El mencionado don Alvaro de Loaysa casó con doña Catalina Manrique de Ayala, hija de los condes de Fuensalida; tanto el conde como su esposa llevaban la sangre de familias Nobilísimas.
El conde era nieto de un duque de Béjar; la condesa, hija de don Luis Fernández Manrique, marqués de Aguilar de Compóo, y de doña Ana Pimentel, hija del conde de Benavente, Grande de España
GENEALOGIA y ESTIRPE DEL NOBLE LINAJE DE LOS LOAY - SAS y EN PARTICULAR DE LOS SEÑORES DE GUERTA y VALDECARABANOS, QUE TIENEN SUS CASAS EN TALAVERA
Los Loaysas, ilustres caballeros. En España traen su origen y principio (según he podido colegir de historias y papeles antiguos) de la sangre real de Inglaterra, en el principado de Gales.
Las armas de este principado y de sus príncipes fueron una rosa encarnada en campo blanco; y cinco de la misma color en el mismo campo son las de los Loaysas, en estaforma: Vinieron estos caballeros al reino de Francia; ocupólos el Rey en muchos y señalados cargos de paz y de guerra, conaturalizándose en aquel reino, a cuya causa los sucesores de los primeros se llamaron Jofré, que es nombre francés. [espacio en blanco para el dihujo del hlasón].
En tiempo de Carlm' IX, rey que fue de Francia, se conjuraron contra él muchos de su reino y cometieron la ejecución de sus intentos a dos caballeros, los cuales entrando en la cámara real con sus espadas desnudas pretendieron quitarle la vida.
Hallase en esta ocasión al lado del rey un doncel cuyo nombre era Jofré de Gales, que poniendo mano a la suya, se opuso a los traidores, y peleando como esforzado y valeroso caballero, recibiendo muchas y mortales heridas, defendió su Rey, a pesar de los alevosos pechos. Asi lo dice Pedro .. .ique y Pedro Antón Beuter en muchas partes de su Historia de los Condes de Barcelona.
Quedó justamente agradecido el Rey al servicio y lealtad que a costa de su sangre y vida había hecho Jofré de Gales. Agradecido, hizo grandes mercedes a su padre y hermanos (que el doncel murió en la demanda), y entre otras le dio un privilegio, que solo los de este linaje y no otros pudiesen entrar en la real cámara con armas. Colfgese de papeles antiguos que he visto, y de la común tradición que hay en este caso.
Ansimismo quiso el rey que, dejado e/nombre de Gales, derivado del principado donde eran naturales, se llamasen Loaysas, apellido de alabanza, nombre francés derivado de la palabra latina "laus", que en castellano suena lo mismo que "estirpe loable" en valor y en lealtad.
Acrecentó asimismo sus armas, orlando las ro - sas de sus medias flores de lis, y por timbre, un brazo con una espada desnuda, significando en el/a el oportuno socorro y la vida de que se reconocía deudor.
El primero que vino a España de este linaje fue fofré de Gales y Loaisa, sobrino de fofré de Gales (aquel doncel que murió en defensa del Rey de Francia), hijo de un hermano suyo.
Pobló en Murcia, después de haberse hallado en su conquista, cuya memoria se halla haciéndose relación de él en el Libro de la población de Murcia, en la hoja primera; y en la veinte y cuatro se halla a Garci fofré, y folio cincuenta y ocho del mismo libro se hace mención de don fofré de Berenguer y fofré de Loaysa.
Este caballero fofré de Gales y Loaysa casó con doña facometa, natural de Hungría, si bien descendía de los reyes de Francia: así lo refiere la Historia de Murcia, folio 341; de donde se colige la gran calidad de la autoridad grande y los altos mere - cimientos de fofré de Gales, que a no ser tantos y tales, no se casara tan altamente.
Sirvió al Rey don Alfonso el Sabio, como consta de toda su historia, acompañándole en todas ocasiones en paz y guerr a. Vinieron en servicio del Rey a la ciudad de Burgos, y a poco tiempo le dio una enfermedad a fofré de Gales, de que murió.
Asimismo murió su mujer en la misma ciudad. Están sepultados en una capilla suya en el Real Convento de las Huelgas, donde se ve su sepulcro, y en una piedra esculpidas estas letras:
AQU/ YACE EL NOBLE CABALLERO DON fOFRE DE LOAY - SA Y LA NOBLE DUEÑA SU MUJER fACOMETA.
