciclo de Úlster distinguido por en frenesí de batalla, que lo transforma en una criatura amorfa y incapaz de distinguir entre amigo y enemigo, y que recibió su famoso nombre tras matar al feroz perro guardián de Culan. Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, muere joven debido a que es debilitado al comer, por cortesía, carne de perro. Esta oportunidad es aprovechada por sus enemigos pero, a pesar de ello, consigue atarse a una piedra para morir en pie, sin darles la espalda.
En Final Fantasy XIII, Brunilda es un robot rojo, capaz de convertirse en motocicleta, con una maza que dispara. En la mitología nórdica, Brunilda es una valquiria en la Saga de los volsungos que pudo surgir a partir de la princesa visigoda, nacida en Toledo, Brunegilda de Austrasia (543-613). Según el mito, tras matar al dragón Fafnir, Sigurd la encuentra dormida con su armadura, despertándose cuando se la quita. Aunque la historia tiene variaciones que alteran su interpretación, coinciden en que Sigurd la engaña para que se case con el rey burgundio. Tras una pelea con la esposa de Sigurd, desea que lo maten, pero, en algunas tradiciones, se suicida cuando este muere.
En Final Fantasy XIV, Ravana se presenta como un humanoide insecto con alas y cuatro brazos en los que porta espadas. Su nombre se basa en el rey ráksasa de Lanka en el Ramayana, que secuestró a Sita, esposa de Rama, séptimo avatar de Visnú. Al realizar una penitencia de diez mil años, Brahma lo bendijo, haciéndolo invulnerable al ataque de dioses, humanos o demonios. Sin embargo, al ser la encarnación de Visnú, Rama es capaz de matarlo.
Zurvan se muestra como un ser mitad escorpión, mitad ángel, con brazos en vez de pinzas. Su nombre se basa en el dios principal del espacio y del destino del zurvanismo del que habrían surgido Ahura Mazda y Angra Mainyu, la dualidad del zoroastrismo.
En Final Fantasy XIV, Susano aparece como un clásico caballero medieval, aunque con cintura de avispa y hombros sobredimensionados. En sintoísmo, Susano es el dios de las tormentas y el mar, además del hermano de Amaterasu y Tsukuyomi. Cuando fue expulsado del cielo tras los enfrentamientos con su hermana, conoció a una pareja de ancianos que había perdido a siete de sus ocho hija por culpa del dragón Yamata no Orochi. Incitando a los ancianos a preparar sake, lo usó para emborrachar al dragón y cortarlo mientras dormía, descubriendo la espada kusanagi en su cola.
En Final Fantasy XIV, Tsukuyomi aparece como una mujer frente a una Luna menguante, con una mitad del cuerpo negra y la otra blanca. En el sintoísmo, Tsukuyomi era el dios de la Luna. También enfureció a su hermana Amaterasu, ya que mató a la deidad Ukemochi, divinidad de la comida. El motivo es que consideraba asquerosa la manera en la que generaba el alimento, ya que escupía peces en el mar, presas en el bosque, tosía cuencos de arroz en el campo e incluso se decía que extraía alimento de sus fosas nasales y ano.
- Van der Toorn, K., Becking, B., & Van Der Horst, P. W. (1999). Dictionary of Deities and Demons in the Bible. Wm. B. Eerdmans Publishing.
- Black, J., & Green, A. (1992). Gods, Demons and Symbols. Ancient Mesopotamia, London.