Revista Política

Los recortes sociales de Zapatero

Publicado el 13 mayo 2010 por Trinitro @trinitro

Hago una entrada rápida analizando los recortes en los presupuestos que ayer presentó Zapatero en el Congreso. La intención del recorte es reducir el déficit público a un nivel razonable para el 2012, comenzando ya en este año.

Primero de todo, creo que si los datos recientes de pequeña recuperación de la economía que se han dado (un aumento de una décima del PIB, por ejemplo) y las previsiones del gobierno (que comenzaríamos a notar la recuperación a medidados del 2010), fueran correctas, este sería el momento de aplicar medidas paulatinas para frenar el déficit. El hacer medidas contracíclicas implica que cuando la economía se recupera también hay que intentar recuperar parte de la deuda adquirida para poder paliar los peores efectos de la crisis.

Ahora bien, ¿tan seguro está el gobierno de Zapatero que este es el momento en que la economía volverá a recuperarse? ¿si retira los incentivos públicos y reduce la inversión pública como él propone no va a provocar una segunda recaída del PIB y de los datos económicos? Espero que su apuesta sea más sobre seguro que sus afirmaciones “aquí no hay crisis”.

Es verdad que los mercados internacionales cuestionaban el déficit público español, aunque vuelvo a decirlo, las cuentas públicas en general estan saneadas… este año y el anterior se ha tirado más el brazo que la manga, pero hay aún margen para absorverlo. Otra cosa es que los mercados a corto y medio plazo no lo vean bien, y que el exceso de celo de la UE obligue a Zapatero a hacer un plan para recortar el déficit.

Pero hay muchas cosas a matizar a todo esto. Primero que el compromiso de reducción del déficit para generar confianza en los mercados puede tener varias versiones, lo segundo es que lo mejor para generar confianza es combatir el principal problema del país: el desempleo. Los datos de desempleo son infinitamente más graves que los del déficit público y la reforma laboral estaba bastante horneada para poder afrontarlo con algo más de solidez, y sobretodo con la paz social más o menos garantizada. El hecho de sacar la tijera de los recortes sociales lo que hace es poner más difícil un acuerdo que estaba a punto de cerrarse. Segundo, que la confianza se ha de generar aclarando que este tirón de gasto por encima de los ingresos tiene un plazo para finalizar. Es cierto que la propuesta de ZP define el 2012 como año en el que se reduce claramente el déficit (sobretodo por la parte de inversión pública) pero que el escenario a dibujar para generar confianza es que el déficit vas a saber canalizarlo, vas a saber solventarlo y que no es “a perpétuo” sin fín, sinó que hay un escenario próximo donde conoceremos el nivel de endeudamiento final y cuando comienza a haber recuperación. No necesariamente hacer recortes en 18 meses de forma salvaje.

A pesar de que hay visiones desde la izquierda que aplauden la propuesta, de forma razonada e inteligente, yo no la comparto de forma tan alegre.

Pero entremos a las medidas concretas:

- Lo del recorte en el gasto farmacéutico, es tan de cajón, que no sé porqué no se ha hecho antes, ni porqué hemos estado gastando en medicamentos que la gente no necesitaba durante tanto tiempo. Más que estar de acuerdo me entristece haber gastado inutilmente tantos impuestos en medicamentos inútiles.

- Eliminar cheque-bebé, no me produce ningún problema, la gente no se reproduce porqué tenga una ayuda de 2.000€ sinó porqué tenga guarderías y opciones en el mercado laboral para facilitar la conciliación personal y familiar, porqué tenga curro, no porqué tenga un cheque regalo. Y la medida es tan poco efectiva y sólo puro gasto que no paga la pena mantenerla. Además, es algo que forma parte del modelo de estado del bienestar asistencialista, no el socialdemócrata que tanto ha querido propugnar Zapatero.

- Eliminar la jubilación parcial. Aunque en casos concretos esto es bastante criminal (hay trabajadores “tocados” físicamente en su trabajo y que el contrato relevo y la jubilación parcial permiten tener una salida digna) forma parte de un concepto que a mí no me parece malo: que todos los trabajadores tendamos a jubilarnos a los 65 años realmente y no haya prejubilaciones “pelotazo” como algunas que se dan (en parte responsabilidad de los sindicatos del sector y de la avaricia de muchas empresas). No me parece una mala medida de ahorro.