Tiene este sepulcro dos escudos de armas, uno con las cinco rosas
de los Loaysas, y otro con una flor de lis en medio y sus medias lises, tres arriba, dos a los lados, y una abajo, que son las reales de Francia, de donde Jacometa descendía. De Jofré de Gales y Loaysa y Jacometafue hijo Garcijofré de Loaysa, adelantado mayor del reino de Murcia y Copero mayor del Rey don Alfonso el Sabio, y su testamentario.
Así lo dice ellicenciado Francisco de Cascales, en la Historia que escribió de los linajes de Murcia, folio 342, en la casa y linaje de los Loaysas, y el doctor Salazar de Mendoza en su Historia donde trata De las dignidades seculares de Castilla y León, en la vida del Rey don Alonso el Sabio, en el libro IlI, capítulo 1, folio 78, donde dice que entre otros ricoshombres que confirman el privilegio que tiene Sevilla de sus libertades, es uno de ellos Garcijofré de Loaysa .. fue copero del rey don Alonso el Sabio.
Que fuese su testamentario se colige con evidencia en la Crónica de este Rey, donde está otorgado su testamento en Sevilla, a ocho de noviembre era de mill y trescientos y veinte y uno, ante Juan Andrés, escribano del Rey.
Con probabilidad se colige que Garcijofré de Loaysa casó con doña Urraca, hija del dicho don Alonso el Sabio, habida en doña María Guillén de Guzmán. Así lo da a entender el doctor Salazar de Mendoza en el origen de las dignidades seculares, libro tercero, capítulo primero, folio setenta y tres.
No lo dice con expresas palabras pero dice que esta señora casó en Murcia con un gran caballero, y en aquella ocasión no había otro más noble en Murci a que Garci Jofré, con quien pudiese casar. También se colige de las muchas mercedes que le hizo el dicho rey don Alonso el Sabio, como tenemos visto.
Garci Jofré de Loaysa y doña Urraca tuvieron por hijo a Garci Jofré de Loaysa, señor que fue de la villa de Pretel, en el reino de Valencia, raya de Castilla, junto al marquesado de Villena. Por este señorío se llamaron algunos de esta casa Pretel.
(Su asiento en tierras toledanas) De este caballero muerto por la crueldad del Rey don Pedro quedaron un hijo y dos hijas.
La mayor se llamó doña Catalina de Loaysa; casó con don Garda Alvarez de Toledo, primer señor de Oropesa, maestre de Santiago (1358-1366): así lo dice el doctor Jerónimo de Gudiel en el Compendio de los Girones, árbol veinte y tres, y Alonso López de Haro en su Nobiliario Genealogial de los Reyes y t{rulos de España, segunda parte, libro sexto, capítulo treinta y dos,folio cuarenta y uno.
De estos señores don Garda Alvarez de Toledo y doña Catalina de Loaysafue hijo primogénito el segundo señor de Oropesa, don Fernando Alvarez de Toledo, que sirvió al rey don Juan el 1 Y casó con doña Elvira de Ayala, hija del señor de Cebolla Diego López de Ayala y doña Teresa de Guzmán; de quién descienden por línea recta los condes de Oropesa, cuyo octavo nieto fue don Fernando Alvarez de Toledo, sexto conde de Oropesa, que casó con doña Menda Pimentel, hija del conde de Benavente, que posee hoy el estado por muerte de su marido y por la pequeñez de su hijo. Las armas de estos caballeros son estas (espacio en blanco).
Doña Marfa de Loaysa, segunda hija del señor de Pretel muert o por la crueldad del Rey don Pedro, casó con don Luis de la Cerd a, señor de Escalona, de la casa de los duques de Medinaceli; y por morir sin sucesión, heredaron este señorío y casa los duques de Medinaceli: así lo dice Haro en su Nobiliario, primera parte, libro primero, capítulo once,folio ochenta y seis. Otros dicen que volvió al patronazgo real. Las armas de los de Medinaceli son las siguientes (espacio en blanco). Alvar Núñez de Loaysafue hijo mayor de Garcijofré de Loaysa.
