El acto de evacuar el vientre, vulgarmente conocido como cagar es una necesidad impostergable para cualquiera que se siente urgido por el llamado del bosque. Si hacés caso omiso a ese tipo de llamado te pueden pasar dos cosas desagradables: a) tintura molesta y olorosa en los interiores o b)roca imposible de quitarse a través de un orificio que se bien es de un tamaño que se adapta a las circunstancias, en estos caso pareciera que se empecina en cerrarse más y , y, y , y, ................nada.
Por eso no imagina uno a los poderosos del mundo en esas situaciones como si ellos tuvieran una especie de reaseguro que los inhibiera de tales humanos menesteres.
Sin embargo no es así, ellos cuando “el que te dije” llama, Obedecen. Saben por qué?
Por qué, en este mundo tan vasto donde todo es confusión, hasta los más importantes se bajan el calzón.
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