Revista Cultura y Ocio
Conozco a Alvaro González Alorda desde hace algún tiempo y la verdad es que sería imposible escribir algo malo sobre su actividad. Conozco a su Maestro (con mayúscula) Luis Huete desde hace más y ocurre lo mismo. Así que el comentario sobre este libro podría resultar un tanto parcial, pero no lo es. Es simplemente justo.
Demasiadas palabras negativas rodean nuestro desarrollo profesional (crisis, estancamiento económico, falta de oportunidades, malos jefes, estructuras empresariales caducas) y suponen una barrera para que los jóvenes preparados de hoy en día tengan una vida profesional plena.
Según Alvaro las próximas tres décadas van a ser fascinantes porque se producirán cambios políticos, sociales, culturales y empresariales a causa de la inestabilidad que vivimos en este momento. Y estos cambios deben pillarnos preparados. No podemos conformarnos con una vida profesional pobre, acomodada y aburrida, no podemos pasarnos 30 años más debajo de ese jefe poco inspirador que hace que nuestra labor se centre más en gestionar la relación con él que en hacer nuevas cosas y cosas bien hechas.
Así que se nos aconsejará buscar un maestro que nos ayude a remar en la dirección adecuada; desarrollar todo nuestro talento en un área de especialización que nos guste, nos apasione y con la que disfrutemos y todo ello sin dar la espalda a la revolución tecnológica que nos ayudará a labrar sólidamente una marca personal.
Mediante una curiosa mezcla de lectura, música y vídeos (a través de su página web) recorreremos los lugares comunes del desarrollo profesional y personal aunque Alvaro los trata de manera innovadora, fogosa, motivante: innovaciones disruptivas, profesionales de alto valor, retos y capacidades, líderes de nivel 5, foco y energía, disciplina, inteligencias múltiples, amistad, marca personal y redes sociales, presentaciones brillantes, Seth Godin (“si no puedes describir tu posición en menos de ocho palabras, es que en realidad no tienes una posición”)...
Como buen Maestro, Luis recoge el alma del libro en las últimas palabras de su prólogo: "Tenemos uno de los mejores trabajos del mundo: cada día es un desafío intelectual y emocional distinto; conocemos a gente interesante en todos los sitios adonde vamos; casi siempre, lo único que recibimos de nuestros clientes es gratitud y afecto; somos dueños de nuestra agenda personal; no tenemos más jefe que nuestros clientes, estamos obligados a aprender; si nos gusta viajar, viajamos todo lo que queremos; trabajamos desde casa, y además tenemos altos ingresos. Búscate estos trabajos. Existen".