Un informe de la Universidad de Cambridge publicado en el segundo semestre de 2015 ponía cifras al innegable crecimiento protagonizado por las formas de financiación alternativas frente la banca tradicional. En toda Europa, el crédito alternativo movió un total de 2957 millones de euros en 2014, significando un incremento del 146% desde 2012. En territorio español, se trató de 62 millones durante ese ejercicio, con un aumento algo superior, del 152%.
De entre todas las modalidades de financiación alternativa, una de las que más despunta es la del crédito entre particulares, el P2P. En Europa esta práctica movió 274,6 millones en 2014 respecto los 62,5 de 2012 –cuando se empezaba a popularizar- significando un aumento del 113%.
En España es ahora cuando esta metodología empieza a cobrar un protagonismo significativo, captando cada vez más la atención, no sólo de aquellos que requieren de financiación, sino también de los particulares que quieren dar un movimiento seguro y rentable a sus ahorros, manteniéndose al margen de la banca tradicional.
Préstamos P2P
Los préstamos entre particulares son un método de financiación que se da entre personas requeridas de dinero y otras que están dispuestas a prestarlo. A parte de dejar de lado la estructura bancaria tradicional, este método se presenta como una alternativa atractiva debido a que suele ir acompañado de intereses más bajos que la de los créditos usuales.
En lo que se refiere a los prestamistas, también tiene ventajas, tales como que acostumbran a conseguir una rentabilidad por encima de la media y se puede diversificar el riesgo, debido a que la volatilidad de los préstamos P2P suele ser menor que la del resto. Se trata de una operación primordialmente segura para quien presta el dinero, siempre y cuando se realice con la mediación adecuada.
Además de facilidades a la hora de retornar el préstamo y de significar una inversión muy segura para quien lo facilita, este tipo de créditos también se enmarca en un contexto de cooperación social. Ante el endurecimiento de las condiciones por parte de la banca tradicional para acceder al crédito, el préstamo entre particulares rebaja los requisitos. Y es que, aunque se trate de una manera de mover ahorros para los prestamistas, no se debe olvidar que es una manera de permitir que quien tiene las puertas cerradas de los bancos, pueda acceder a un dinero del que tiene necesidad.
Banco P2P, un intermediario seguro
Banco P2P es una plataforma intermediaria para este tipo de transacciones que ofrece una gestión de los ahorros “rentable, transparente y garantizada”. Las operaciones se realizan ante notario y se comprometen a mantener a los prestamistas en total control sobre su inversión, ya que en ningún momento del trámite el Banco P2P será el destinatario del dinero prestado.
El proceso de inversión se adecua al cliente que preste el dinero; dependiendo de la cantidad que se esté dispuesto a depositar, se buscará una operación adecuada a las “necesidades, términos de importe y plazo”, garantizando siempre la máxima seguridad, pues “toda inversión que pensemos que corre riesgo de impago es inmediatamente descartada”, afirman.
El cliente puede escoger en quién invertir de entre todos los solicitantes disponibles en la plataforma (se trata primordialmente de personas que, debido a la situación crediticia no pueden obtener dinero de la banca tradicional y el préstamo para los cuales tendrá un uso importante, no de consumo como puede ser la compra de un vehículo o la reforma de una casa). Una vez establecida la relación, el prestamista irá recibiendo los intereses mes a mes durante el plazo de devolución, que suele oscilar entre uno y cinco años.
De esta manera, el Banco P2P asegura un seguimiento durante toda la etapa del préstamo, atendiendo las dudas de ambas partes para garantizar un buen movimiento de los ahorros de una de ellas, así como una correcta administración del crédito de la otra.