Revista Asia
Mientras existen centenares de personas que intentan usar todos los medios posibles para pisar terceros países como Corea del Sur, Japón, Estados Unidos o Europa, ha habido algunos que volvieron de vuelta a Corea del Norte. Existen diversos factores de su regreso. Por obligación al recibir amenazas del régimen de hacer desaparecer o mandar a los campos de concentración a sus familiares que residen ahí o por no poder adaptar a corto plazo en una sociedad ajena a la norcoreana después de padecer la odisea del escape. Fueron dos mujeres y un hombre, todos de generaciones distintas, quienes decidieron volver al país. Aún se desconoce como han podido entrar al territorio hermético excepto al hombre apellidado Lee que cogió una barca en la isla de YeongPyon para cruzar la frontera marítima.
Días después de la entrada de estas personas al país, salen en una rueda de prensa organizada por el régimen haciendo explicar lo "infernales" que son las otras sociedades. El mismo protocolo. Y al final gritan juntos un "Viva la República Democrática Popular de Corea y Larga Vida a Nuestro Líder Kim Jong-Eun". Usted o yo no tenemos derecho algo de juzgar el derecho de volver a un sitio de estos voluntarios pero siempre queda ahí la sospecha de la estrategia del régimen detrás de sus declaraciones. El año pasado también produjo sucesos como estos y según ellos, los que volvieron siguen vivos y sanos. La pregunta es si eso es verdad y si se garantiza realizar de forma adecuada la vida cotidiana de estas personas en caso de ser cierta la respuesta.
Puede que haya un flujo migratorio inverso de lo acostumbrado en la península de Corea por la existencia de personas que no han podido resistir la discriminación que hay en Corea del Sur hacia los refugiados norcoreanos siendo tratados como ciudadanos de segunda clase o tratados como "espías" y así, dificultando su actividad corriente. Solo se espera que las instituciones administrativas de Corea del Sur pudieran hacer una autocrítica intentando solventar esta situación concienciando a la gente de la realidad norcoreana ya que muchos aún desconocen las constantes violaciones de derechos humanos en Corea del Norte. El diario de Corea del Norte