Revista Cine
Por fin parece que blogspot funciona. Me he podido dar cuenta que el blog se ha convertido en algo muy importante en nuestras vidas y dándole vueltas a la cabeza empecé a pensar en un mundo sin Internet y concluí que nos volveríamos locos. Leer los e-mails, consultar información se ha convertido en algo tan cotidiano que nos resultaría muy difícil no tenerlo.
Pero ya no me voy por las ramas. La semana pasada pude ver por fin esta película tan famosa en sus tiempos en la que he encontrado a un Clint Eastwood poco reconocible, con esa sonrisa que encandila, con esa sensibilidad y pasión que atraviesan la pantalla. Meryl Streep siempre está estupenda, creo que es una de mis actrices favoritas y película que hace película que sabe meterse a su personaje en el bolsillo.
Francesca, una mujer que vive en una granja familiar en el condado de Madison lleva una vida previsible, rutinaria. Está atada al trabajo de ama de casa, a cuidar de su familia y llevar una vida apacible pero poco emocionante. Su familia no la tiene muy en cuenta y parece estar atrapada en una cárcel con olor a flores, pero al fin y al cabo una cárcel. Cuando su marido y sus dos hijos se marchan a una competición fuera del condado ella se queda sola en la granja. Parece que aunque esté a solas así está más a gusto, ocupándose de las cosas pero haciendo todo a su ritmo, dándose algún pequeño capricho.
Todo cambia cuando un fotógrafo de National Geographic llega a parar a su granja, perdido, cuando intentaba llegar al puente cubierto que está por la zona para hacer un reportaje. Robert en seguida encandila a Francesca y con el precedente de acompañarlo para indicarle la situación del puente comienza una gran historia de amor, como pocas veces se ven. No me gustan mucho las películas románticas, me empalagan, pero en esta he podido ver los sentimientos y una historia que nos podría pasar a todos.
La historia llega al punto decisivo en el que la familia de Francesca va a volver del campeonato y Robert tendrá que partir, pero es demasiado doloroso asumir que tu verdadero amor se va, que vas a tener que seguir con tu vida. La película tiene un ritmo lento, lento, aunque a mí no me resultó pesada pero en este momento en el que Francesca tiene que decidir sobre su futuro no pude llorar más y sentir como mío su problema. Hay un momento que está dentro de la furgoneta (si la habéis visto, sabréis a cuál me refiero) y yo me quería morir.
Me ha encantado que la historia de amor la protagonicen dos personas maduras ya que me resulta más interesante que el amor entre adolescentes, que puede ser más pasional o loco pero lo siento menos. Los dos están increíbles, pero eso ya lo sabía antes de verla. Y el relato me ha conmovido bastante, es una película muy triste a pesar de ser de amor.
Nota: 7
Lo mejor: Desde que se tienen que despedir hasta el final de la película me parece magistral.
Lo peor: Quizá puede resultar un poco lenta, pero es la cadencia necesaria, tampoco es algo que me haya aburrido.