- Recorte en ayudas al desarrollo. Puede parecer muy draconiano, y lo es, estamos recortando seguramente a los que más lo necesitan, pero su efecto en la economía local es nulo. Siempre se puede recuperar parte del tiempo perdido (que son siglos) cuando las arcas estén algo más saneadas. Es poco impopular, es moralmente poco justificable, pero en términos económicos no es una mala medida. Al final, poco podemos ayudar si no podemos hacer creibles a los mercados globales que somos solventes, Cuba es muy solidaria pero sólo ayuda desde la miseria a países aún con más miseria que ellos y a la práctica son receptores netos de ayuda internacional.

- La reducción de inversiones no la veo del todo acertada.. sobretodo frenar la inversión del AVE a Francia, por poner un ejemplo. Si algo fomenta dinamismo económico son inversiones en infrastructuras, y sobretodo trenes, muchos trenes, cientos de kilómetros de vía férrea. Aunque la reducción de inversiones es una partida bastante grande (6.000 M€) nos la estamos jugando a que el sector privado estará recuperándose y los empleos que estábamos generando en ALGO ÚTIL (construir trenes, por ejemplo), se vuelvan a engordar las cifras de paro, teniendo nuevamente que la desconfianza de los mercados vuelva a aumentar y nos vuelvan a exigir recortes adicionales… todo en una bonita espiral a la que el FMI acostumbra a hacer entrar a aquellos que se dejan asesorar. Es cierto que hay inversiones que pueden esperar… pero jugamos a que la economía se comienza a recuperar de verdad, si no fuera así, la reducción de la demanda pública lo que hace es ir a favor del ciclo en su fase final… algo no muy positivo. Tal vez fuera prudente esperar el anuncio a ver que realmente hay recuperación del sector privado y entonces tirarse a la piscina para reducir el déficit.

- Tengo reticencias en la reducción de salarios de los funcionarios en un 5%. Esta es una medida que garantiza un buen pico en el ahorro de las arcas públicas. Ahora bien, no todos los funcionarios son nivel A28 con sueldazos y jornadas de 35 horas, un despacho y un auxiliar administrativo para ayudarles. La mayoría de trabajadores públicos son profesores, médicos, enfermeros, trabajadores de la dependencia, bomberos, policías etc.. De hecho un 28% de los trabajadores públicos de Catalunya cobran por debajo de los 1000€ brutos/anuales mensuales, algo que los sindicatos han conseguido erradicar de muchos convenios (comercio, hostelería, peluquería, o el de Port Aventura), pero que sigue siendo una lacra en el sector público (especialmente en el sector de la dependencia o correos, pero no son los únicos sectores). La imagen del funcionario estable también es una falsa foto del trabajador público al que le recortarán un 5% de su salarios, 7 de cada 10 son laborales o temporales, 4 de cada 10 tienen contrato temporal (más alto incluso que en el sector privado). Estamos hablando que el recorte del 5% de media entre los funcionarios va a arrastrar a la baja a trabajadores que cobran 800€/brutos mensuales, con contratos temporales, algunos en condiciones claramente precarias. En esta partida se pueden proponer recortes y congelaciones, pero ya se habían acordado la práctica congelación de los sueldos de los trabajadores públicos en la mesa de la función pública hace 6 meses, y el anuncio viola el acuerdo firmado no hace ni medio año. Por otro lado, si los funcionarios hubieran disfrutado de mejoras salariales durante la época de vacas gordas podríamos, pero no es así, la gran mayoría han sufrido recortes salariales reales, ya que su salario ha subido sistemáticamente por debajo del IPC real durante casi 20 años. Desde 1991 hasta hoy han perdido del orden del 20% del sueldo real, sus negociaciones se veían limitadas a un aumento del 2% del salario sistemático, mientras el IPC anual rondaba el 3,5%, el 4% o el 5%!!, perdiendo sistemáticamente cada año entre 1,5 y 2,5% de poder adquisitivo.

Estaría de acuerdo si la medida se centrara en aquellos trabajadores públicos con una situación fija, o aquellos cuyos salarios superen los 1000 € con la condición de recuperar en los presupuestos del 2015 el poder adquisitivo perdido en el 2011. Se puede recortar de los sueldos de los trabajadores públicos pero no como una podadora.. ni afectando a los sueldos más bajos, ni garantizando que los que han perdido sistemáticamente poder adquisitivo no lo puedan recuperar en un futuro a medio plazo.

