- Tomo I: La profecía
- Tomo II: Destino
- Tomo III: Augurios
"Un niño al que le encanta escuchar viejas leyendas y jugar a emular a sus héroes se verá obligado a transformarse en un héroe legendario para los suyos. El mundo de los Ratones Templarios es un complejo universo con sus propia mitología y códigos. Sus autores parten de una referencia medieval como es la Orden de los Templarios para contarnos una historia épica de profundas raíces en la mitología nórdica, de la que también toma su cruda violencia y un sentido del sacrificio verdaderamente heroico".
"Los Ratones Templarios" es una de aquellas series destinadas a convertirse en un clásico. Sí, puede que sea algo demasiado aventurado cuando la saga aún no se ha terminado (en España han visto la luz 3 tomos), cuando se trata de un cómic protagonizado por animales y cuando no ha sido publicado las grandes editoriales de este país, pero estoy convencido de que estos ratones tendrán su pequeño rinconcito en el olimpo de la fantasía épica.
Bryan J.L. Glass (guionista) y Michael A. Oeming (dibujante) empezaron a concebir toda esta epopeya en 2002-2003, bueno, en realidad, Oeming había imaginado los primeros esbozos en 1998. La colaboración entre ambos durante un buen número de años, interrumpidos por distintos proyectos personales (recordar que Oeming es papá de "Powers" junto con Bendis), el tesón y la ilusión por sacar adelante un cómic tan atractivo como ambicioso, daría sus frutos en 2007, año en el que se inició la publicación de "Los Ratones Templarios" en los USA.
¿Y por qué me atrevo a afirmar que puede convertirse en un clásico? porque es un proyecto sólido, sacado adelante con mucho cariño y esfuerzo, que bebe de fuentes tan ricas como la mitología nórdica o la tradición celta, que tiene reminiscencias del mundo artúrico, que posee influencias de la Tierra Media de Tolkien, que desprende esa aura de legendario misterio de la Orden del Temple... influencias más que poderosas para concebir y desarrollar el universo de "Los Ratones Templarios".
Vale, pensarás ¿cómo va ser todo eso posible en una historia protagonizada por ratones, ratas y comadrejas? Tiene sentido que te plantees esa cuestión, es lógico que puedas caer en la tentación de pensar que la historia tal vez carezca de profundidad, madurez o que tenga algunas connotaciones infantiles/juveniles... pero no es el caso. "Los Ratones Templarios" contiene suficiente carga dramática y épica, narrada con crudeza cuando es necesario, salpicada de sangrienta violencia y con giros argumentales. Hay oscuridad, traición, mentiras e intereses personales, pero también luz, honor, sacrificio y perdón. Cuidado, tampoco vayamos a pensar que es "Juego de Tronos", pero teniendo en cuenta que hablamos de un mundo poblado por roedores, el trabajo de Glass y Oeming es encomiable.
Sin explicaros mucho, sólo por contextualizar y ofreceros cuatro pinceladas. Karic es un joven ratón de Cañada de Grillo que fantasea con las historias sobre los Templarios (orden que caída en desgracia tras una guerra interna). Su aldea es invadida y arrasada por una horda de ratas, muriendo buena parte de los vecinos, siendo esclavizados los supervivientes... entre ellos su familia. Karic logra huir y es en su huida cuando recibe una visión de los dioses, siendo designado el elegido por Wotan (dios principal)... su destino, no exento de peligros y obstáculos: cambiar la historia, unificar a los Templarios, devolver la paz y destronar a Ícaro, el rey ratón traidor que ha pactado con ratas y comadrejas.
El trabajo de Bryan J.L. Glass y Michael A. Oeming es titánico porque estamos hablando de una saga que, teniendo en cuenta que en USA andan por el quinto tomo, superará las 1000 páginas sin problemas. Y es titánico no sólo por esa nada desdeñable cantidad de páginas, sino también por darle sentido y coherencia a un universo en constante desarrollo, que gana en complejidad y profundidad. Que una historia así no pierda ritmo a medida que se adentra en nuevos escenarios, en la que aparecen nuevos personajes, en la que la información que recibe el lector sobre la propia mitología roedora es cuantiosa y en el que se producen mezclas del pasado con el presente para que podamos comprender mejor el vínculo entre lo que pasó y lo que ahora acontece... pues eso, Glass & Oeming realizan un trabajo brillante.
Añadir que Víctor Santos, dibujante con recorrido y prestigio en territorio americano, tomó el relevo de Michael A. Oeming a efectos de que la serie no tuviera mayores retrasos y lo cierto es que parece una transición natural. De hecho, el valenciano ya dibuja parte del primer tomo y, a partir del segundo, suyo es todo el trabajo y Oeming aporta su granito de arena en portadas o trabajos de supervisión. Puede parecer un trabajo continuista porque no rompe con las viñetas de Oeming, pero, poco a poco Santos va dejando su huella e imprime su propio estilo (ambos, por cierto, tienen un aire a Mike Mignola).
Para finalizar, felicitar a Dolmen Editorial por su excelente trabajo de encuadernación.
VALORACIÓN: 8'5/10