Toledo tenía derecho a diez actas de diputados en las elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931.
Toledo tenía derecho a diez actas de diputados en las elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931. En este artículo estudiamos a los elegidos.
Perfecto Díaz Alonso del Partido Radical fue el candidato más votado con 54.031 votos. Al parecer, el diputado provenía del federalismo de Pi i Margall para luego terminar en la formación de Lerroux. Díaz Alonso lideró una de las dos grandes ramas del republicanismo en la ciudad, la que procedía de la Primera República frente a las nuevas tendencias y formaciones surgidas en la crisis de la Dictadura de Primo de Rivera y en la época del gobierno Berenguer.
El socialista Fermín Blázquez Nieto (1882-1946) fue el segundo candidato más votado con 53.214 sufragios. Era natural de la provincia de Salamanca. Entró a trabajar muy joven en una colchonería madrileña y luego en Santander en el mismo oficio.
Ingresó en la Agrupación Socialista de Santander en 1905 y colaboró en crear las Juventudes Socialistas en Cantabria, aunque regresó muy pronto a la capital española para seguir en su oficio y organizar el sindicalismo socialista entre los colchoneros madrileños, además de desempeñar altas responsabilidades en la organización sindical de dependientes de comercio y en las Juventudes Socialistas, ya que llegó a presidir su Comité Nacional en 1911 y 1912.
También dirigió distintas publicaciones periódicas, y fue redactor de El Socialista. Asistió a distintos Congresos de la UGT y del PSOE, representando a varias federaciones y agrupaciones. Fue muy activo en la Casa del Pueblo de Madrid en diversas ocupaciones y responsabilidades. Repitió como diputado por Toledo en 1933.
En ambas legislaturas trabajó en las áreas de Agricultura y Economía. En la guerra civil desempeñó cargos en el Servicio de Investigación Militar. Pudo salir en el Stanbrook desde el puerto de Alicante con dirección a Orán. Allí siguió militando intensamente en el socialismo hasta que falleció en dicha ciudad argelina.
El tercer candidato elegido fue el miembro del Partido Radical Socialista, José Ballester Gozalvo, que consiguió 52. 276 votos. Natural de El Cabanyal, donde nació en 1893, fue un destacadísimo republicano por sus distintas facetas y responsabilidades.
Estudió Magisterio y Derecho, y en los años veinte fue catedrático de las Escuelas Normales de Segovia y Toledo, destacándose como un intenso defensor de la renovación pedagógica y de la función social de la educación. En Toledo desarrolló una intensa preocupación social, ya que se dedicó a defender como abogado a los más humildes, y se vinculó al republicanismo de izquierdas.
Fue elegido alcalde en las elecciones municipales de abril de 1931, aunque dimitiría muy pronto para entrar al servicio de las Misiones Pedagógicas. Fue nombrado director general de Primera Enseñanza. Ballester Gozalvo ingresó en la masonería, y por ello sería procesado en rebeldía por el franquismo. Terminaría en Izquierda Republicana como muchos de sus compañeros más progresistas del Partido Radical Socialista.
En el exilio fue ministro de Exteriores de la República, presidente de Izquierda Republicana y de la Liga Española de Derechos Humanos. Se distinguió como un infatigable luchador contra el franquismo desde París, llegando a escribir a De Gaulle y Eisenhower para que no contemporizasen con el dictador. Murió en 1970 en la capital francesa.
El cuarto candidato elegido pertenecía a la lista del Partido Radical Socialista, aunque como independiente, y sacó 51.663 sufragios. Estamos hablando de Emilio Palomo Aguado. Nacido en 1898 en Santa Cruz de la Zarza se significó como republicano en la Dictadura de Primo de Rivera. Fue detenido y encarcelado por la sublevación de Jaca, compartiendo prisión con parte del Comité Revolucionario.
En esa época publicó dos obras, Dos ensayos de Revolución. ¿España en marcha?, y un trabajo sobre la cuestión agraria en la revista Cuadernos de Cultura. El 16 de abril fue nombrado gobernador civil de Madrid. Desempeñó distintos puestos en la alta administración hasta que Martínez Barrio le nombró ministro de Comunicaciones en octubre de 1933, aunque solamente estuvo dos meses en el cargo. En las elecciones de 1936 volvió a ser elegido diputado por Toledo, pero en las filas de Izquierda Republicana. Desde junio de 1936 hasta el final de la guerra fue presidente del Tribunal de Cuentas.
Pudo exiliarse en México, trabajando en la sección en dicho país del JARE de Indalecio Prieto, es decir, en la Junta de Auxilio de Exiliados españoles, pero cesó en enero de 1940 cuando estalló el escándalo sobre la apropiación de parte del famoso tesoro del Vita, el barco que llevaba los valores de la Caja General de Reparaciones, en medio de las disputas entre Prieto y Negrín, que dirigía el SERE (Servicio de Evacuación de los Republicanos españoles). Palomo Aguado fue masón. Se trasladó a Cuba, pero al triunfar la Revolución de Castro se marchó a los Estados Unidos. Murió en Miami en el año 1964.
Anastasio de Gracia Villarrubia del PSOE fue el quinto candidato más votado por Toledo, sacando 51.624 sufragios. Era natural de la localidad toledana de Mora donde nació en el año 1890, aunque se trasladó a Madrid para trabajar como albañil.
En 1903 ya estaba afiliado en la Sociedad de su oficio y diez años después lo haría en la Agrupación Socialista Madrileña. Tuvo un gran protagonismo el ramo sindical de la construcción en la capital, y asistió a diversos Congresos de la UGT y del PSOE. Fue diputado durante toda la República: en el año 1931 por Toledo, en las elecciones de 1933 lo sería por Madrid capital y, por fin, en las elecciones de febrero de 1936 salió por Granada. En las Cortes trabajó especialmente en asuntos de Trabajo y Economía. Fue miembro de las Comisiones ejecutivas del PSOE y de la UGT.