- El congelar las pensiones excepto las no contributivas o las mínimas no tiene sentido. Primero porqué las pensiones no vienen por los Presupuestos Generales del Estado, sinó por la bolsa de la seguridad social, una bolsa que ahora está bastante bien llena (y que es muy tentadora de tocar por parte de los gobiernos de turno.. de ahí que siempre hablen de atrasar la edad de jubilaciones), segundo porqué los jubilados y pensionistas, excepto los que tienen una buena pensión de 1.300€ mensuales son los que concentran las grandes bolsas de pobreza. No puedes dejar caer el pago de la crisis sobre ellos y no hacer ni exigir nada a los bancos… moralmente, pero también económicamente. Los pensionistas se gastan todo lo que ganan, casi no ahorran, económicamente son grandes dinamizadores del consumo, tan poco tienen que se lo gastan todos. En un momento en que la economía necesita sostener el consumo los jubilados son una buena bolsa de consumidores… pero no sólo por ello. Es indignante que alguien que cobra menos de 800€ mensuales se le congele una ridícula subida de pensiones.

- Lo de no pagar la retroactividad de la dependencia es algo indignante. Me explico, Zapatero es un iluso al afirmar que las revisiones de la dependencia tardarán menos de 6 meses, él no es competente para decir esto ya que depende de las CCAA, y la realidad es que se tarda más y con un recorte en las plantillas (los recortes serán de sueldo de funcionarios pero también de puestos de laborales y temporales, ya que va a tener su consecuencias de rebote), las personas que hacen las revisiones serán menos mientras se prevee un aumento de las personas que demandarán la ayuda de la dependencia, el resultado “menos que revisan” y “más demanda” llevará a más retrasos. A parte de ello, la retroactividad viene a permitir que cuando una persona definitivamente opta a pedir la ayuda por la dependencia no lo hace porqué esté más sana que una manzana y la ratio de concesión es altísima (práctiamente a casi nadie se le ha denegado), por tanto son personas  que en el momento de demandarla YA necesitan la ayuda y tienen derecho a conseguirla. Hay gente que muere por el camino antes de conseguir la ayuda, y esos últimos meses la familia, en espera de la ayuda se ha endeudado para pagar a una persona que ayude o hay una persona de la familia (normalmente una mujer) que ha dejado de trabajar para ser cuidadora. “El servicio” ya se ha consumido antes de ser otorgada la ayuda y lo que el erario público se ahorraría son esos 6, 8 o 12 meses que tarda en hacer la revisión. Además genera incentivos malignos.. cuanto más tarde la administración en reconocer la situación de la dependencia más se ahorra.. ¿creéis que con esos incentivos las CCAA van a dedicar esfuerzos a acelerar el proceso de revisión?. En el fondo es una canallada ya que se transforma la propuesta estrella de mejora del estado del bienestar en un derecho de pacotilla. Al final, hay un cálculo macabro detrás de ver cuanta gente muere antes de la revisión, y cuantos meses se ahorran para cuidar una persona que YA necesita esa ayuda. Sería como querer ahorrar en la sanidad pública atendiendo las enfermedades crónicas con 6 meses de retraso al diagnóstico para ahorrarse unos meses de terapia que se debería pagar el enfermo. Algo indigno de los que consideramos que los derechos como la dependencia son algo universal.

Por otro lado hecho de menos medidas que afecten a las políticas fiscales. Aunque combatir contra el fraude fiscal no es fácil, hay un fraude de 70.000 millones de € que se pierden anualmente por el fraude fiscal. Si queremos combatir el déficit de esa bolsa oscura de 70.000M€ podemos rascar algo con cierto esfuerzo. Por otro lado no podemos decir que medidas con cierto sentido en plena destrucción de actividad económica (reducir impuestos de sociedades) no dejen de aplicarse ahora que “parece que hay brotes verdes” para aliviar las arcas públicas. Quieras o no, es una cuantía que incrementa los ingresos de las administraciones.

Por otro lado, aunque “aumentar los impuestos a los ricos” es poco efectivo, sí que reparte la carga de la crisis entre todos. No es explicable que durante 8 años a las rentas más altas les hayan bajado el IRPF y ahora cuando les vamos a recortar las pensiones a la gente que peor lo está pasando a estos no les achuchemos un poco. Aunque sean sólo 500M€ siempre vienen bien para aliviar de otras partidas.

Por otro lado el #tijeretazo sólo servirá “para contentar a los mercados, que dentro de unos días dirán que es insuficiente” (Cándido Méndez), por otro las medidas no generan ni un sólo empleo (de hecho fomentan el despido del personal laboral), y el poner a los trabajadores del sector público en la picota tiene el efecto de atacar los servicios públicos. Para dignificarlos la UGT ha organizado una campaña “Plantem cara pels serveis públics” que se materializa en el siguiente vídeo:


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