Los puertos de paso desde la Cordillera Cantábrica hasta la Meseta: El Alto de Matanela por La Rasia. II

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Los puertos de paso desde la Cordillera Cantábrica hasta la Meseta: El Alto de Matanela por La Rasia. II

by Macos Pereda Herrera 15 octubre, 2014 0 comments

Continuamos hoy describiéndote esta interesante y durísima variante de la subida tradicional a San Pedro del Romeral pasando por el alto de la Rasía. Una subida que no te dejará indiferente, te lo garantizamos.

El tercer kilómetro te permitirá recuperar un poco el aliento, ya que aunque te recibe con una imponente rampa de doscientos metros al quince por ciento después su pendiente se reduce mucho, y llega a tener una media de poco más del seis por ciento. Aprovecha para oxigenar tus piernas, porque esto no ha acabado….piensa que te quedan casi 17 kilómetros de puerto.

Tras unos metros de llano afrontar el último kilómetro y medio de la subida a La Rasía, con una pendiente superior al ocho por ciento de media, y una última rapa durísima superando el 18% que te va a dejar las piernas como si fueran de chicle. Si quieres toma un respiro en la cima, porque la bajada se las trae y vas a tener que estar con los cinco sentidos bien puestos sobre la carretera para que tu seguridad no corra peligro.

Efectivamente los primeros dos kilómetros y medio de bajada no son demasiado inclinados, teniendo incluso alguna rampita suelta que hace que todo sea un poco más complicado para tus músculos, pero a partir del pequeño pueblo de Bustaleguín nos enfrentamos a una rampa del 20 %…con hormigón…y cuesta abajo. En este lugar la sensación de angustia, de certeza sobre que vas a salir disparado por encima del manillar es muy grande. Tómalo con toda la calma del mundo, y recuerda que en la zona el ganado suelto y aun algún animal salvaje por la vía es de lo más habitual, así que las precauciones debes de extremarlas. Aun te restará otro kilómetro más de bajada, ya sobre asfalto, botoso e irregular, pero con una media sostenida de más del once por ciento. De vértigo, vaya.

Es curioso, porque en cuanto vuelvas a ver que la carretera se empina echaras de meno esta bajada que tanto te ha costado superar, y por la cual ahora mismo tus manos están tan doloridas, ¿verdad? Pero así es el ciclismo, amigo.

De nuevo entras en un auténtico laberinto de carreteras, que te llevará a entrar y salir del puerto principal, el que te describimos el otro día, y transcurrir por vías vecinales, de buen asfalto, poco tráfico y muy estrechas, cuando salgas de ella. Si tienes alguna duda sobre qué ramal coger en el siguiente cruce tienes que pensar que estás en Merkabici…así que, por supuesto, solamente te vamos a llevar por lo más empinado. En serio, si crees que te has perdido coge siempre l carretera más empinada, la rampa más espantosa, el esfuerzo más agónico…y seguro que aciertas.

Mañana te contamos cómo corona este interesante puerto, pero te podemos ir adelantando que no te puedes relajar, porque aun debes de hacer frente a varias rampas por encima del 18 y hasta del 20 %. Todo un reto.