Los privilegios de la política

Andaba, hace un tiempo. al hilo de coches oficiales y privilegios de la clase política, queriendo escribir una entrada diciendo que soy el único concejal que aparca su vehículo oficial en la Plaza Mayor. El vehículo es la bicicleta que utilizo como medio de transporte por la ciudad de Palencia, a pesar que no haya carriles bici por el centro de la ciudad, algunos y algunas nos empeñamos en reivindicarla como una buena forma de movilidad.

Decía que quería hablar de los privilegios de la clase política, una clase a la que no pertenezco. Yo soy un profesor metido coyunturalmente en política como compromiso con la ciudadanía palentina y por un tiempo determinado, que, según los estatutos de Izquierda Unida, serán ocho años. Pero he visto un artículo de Salvador López Arnal en rebelion.org que explica muy bien porque la gente percibe tan mal a los políticos y a las políticas. Habrá que hacer mucha pedagogía para indicarles que no todo el mundo es igual y que hay una minoría que se siente a disgusto con estos privilegios y renuncia a ellos y avanzar entre todos y todas para discernir cuáles son los privilegios y cuáles son los derechos que tiene que tener quien se dedica a la política.