Hoy, en este día caluroso del mes de agosto cuando la luna nos ha ofrecido una magnifica imagen con tanta luz que ha dificultado el avistamiento de eso que habitualmente llamamos lluvia de estrellas y que cada año nos deleita la vista.
Hoy es uno de esos días que para mi lo tienen todo. Amenaza tormenta, con un aire que mitiga el enorme calor que venimos sufriendo este verano, el paseo por las calles se hace especial por falta de viandantes que ansiosos de ocio han escapado de Madrid dejando hueco a los turistas que sin duda y aunque ellos no lo sepan se encuentran en la ciudad más bonita del mundo en la fecha que la hace más especial por la ausencia de sus vecinos.
Es en este día cuando acuden a mis recuerdos de aquellas personas que en algún momento de mi vida han formado parte de ella. Unos jamás volverán y otros seguirán con sus vidas, pero ya sin mí.
Unos el tiempo y las circunstancias especiales de cada uno nos separó, a otros los aleje yo consciente de que no los quería en mi vida y sin dar explicación alguna los expulse simplemente porque o me traicionaron, mintieron o mostraron una faceta que yo quiero lejos de mí, otros me expulsaron de la suya y al igual que hice yo tampoco hubo explicación alguna solo dejo de haber respuesta a mis llamadas de atención y les deje ir.
Hoy en este precioso día mi recuerdo ha volado hacia algunos de ellos, recordando los buenos momentos y la añoranza del tiempo pasado.