Tuvo Alvar Núñez tres hijos. El mayor y sucesor de su casa fue Diego de Loaysa; de los demás caballeros descendientes de este señor de Pretel y de los hijos de Alvar Núñez, que son muchos y muy ilustres en nuestra España, no trataré por ahora: solo es mi propósito seguir la línea del dicho Diego de Loaysa, como el principal y mayor y cabeza de todos.
Diego de Loaysa fue el primero que pobló en Talavera de la Reina y el séptimo abuelo de don Alvaro de Loaysa y Ayala, caballero de la orden de Alcántara, señor de Huerta, cabeza y pariente mayor de este real y antiguo apellido de Loaysa.
Fue Diego de Loaysa gran caballero en servicio del rey don Enrique ellII, como lo dice la Historia del Rey don Juan el segundo en la vida del mismo don Enrique, y el que llevó la mayorfa por línea recta, sucesor a sucesor, y descienden de él, como se verá, todos los Loaysas de esta casa descendientes del señor de Pretel, sin que haya habido interpolación ni se haya conocido transversal ninguno en esta ilustrísima casa, que hoy posee don Alvaro de Loaysa, pues, como hemos visto y dice Zurita en el tomo segundo de sus Anales, libro nono, capítulo 22,folio 293: "Del último señor de Pretel, que fue muerto por mandado del Rey don Pedro El Justiciero de Castilla, heredó esta casa y mayorazgo Alvar Núñez, y este Alvar Núñez tuvo por hijo mayor a Diego de Loaysa, el cual hizo su asiento en Talavera".
Luego sin duda que los de Talavera son la cabeza y son la cepa del árbol tan copioso y de tan altos frutos Loaysas. Volviendo a mi propósito, digo que Diego de Loaysa, primer fundador en Talavera, tuvo por hijo a Fernán Jofré de Loaysa, el cual, como su padre, hizo su asiento en la dicha villa.
Fue gran Caballero en la disciplina militar, guardando el ilustrfsimo nombre y loable estirpe de sus mayores con todo lucimiento y ostentación de su persona.
Alcanzó los tiempos de Don Juan el lI. Fernán Jofré de Loaysafue padre de Garcijofré de Loaysa, como consta de un sepulcro que está en la iglesia mayor de la dicha villa de Talavera, en la capilla de San Juan Evangelista, alIado de la epístola, que viene a ser el lado derecho de la capilla mayor, en un arco que sustenta dos columnas de piedra negra, donde se ven dos escudos de Loaysas; sepulcro labrado con primor, cenizas que indican la nobleza de sus dueños; urna negra, si bien sustentada de leones de mármol blanco, esculpidos en ella en debida proporción escudos de rosas con un letrero por orla, la que dice así:
AQUl YACE EL HONRRADO GARCI JOFRE DE LOAYSA FIJO DE FERNAN JOFRE DE LOAYSA QUE DIOS AYA EL QUAL FINO A VEINTE Y SEIS DIAS DEL MES DE HENERO AÑo DE NUESTRO SALBADOR JESU CHRISTO DE MILL Y QUATROCIENTOS Y QUARENTA
Don Garcijofré de Loaysa casó en Talavera con doña Ysabel de Bargas, señora de mucha calidad, como lo dice Haro en su Nobiliario de España, primera parte, libro quinto, capítulo séptimo.
Fueron sus hijos Pedro de Laoysa el mayor, regidor que fue en la dicha villa de Talavera año de 1470. Asimismo fue corregidor de Salamanca, y del Consejo Real de los Reyes Católicos. El segundo fue Juan de Loaysa, y los demás: García de Loaysa, doña Inés, doña Violante.
Las armas de los Vargas son éstas: Doña Inés de Loaysa, hija de Garcijofré y de doña Isabel de Vargas, casó con don Pedro Girón, el cual es descendiente de don Alvar Ruiz Girón, hermano de don Gonzalo Ruiz Girón, progenitor de los duques de Osuna y otros grandes señores, de quien vienen los Girones de Talavera, cuyos sepulcros se ven en la iglesia mayor de esta dicha villa.
Toda esta línea se verá en Haro. Don Pedro Girón y doña Inés de Loaysa tuvieron por hijo a Alonso Girón, primo hermano de don fray García de Loaysa, cardenal y arzobispo de Sevilla. Posee hoy la casa y mayorazgo de estos caballeros el marqués de Sofraga, don Sancho Girón, caballero de la orden de Alcántara, cuyas armas son éstas: [espacio en blanco].
