Revista Cultura y Ocio

Los renglones torcidos de Dios. Torcuato Luca de Tena.

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Los renglones torcidos de Dios. Torcuato Luca de Tena.
     "-El hombre es el único animal que se crea necesidades que nada tienen que ver con la subsistencia del individuo y con la reproducción de la especie. No le basta comer alimentarse, sino que condimenta los alimentos, de modo que añaden placer a la satisfacción de su necesidad. No le basta vestirse para abrigarse, sino que añade, a esta función tan elemental, la exigencia de confeccionar su ropa con determinadas formas y colores. No se contenta con cobijarse, sino que construye edificios con líneas armoniosas y caprichosas que exceden de su necesidad: lo cual no ocurre con la guarida del zorro, la madriguera del conejo o el nido de la cigüeña. ¿Hay algo más inútil que la corbata que lleva usted puesta? ¿De qué le sirve al estómago una salsa cumberland o un chateaubriand a la Périgord? ¿Qué añade al cobijo del hombre el friso de una escayola o las orlas en forma de signos de interrogación de los hierros que sostienen el pasamano de una escalera? Pues bien: todo eso que está inútilmente añadido a la pura necesidad... ¡ya es arte!".
     Si hay un libro que ha leído varias generaciones y ha comentado por activa y por pasiva por jóvenes lectores, antes de que ese término tuviera siglas propia, es este. Todos llegábamos, al menos los de mi quinta, más o menos sobre los 15 años a él y todos nos sorprendíamos con el libro de este señor con nombre de fraile. Muchos además discutimos sobre el estado mental de la protagonista, de hecho en mi colegio nos lo pasábamos unos a otros para leerlo. Fue un "libro de moda" que he recordado hace poco, gracias a su estreno en la gran pantalla (juraría que es en la gran pantalla, pero ahora con las plataformas ya no estoy segura). Os hablo de Los renglones torcidos de Dios. 
      Conocemos a Alice Gould, ingresada en un sanatorio mental, según una carta por atentar contra su marido. Según ella ha sido encerrada injustamente debido a los datos descubiertos en su trabajo como investigadora. 
      Este libro nos pasea hasta la puerta de la locura a través de su fantástica protagonista, Alice. Pocas veces un protagonista se gana a un lector como ella, llevándolo por un mar de incertidumbres en las que todo es lo que vemos hasta que descubrimos que nada es lo que parece. Ella se nos presenta y nos acompaña a lo largo de trescientas páginas en las que dudamos tanto de su cordura como del motivo de su encierro. Es una mujer sólida, con una gran credibilidad, que irá logrando ganarse al personal del sanatorio y a la mayoría, sino a todos, de los lectores de su historia. Tal vez el director sea el hueso duro, empeñado en su postura al tocarle ser el contrapeso en este juego de verdades y mentiras que hará que dudemos también de nuestra propia opinión.  Que Luca de Tena consiga hacer bailar al lector entre una teoría y otra y regresara la primera para volverse a posicionar es el mayor mérito que le recuerdo a este libro. Pero eso no significa que sea el único. Sus personajes secundarios son tan variopintos como para tener que fijarse en ellos, no hay una sola excentricidad que escape a la pluma del autor, y todos ellos conforman un pintoresco conjunto digno de ser admirado, casi como un cuadro visto a través de una lente o tal vez algo modernista. Es, sin lugar a dudas, un libro que merece la pena leerse, ameno, entretenido y ágil que nos deja un muy buen sabor de boca. No sólo eso, sino que lo paladeamos después de terminado. 
     Termino con una curiosidad, ya me conocéis, llevo rato pensando en no ponerla pero soy incapaz de irme sin hacerlo. Luca de Tena, para comprender mejor este mundo de locos que nos iba a presentar, fingió una psicosis, nada de entrar recomendado o a observar simplemente, optó por el camino difícil. Lo hizo bien, ya que ingresó en una clínica psiquiátrica durante 18 días, y a su salida comenzó este libro que os traje hoy a mi estantería virtual. 
     Los renglones torcidos de Dios es una novela francamente entretenida que creo se disfruta más en las edades tempranas que cuando uno ya llega como lector maleado. Y es que hay libros que, cuanto menos sepa uno sobre ellos al abrirlos, más se disfrutan. Como este.     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias

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