Y que no se hagan públicos hasta cinco meses antes del estreno
Nos ha pasado un trillón de veces. Vemos el avance de algún film y nos da la sensación de que nos ha destripado la película por completo (como Plan de Vuelo: Desaparecida, por poner algún ejemplo clarísimo). En numerosas ocasiones, los estudios en sus tráilers ni se molestan en guardarse bajo la manga el único as que posee la trama, por no mencionar la sobreexposición del público a un número desorbitado de publicidad, directa y encubierta, sobre el film o, incluso, la decepción que supone descubrir que el avance es hasta mucho mejor que la cinta (como el de la reciente Elysium).
Para evitar esto, la Asociación de Propietarios de Salas de Cine de EEUU (NATO) ha lanzado lo que por el momento son tan sólo unas recomendaciones, pero cuidado, quién sabe si en un futuro no muy lejano, pueden aunarse en un texto legal.
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La idea de la NATO es acostumbrar a las productoras a hacer públicos avances que únicamente duren 120 segundos. Asimismo, aconsejan no presentarlos hasta cinco meses antes de su estreno y sugieren que lo idóneo en cuanto al lanzamiento de la campaña promocional de imágenes y demás material publicitario sería unos tres meses antes.
Las razones por las que la NATO cree necesario establecer estos principios se refieren al intento de evitar que la audiencia se sienta confusa y saturada con películas que van a tardar más de medio año en llegar a las carteleras. Desde la organización aseguran que el propósito es "maximizar la eficacia y eficiencia del trabajo de márketing de la industria" y promete en el futuro "hacer evolucionar estas directrices en respuesta a las innovaciones tecnológicas, las tendencias publicitarias, la competencia en el mercado y las demandas de los consumidores".