Pedro de Loaysa, hijo mayor de Garci Jofré de Loaysa y de la dicha doña Isabel de Vargas, casó con doña Catalina de Mendoza, nobUsima (sic) señora de la casa y linaje de los Mendozas.
Fuero n sus hijos: Alonso Jofré de Loaysa y don fray García de Loaysa, cardenal arzobispo de Sevilla, cuya vida será adelante, fray Domingo de Mendoza, que también diremos algo de la suya; fueron religiosos de la sagrada Orden de Predicadores. Además de estos hijos, tuvieron a doña Mayor y a doña Inés y a Pedro de Loaysa, que murió mozo.
Las armas de los Mendozas son las siguientes: [espacio en blanco]. Alonso Jofré de Loaysa, hijo mayor de Pedro de Loaysa y de doña Catalina de Mendoza, fue regidor de Talavera, muy estimado caballero, de gran reputación. Casó con doña Teresa Pacheco, nobilísima señora.
Tuvieron por hijo a Alvaro de Loaysa, señor de la villa de Huerta de Valdecarábanos, caballero del hábito de Santiago, trinchante del Rey don Felipe el Il, protector y patrón del convento de San Ginés, de la Orden de Predicadores en la dic ha villa de Talavera.
Y las limosnas y dotaciones que se reparten en aquel convento, obra de las más insignes y piadosas de nuestra España.
Fue asimismo - y lo son sus sucesores- señor y patrón de la casa y ermita de nuestra señora del Socorro, imagen milagrosa, de mucha devoción en toda aquella tierra; está en término de la dicha villa de Huerta, adonde asisten religiosos de Santo Domingo, capellanes de esta santa imagen.
Es frecuentado aquel sitio y casa de toda aquella gente de las comarcas de Yepes y Ocaña, por la devoción grande que se tiene a la Reina del Cielo en su imagen, socorro y refugio de los pecadores. La casa es buena y espaciosa, y no de pequeña recreación su sitio por la abundancia de álamos, por su huerta y fuentes, que la hacen apacible.
Las armas de los Pachecos son éstas [espacio en blanco]. Alvaro de Loaysa, hijo de Alonso de Loaysa y doña Catalina Alvaro de Loaysa, hijo de Alonso de Loaysa y doña Catalina Pacheco, casó con doña Catalina Manrique de Ayala, ilustrísima señora, hija de don Alvaro de Ayala y de doña Catalina Manrique, condes de Fuensalida.
La dicha doña Catalina Manrique, condesa de Fuensalida,fue dama de la Reina Católica doña Isabel, e hija de don Luis Fernández Manrique, marqués de Aguilar de Campo( o) y de la marquesa doña Ana Pimentel, la cual fue hija del Conde de Benavente. El dicho don Alvaro, conde de Fuensalida,fue hijo de don Fadrique Manrique de Zúñiga, y nieto del duque de Béjar; de modo que la dicha doña Catalina Manrique, mujer del dicho Alvaro de Loaysa, era nieta de tre s grandes: del duque de Béjar, marqués de Aguilar y conde de Benavente, e hija del Conde de Fuensalida, cuya casa, aunque hoy no goza de las preeminencias de Grande, es no menos ilustre que todas, cuyas calidades tocan derechamente a don Alvaro de Loaysa y Ayala, como veremos.
Las armas de los Manriques y Ayalas son éstas: (espacio en blanco) Tuvo esta señora doña Catalina Manrique otra hermana, que fue doña Brazaida Manrique, la cual casó en Talavera con Fernán Duque de Estrada, de la nobilísima casa de los Estradas, conocido por tal en todo el mundo. Traía su origen y principio en los antiguos peñascos de las Montañas.
Posee hoy el mayorazgo y casa de los señores Estradas Juan Francisco Duque de Estrada y Guzmán, cabal/ero del hábito de Santiago. Alvaro de Loaysa y doña Catalina Manrique de Ayala tuviero n por hijos a don Luis Félix de Loaysa y a don Esteban de Loaysa y Ayala y a doña Laurencia Manrique, la cual casó con don Cosme de Meneses, señor de su casa y mayorazgo, caballer,o del hábito de Alcántara, hermano de Hernandálvarez de Meneses, nobilísimos cabal/eros e ilustrísima estirpe.
