Somos cicloturistas, ¿verdad? Y por lo tanto nuestro mayor interés en las competiciones (o, bueno, uno de nuestros mayores intereses) es encontrar un recorrido futuro para nuestras próximas salidas. Además nos gusta acercamos a ver in situ el paso de la caravana de la Vuelta Ciclista a España. Pero en ocasiones el propio perfil de la carrera nos confunde y donde no hay puertos para los profesionales nos encontramos los cicloturistas con un alto de gran dureza para nuestra nivel en la otra cara de la montaña. Y como desde aquí queremos mostrarte todas las posibilidades que el recorrido de la Vuelta te plantea para futuros desafíos cicloturistas hoy vamos a enseñarte el perfil del alto de Restelo.
La particularidad es que por donde se afrontará este puerto en la vigésima etapa con final en Ancares el día de la Vuelta a España apenas podemos considerarlo más que un repecho, con poco más de un par de kilómetros de subida. Pero ello no significa que rompa la dureza general del día, ya que su larga, inclinada y peligrosa bajada impedirá el reagrupamiento de los grupos que se hubieran podido ir desmembrando con el paso de los anteriores kilómetros en la carrera. Y eso siempre es positivo para el espectáculo.
Precisamente ese perfil de bajada es el más interesante para el cicloturista, al presentar una ascensión de primer orden en caso de afrontar el puerto por allí.
Tipismo en el Alto de Restelo
La subida comienza en Navía de Suarna, desde donde nos restarán algo más de diez kilómetros y medio de subida hasta alcanzar su cima. La media de todo este tramo es superior al seis por ciento, por lo que nos encontramos ante un puerto realmente interesante para el cicloturista, ya que además esconde tramos de gran dureza.
La salida de Navia de Suarna es relativamente suave, con tres primeros kilómetros que apenas suben del cuatro por ciento de media, antes de meternos en la zona central del puerto, nada menos que siete kilómetros donde tan sólo tendremos uno por debajo del siete por ciento.
Recorreremos una zona de gran belleza
Este tramo más duro esta dividido en dos partes: la primera agrupa los tres primeros kilómetros, con una media superior al ocho por ciento y un tramo central bastante largo al diez por ciento. A continuación entramos en un tramo de mil metros al cuatro por ciento que nos parecerá un falso llano después de las rampas que hemos tenido que superar, antes de afrontar los tres mil metros definitivos a una media que nuevamente se va por encima del siete por ciento. Desde allí hasta la cima tan sólo restarán quinientos metros casi llanos, y coronaremos a 977 metros de altitud.
La carretera es bastante botosa y deberás tener cuidado en la bajada, ya que la misma no se inicia hasta pasados unos kilómetros. Antes de ese punto se habrán de afrontar varios toboganes de gran dureza que hacen de este tramo un punto realmente exigente y espectacular para el cicloturista.
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