En la guerra fue nombrado ministro de Industria y Comercio en el primer Gobierno de Largo Caballero, y ministro de Trabajo y Previsión en el segundo Gobierno del líder socialista. En la época de Negrín fue comisario político en cuestiones de armamento. Se exilió en Santo Domingo y luego en México, destacando en el Círculo Pablo Iglesias y en la UGT. Murió en 1981.
El sexto candidato elegido en Toledo fue el radical Pedro Riera Vidal, que obtuvo 50.782 votos. Era maestro y había sido director de las escuelas del Ateneo Obrero Manresano. Fue becario de la Junta de Ampliación de Estudios en diversos países europeos donde conoció distintas formas de organización escolar, así como el material de enseñanza y el mobiliario. También fue inspector de Primera Enseñanza.
En esta responsabilidad obtuvo otra beca para el extranjero que le permitió completar su formación. En política Riera era del sector del histórico Perfecto Díaz Alonso dentro del radicalismo toledano, es decir, del sector más histórico del republicanismo. Pedro Riera publicó una conocida guía artística ilustrada de Toledo.
El séptimo candidato elegido con 50.740 votos fue el socialista Domingo Alonso Jimeno. Nació en Pulgar (Toledo) en el año 1882. Era tipógrafo de profesión, aunque de muy joven trabajó como jornalero. Creó una imprenta en la Casa del Pueblo de Toledo. Se da la circunstancia que fue uno de los fundadores de dicha Casa. Además, dirigió el semanario obrero El Heraldo de Toledo.
Entre 1924 y 1927 fue concejal en el Ayuntamiento de la ciudad, cargo que repitió gracias a las elecciones de 1931.
Alonso Jimeno fue un intenso socialista que presidió la Agrupación de Toledo y se dedicó a expandir el socialismo por toda la provincia. En las Cortes perteneció a la Comisión de Guerra. Fue herido gravemente el 26 de julio de 1936 cuando la Guardia Civil le tomó como parapeto en la toma del edificio de Correos. Fue trasladado a Madrid para morir unas semanas después.
Félix Fernández Villarrubia, también del PSOE, fue el octavo candidato elegido por Toledo con 50.286 votos. Nació en Toledo el 20 de noviembre de 1886. Era empleado y trabajó dos décadas haciendo moldes para clavos.
Su vida cambió cuando fue elegido concejal del Ayuntamiento de Toledo en 1916, el primer edil socialista en dicha corporación. A partir de entonces adquirió un gran protagonismo en el seno de la familia socialista toledana, ya que sería presidente de la Sociedad de Electricistas, de la Casa del Pueblo y de la Agrupación Socialista de Toledo.
Representó a los socialistas toledanos de la capital y de otras localidades de la provincia en distintos Congresos entre 1919 y 1928. En el seno del PSOE se le puede considerar afín a las tesis de Indalecio Prieto.
También estuvo presente en el Congreso Extraordinario de la UGT de 1927 como delegado de los obreros electricistas toledanos. Fernández Villarrubia representó a la UGT desde 1923 en la Comisión Paritaria del Instituto Nacional de Previsión de Toledo. En tiempos de la República sería consejero delegado de la Caja Regional de Previsión Social y de la Comisión Asesora Nacional Patronal y Obrera del Instituto Nacional de Previsión.
En el Congreso perteneció a la Comisión de Presidencia. En 1934 pasaría a militar en la Agrupación Socialista Madrileña. En la guerra trabajó en Madrid al frente de la Azucarera de La Poveda como presidente de su Consejo de Administración por nombramiento del ministro de Industria y Comercio Anastasio de Gracia.
En esa responsabilidad se encontraba cuando las tropas franquistas entraron en la capital. Nuestro protagonista fue condenado a cadena perpetua. Estuvo en Yeserías y Ocaña. Sufrió una terrible tortura que le hizo perder un ojo. Murió en Madrid, ya en libertad vigilada, el primero de mayo de 1949.
Los dos últimos candidatos elegidos en Toledo lo fueron en las filas de Alianza Nacional, Dimas Madariaga Almendros con 31.576 votos, y Ramón Molina Nieto con 29.429 votos. Madariaga era natural de Corral de Almaguer. También fue diputado en 1933 y en 1936. Tuvo un gran protagonismo en la CEDA, ya que llegó a ser su vicepresidente.
En las Cortes fue elegido secretario. Madariaga se significó en el parlamento por su oratoria. Fue director de El Defensor de Cuenca. Al estallar la guerra, estando de vacaciones en Piedralaves (Ávila) fue denunciado. Madariaga huyó al monte, pero fue localizado y detenido.
Fue asesinado junto al joven falangista Francisco Cela Cela, amigo personal de José Antonio Primo de Rivera. Fueron enterrados en una fosa común del cementerio de la localidad abulense. En 1959, los restos de Madariaga pasaron al Valle de los Caídos.
Por su parte, Ramón Molina Nieto consiguió 29.429 votos. Molina era sacerdote y canónigo de la Catedral de Toledo. Volvería a ser diputado en 1933 y 1936 por la CEDA. Dirigió el periódico toledano El Castellano, que tenía una edición semanal para Talavera de la Reina.
Dimas Madariaga y Ramón Molina publicaron en octubre de 1931 un Manifiesto dirigido a sus electores en el periódico católico El Debate, en defensa de la importancia de la religión en la sociedad y planteando los peligros que acechan a la misma cuando se imponía el laicismo.
Eduardo Montagut 19 de Abril de 2017 (17:29 h.)https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/primeros-diputados-republica-toledo/20170419172901138940.html&version;
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