Hoy ha saludo una noticia en la que han hablado sobre la nueva tecnología que va a probar EEUU en sus aviones. Han publicado que van a realizar pruebas con armas que hace 30 o 40 años se podían considerar futuristas. Armas que cuando muchos éramos niños, veíamos entusiasmados en el cine y en la televisión.
Estas armas son lasers similares a lo que veíamos en Star Wars, pensados para instalarse en buques destructores y aviones para la interceptación de de misiles. Esto hará que los futuros combates sean totalmente diferentes a como los conocemos hoy en día. Una ventaja que tiene, es que existen muchos ahorros en coste de armamento ya que no tienes que fabricar, ni balas, ni misiles, y además, no requiere la necesidad de anclajes y sistemas de integración con las armas.
En el caso de los aviones es una fuente de ahorro en tema de peso. Solo tendrían que disponer de un arma. Además no sabemos si equivaldría a una cantidad mucho mayor de armamento de la que son capaces de llevar ahora.
Otra ventaja que le veo, es que la aerodinámica se va a ver mucho menos perjudicada y por tanto disminuirá la resistencia aerodinámica, aumentando igualmente el consumo de combustible.
El arma láser de estado sólido está desarrollada para lo que se denominan “amenazas asimétricas” es decir, drones, lanchas rápidas y flotas de barcos, que puedan ser amenazas potencialmente peligrosas. En la foto podéis ver el haz de luz, pero en la realidad el haz no se ve, por lo que para detectarlo sería más complejo y requeriría de otros sistemas.
El segundo tipo de armas nuevas es el cañón de riel, que ya ha sido probado en tierra en Virginia (EE.UU.). Dispara un proyectil metálico que supera la velocidad de Mach 6 o 7, es decir una velocidad de unas 6 o 7 veces la velocidad de un avión comercial que vuela cerca de la velocidad del sonido.
Sin embargo, ambos sistemas tienen defectos: el láser suele perder su eficacia en condiciones de lluvia, polvo en el aire o si hay turbulencias en la atmósfera, y el cañón de riel requiere una gran cantidad de electricidad para lanzar un proyectil, según algunos analistas.