Cuando empezó la temporada, los Seattle Seahawks lucían como una de las tres mejores ofensivas de la liga e incluso parecía que nadie podría frenarlos a pesar de sus deficiencias en defensa. Actualmente, esta mejoró considerablemente pero es el ataque el que está en una crisis momentánea. Tras ser derrotados 17-12 por los Giants de Colt McCoy, confirmaron que esa es su situación actual.
Poca efectividad para avanzar
Parece que el coordinador ofensivo Brian Schottenheimer gastó toda la efectividad en ofensiva en la primera mitad de la Temporada 2020. En ese tiempo, los Seahawks se veían como uno de los equipos más fuertes de la liga y probablemente con la mejor ofensiva en la Conferencia Nacional, con el QB Russell Wilson siendo el principal candidato a ser nombrado Jugador Más Valioso del año.
Sin embargo, ese último discurso dejó de ser una realidad desde hace tres semanas y la ofensiva ya no carbura como lo era al principio del año. En Philadelphia batalló pero nunca vio perdido el encuentro, pero ahora ante los Giants no fue efectivo en ningún sentido y fue la principal razón por la que cayeron en casa por primera vez en la temporada.
El head coach Pete Carroll declaró que el RB Chris Carson aún no está al 100% y de todos modos fue de los que más rindió por los Seahawks frente a New York. Tanto, que finalizó con 110 yardas totales y 1 TD por recepción. Pero no fueron suficientes el resto de las estrellas de este lado del balón para anotar puntos. Si bien los WR D.K. Metcalf y Tyler Lockett se juntaron para 11 recepciones y 143 yardas, no sirvieron de mucho.
Wilson se fue con 27/43, 263 yardas, 1 TD, 1 INT y 1 fumble perdido. El pase interceptado no fue su culpa, pero el fumble llegó de un snap que no pudo mantener y que recuperaron los Giants. El problema principal estuvo de la mano de los entrenadores, que por segundo partido al hilo intentaron conseguir jugadas en cuarta oportunidad pero no lograron convertir ninguna.
La falta de creatividad para llamar las jugadas está siendo un grave problema en el equipo pues tiene las piezas necesarias para ser efectivos y la primera parte de la campaña fue la principal muestra de ello. Tienen que recurrir al RB DeeJay Dallas en momentos críticos y es buen elemento, pero los TE Jacob Hollister y Will Dissly han quedado de un lado a pesar de que tienen targets y recepciones.
Llegaban a la semana 13 con la tercera mejor ofensiva en yardas totales por partido, la cuarta mejor en yardas por pase y la cuarta mejor en puntos anotados. Contra los Giants finalizaron con 327 yardas totales, 216 yardas por pase y apenas 12 puntos anotados.
Papeles invertidos en la defensiva
La defensa ha sido un sube y baja todo el año, la principal razón de los problemas de Seattle en 2020. Sin embargo, en los últimos tres partidos ha mejorado notablemente para hacer que los Seahawks sean más sólidos. De este lado del balón, la defensiva secundaria y en especial la cobertura contra el juego aéreo era lo que más fallaba (la peor en la NFL en este departamento), pues antes de este partido eran la tercera mejor defensiva terrestre.
Irónicamente, los Seahawks fueron capaces de frenar al ataque por aire de los Giants aprovechando que Colt McCoy estaba bajo centro frenándolo a 105 yardas por pase. Pero lo que terminó por dominarlos fue el ataque por tierra, ya que permitieron 190 yardas en este rubro con el RB Wayne Gallman liderando el camino, ya que finalizó con 16 acarreos para 135 yardas.
Vaya, probablemente los únicos que tuvieron un partido destacado en la defensa fueron los dos safeties y su principal linebacker. SS Jamal Adams volvió a mostrar problemas en cobertura, pero registró 11 tackleadas y 1 sack, llegando a 7.5 capturas en el año. FS Quandre Diggs registró una intercepción cuando los Giants estaban en red zone y es su segunda en los últimos dos partidos. El LB Bobby Wagner prácticamente nunca juega mal, con su poco margen de error y grandes coberturas.
Panorama prometedor
A pesar de haber perdido de forma inesperada contra los Giants, Seattle sigue teniendo un calendario cómodo para el resto de la temporada. Perderse un puesto de postemporada luce complicado teniendo marca de 8-4, pero volver a recuperar la NFC West debe ser prioridad. Los Rams (8-4) derrotaron a los Cardinals para subir en la división con la derrota de Seattle, pero los Seahawks siguen dependiendo de sí mismos para ganar la misma.
El resto del calendario es:
- Semana 14: vs. Jets
- Semana 15: @ Washington
- Semana 16: vs. Rams
- Semana 17: @ 49ers
Considerando que los Seahawks se complican cada semana, no parecen tan sencillos los últimos tres encuentros de la campaña. De todos modos, siguen contando con las piezas que los han puesto en la posición actual con ocho victorias y dentro de la postemporada en una competida NFC.
¿Crees que Seattle logre finalizar como líder de la NFC West? Te leemos en los comentarios.
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