Posee hoy el mayorazgo y casa de Hernandálvarez de Meneses don Fernando de Meneses, caballero de muchas partes, de la Orden de Santiago, cabeza y pariente mayor de este nobilísimo linaje en la dicha villti de Talavera. 375 La casa y mayorazgo del dicho don Cosme de Meneses, con quien casó la dicha doña Laurencia Manrique, posee hoy don Cosme de Meneses, hijo único de don Francisco de Meneses Manrique y doña Catalina Duque (de Estrada) y Guzmán. Las armas de los Meneses son las siguientes: {espacio en blanco}.
Tuvo el dicho Alvaro de Loaysa, según he entendido, un hijo natural que ha más de cuarenta años que sirve a Su Majestad en las ocasiones de guerra que suceden en el estado de Milán. Ha ocupado puestos muy honrosos, siendo capitán, y otros muchos dando siempre muy buena cuenta de su persona.
Llámase Alvaro de Loaysa y es hijo de muy buena y honrada madre, que callo su nombre por no importar el decillo en esta ocasión. Don Luis Félix de Loaysa, hijo mayor de Alvaro de Loaysa y de doña Catalina Manrique de Ayala, fue del hábito de Santiago.
Sirvió al Rey don Felipe el II en la guerra y rebelión de Granada a su costa, con muchas camaradas y criados (y) en la jornada de Portugal.
Fue el caballero más estimado y de mayor aplauso y ostentación que se ha conocido en Talavera, amigo de hacer bien y de honrar a todos, favoreciéndolos con su autoridad y hacienda, por lo cual se llevaba tras sí los ánimos de todos, y esto en todas ocasiones yen cualquiera parte, que en todas se hacía lugar, y entre los muy grandes señores don Luis Félix de Loaysa corría pare - jas iguales, y se adelantaba a muchos llevándose el aplauso común: Talavera lo confiesa así.
Casase este nobilísimo caballero con doña María de Luna y Meneses, hija de Fernando Alvarez de Meneses y de doña Germana de Luna, hermana de don Antonio de Luna, conde de Fuentidueña, y señores todos de la calidad que el mundo sabe.
Las armas de los Lunas son éstas, y asimismo las de los Meneses: (en blanco) Don Luis Félix de Loaysa y doña María de Luna tuvieron dos hijas, doña Catalina Manrique y doña Germana de Luna.
Doña Germana de Luna, que hoy vive (vivan mili años), señora por su nobleza, por su agrado, por su valor y gobierno digna de eterna memoria, señora de mayor nombre que ha conocido Talavera, adquirido de sus muchas prendas y del favor que a todos hace, imagen propia de su padre; casó esta nobilfsima señora primero con don Fernando de Carvajal, segunda vez con don Francisco de Carvajal y Meneses, iguales en la nobleza, ~n ellustre y generosidad de ánimo.
De la de uno de estos caballeros se pudiera hacer una larga historia; a efecto de la brevedad y el intento de seguir la lfnea de nuestros Loaysas, (no diré nada). Don Francisco de Carvajal y Meneses tuvo en doña Germana de Luna cuatro hijos animosos, briosos, correspondientes a la sangre y nobleza de sus padres. El primero, don Luis de Carvajal y Meneses, del hábito de Alcántara, que posee hoy la casa y mayorazgo de don Francisco de Carvajal y Meneses, su padre.
El segundo fue don Antonio de Luna, del hábito de Santiago; murió como esforzado y valiente Capitán en la jornada que hizo al Brasil el año de ( ) peleando contra infieles. Sirvió a las Majestades de Felipe III y Felipe IV muchos años en el estado de Milán. El tercero hijo es don Pedro Jacinto de Luna, asimismo del hábito de Santiago, caballero de muchas partes; sirvió a Su Majestad en el reino de Portugal yen la Armada Real.
El último fue don Francisco de Carvajal; murió asimismo sirviendo a Felipe IV en los estados de Flandes, y actos heroicos dignos de tales caballeros y dignos de esculpirse en láminas de bro nce, no los borrará el tiempo, que si en ellas no quedan, pero en los corazones de todos, para que si aún siempre beba la memoria de esta ilustre casa la nobleza de sus padres el conservarla de sus hijos. Las armas de estos caballeros son éstas {espacio en blanco].
