Ayer, después de una sesión de Pilates donde casi me dejo todos los músculos de mi cuerpo, llegué a casa mueeeerrrrta. Christoph había llegado 10 minutos antes que yo y me dice: «No sé si la terraza estaba así la primera vez que miré, pero de todas formas, no me he atrevido a tocar nada». Y cómo pa tocar algo.
Nuestra terraza está acristalada, los paneles de cristal son móviles y se puede abrir para salir al césped. Pues bien, uno de los paneles ayer se rompió en mil pedacitos.
Suponemos qué ha sido el mal tiempo de los últimos días, que lo ha ido debilitando, porque ayer no hubo tormenta, solo llovió suavemente. Yo sabía que el panel cuando lo corres, pesa un poco; lo que no sabía es que roto pudiese pesar tanto. Para sacar la bolsa de basura llena de cristales, tuvimos que cargarla en una bolsa de ikea entre los dos y hacer malabares para meterla en el contenedor (a la bolsa de basura, no la de ikea, se entiende).… Esto sigue... ¿o qué pensabas? xD