Esta cinta argentina se podría considerar más de suspense que de terror, y de hecho es en la contención y en la intriga por el misterio de los hechos que iremos descubriendo a lo largo de tres capítulos bien diferenciados donde reside su fuerza, acentuada por una banda sonora que consigue ponerte la piel de gallina a su antojo. Las localizaciones selváticas y el contexto histórico ayudan a ponerse en situación, y aunque la trama caiga eventualmente en la reiteración, conforme avanza va ganándose una atención que no debemos perder si queremos comprender lo que ocurre, algo que no llegaremos a conseguir del todo por mucho que lo intentemos.
Mi puntuación: 6/10