Doña Catalina Manrique, hija mayor de don Luis Félix de Loaysa y de doña María de Luna, sucesora (por no haber tenido estos caballeros hijo varón) en su casa y mayorazgo, señora de muy altos merecimientos, por los muchos y muy altos de sus padres, por los suyos propios: que fue dotada de todo aquello que pudo componer la naturaleza de peifección en una criatura y aun no sé si excedió así en este sujeto, cosa no ignorada de todos los que la conocieron; el ánimo fue grande, adornado de muchas y muy heroicas virtudes; representaba un común agrado, con un lucimiento honesto, y hacíase estimar aún de los extraños por la compostura y gravedad de su persona, acompañada de una rara hermosura.
Casó esta nobilísima señora con don Esteban de Loaysa y Ayala, su tío, hermano de su padre don Luis Félix de Loaysa (y) porque no pasase el mayorazgo y casa de tales y tan excelentes señores a otra lfnea y apellido, por guardar el de su antigua casa.
Conservaron estos caballeros aquellustre·que tuvieron siempre, en la cumbre de la estimación que les dejaron sus padres, sin perder un punto el pundonor y nobleza de su sangre.
Don Esteban de Loaysa y Ayala, persona muy amable en esta villa por la voluntad y llaneza que en sí encerraba, y jamás supo hacer mal a nadie (sic) mas sí mucho bien a todos: vive hoy día su memoria y vivirá eternamente por la devoción grande con que celebraba las fiestas de los Desposorios de nuestra Señora; y hoy día le aclama y da voces todo el vulgo en su nombre particular, cuando corre su hijo don Alvaro de Loaysa y Ayala, que conserv a la memoria de su padre.
Es don Alvaro de Loaysa y Ayala, hijo de don Esteban y de doña Catalina Manrique, del hábito de Alcántara, y el asenso de la nobleza de estas premisas.
Posee hoy la casa y mayorazgo y demás títulos y honras y autoridades que esta casa tiene; junta en uno la nobleza de los Loaysas con la de los condes de Fuensalida, duques de Réjar, marqués de Aguilar, conde de Benavente, conde de Fuentidueña; pues es primo segundo del conde de Fuensalida y primo en tercer grado del marqués de Aguilar, y en cuarto grado con el duque de Béjar y conde de Benavente; y en segundo grado es primo del de Fuentidueña; de otros muchos títulos y grandes es asidmismo pariente dentro del cuarto grado.
Sirvió el dicho don Alvaro a su majestad de Felipe IV (que Dios guarde) en el socorro de Cádiz con muchos camaradas y criados a su costa, saliendo para este efecto de Talavera con ánimo real, con deseo de dar su hacienda y vida por Dios y por su Rey.
El tiempo que estuvo en Jerez de la Frontera y en Cádiz se portó como tal caballero, con el duque de Medina (Sidonia) don Fernando Girón, ofreciendo su persona y las de sus camaradas para todas ocasiones; estuvo en aquellas plazas hasta que con licencia se volvió a su casa: digno empleo de su persona, por quien es por su agrado, por su valor, conserva y lustre de sus padres, con todo lucimiento y ninguno con más, que en cualquiera acción de autoridad y nobleza corresponde al ánimo generoso de sus antepa~ados.
Tuvo asimismo el dicho don Esteban de Loaysa y Ayala, estando viudo de doña Catalina Manrique, otros dos hijos en doña María Suárez y Carvajal, señora de su casa y mayorazgo muy noble, emparentada con lo más noble de la dicha villa de Talavera.
Dejolos legítimos casándose con ella. El mayor es fray Juan de Ayala, monje en el monasterio real de San Bartolomé de Lupiana; estudió Artes y Teología en el colegio real de San Lorenzo.
El segundo fue don Lorenzo de Loaysa: murió en la flor de su edad de veinte y cuatro años. Don Alvaro de Loaysa y Ayala sucedió en la casa de sus padre s . Es señor de la villa de Huerta y Valdecarábanos y de todo lo que queda referido.
Casó primero con doña Mar[a Manuel Sarmiento, señora de muchas prendas, amabilísima de todos los que la conocieron por su afable condición, por su gobierno, por su virtud, por su santidad.
Murió como tal, que por su claro entendimiento, algunos años antes (aunque siempre había vivido rectísimamente), alcanzó un claro desengaño de la brevedad de esta vida y vanidades de ella y así fueron rigurosas las penitencias con que se dispuso para la eterna, indicación manifiesta de su predestinación.
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