James Lovelock ideó en 1969 la hipótesis más bella jamás enunciada a mi parecer, La hipótesis Gaia, viene a decir que el planeta tierra es un ser vivo autoregulado que fomenta las condiciones necesarias en la tierra para su autoconservación, considera a Gaia un ente vivo en el que cada una de los componentes que vivimos y existimos en ella tenemos una funcionalidad y formamos parte del todo. El ser humano por lo general no entiende esto como cierto, ya que el maltrato sistémico al que sometemos al planeta tierra nos hace actuar como un troyano que mata desde dentro los esfuerzos de Gaia por regenerarse.
En España somos un ejemplo de como maltratar la naturaleza, la cementificación de la costa es un claro exponente de como el progreso mal entendido provoca la subyugación de los intereses de Gaia a los de los humanos, la Manga del Mar Menor es la visión terrorífica de como se puede destruir un entorno natural con la única ambición de generar beneficios.
Pero no todo es dramático en nuestra relación con la naturaleza, en el Noroeste de la India existe una región que es la más húmeda del planeta con precipitaciones anuales de 12.000 mm, sirva como comparativa que en Avilés (Asturias) las precipitaciones anuales rondan los 1.313.78 mm. Estas precipitaciones provocadas por el Monzón provocan que la mayor parte del tiempo los cauces de los ríos se hagan impracticables, así que desde hace 700 años aproximadamente en Cherrapunjee se viene colaborando de manera simbiótica con la naturaleza para hacer soportable y habitable una zona tan hostil.
Los Puentes Vivientes de Cherrapunjee son unas construcciones creadas a partir de la " Ficus Elástica " un árbol que crece en las frondosas selvas monzónicas indias. La construcción de estos puentes es constante, se entrelazan las raíces para llevarlas de una orilla a otra, reforzándolas continuamente con más raices y ramas, el resultado final es una construcción biosostenible en su máxima expresión que indica perfectamente como el ser humano es capaz de vivir en sintonía con la naturaleza sin necesidad de subyugarla, someterla y destruirla. Además de resultar una asombrosa obra de ingeniería.