Días de reptiles. La suciedad del poder y las agresiones de la clase política a España no paran de crecer y están ya a punto de acabar con le país. Los miserables son dueños de España, país al que sus políticos maltratan y sitúan al borde del desastre. El flamante acuerdo para la reforma del Consejo General del Poder judicial es otra estafa de los políticos españoles del PP y del PSOE a su pueblo y otra patada a la nación. Los socialistas no admiten que el acuerdo contenga cambio sustancial alguno en la politización de la Justicia, ni siquiera el compromiso de que en el futuro los jueces elijan a los jueces. Las cosas están tan mal en España que el PP y el PSOE, los dos mayores partidos políticos, cada día se distinguen menos porque ambos pugnan por retornar al bipartidismo y someter a España y a sus ciudadanos al yugo de una tiranía bicéfala que se entiende en las sombras y se alterna en el poder. La verdad es que si Sánchez se va, hoy se acabará el champagne y el cava en España, pero no es menos verdad que los demócratas y los españoles decentes ni siquiera celebrarían la llegada del oscuro PP al poder. La frustración y la decepción son las dueñas de la política española. España es el único país del mundo donde la policía y la justicia defienden a los ladrones de viviendas (okupas) y a los delincuentes, mientras se desprotegen a las víctimas; el único país del mundo donde se encarcela a ancianos por haberse defendido en sus domicilios de invasores con intención de robar y asesinar; el único país del mundo donde gran parte de la población está convencida de que el gobierno se mantiene en el poder gracias al fraude electoral impune; el único país del mundo donde se subvenciona y se otorga poder a personas y organizaciones que atentan contra la unidad nacional y reconocen el odio a la patria común y su intención de destruirla; el único país del mundo donde se indulta a golpistas que juran reincidir en el delito; el único país del mundo donde la esposa y el hermano del presidente de gobierno son investigados por corrupción grave sin que el presidente dimita; el único país del mundo donde se rinde homenaje a asesinos de policías y militares; el único país del mundo donde las violaciones a españolas por marroquíes se ocultan y son consideradas "cosas normales" de su cultura; el único país del mundo donde los golpistas, por ser amigos del gobierno, se saltan con impunidad las leyes constitucionales; el único país del mundo donde el gobierno pide dinero sin límites a la banca mundial, sin importarle el monto de la deuda, que ya es insoportable y casi impagable; el único país del mundo donde la Justicia es asaltada por el gobierno y donde la separación de poderes es una quimera; el único país del mundo donde los socialistas que tienen el poder se libran de los castigos de los tribunales; el único país del mundo donde el gobierno hace lo contrario de lo que prometió en campaña electoral, sin sufrir consecuencia alguna por esa estafa canalla; el único país del mundo donde el gobierno compra con grandes masas de dinero público, a periodistas y medios de comunicación para asesinar la verdad y ocultar sus miserias y suciedades; el único país del mundo donde se saquea al ciudadano con impuestos injustos y arbitrarios, innecesarios y que se emplean en financiar abusos, corrupciones y lujos del poder político... y una lista casi interminable de suciedades, violaciones de las leyes y canalladas perpetradas con impunidad desde el poder político. Francisco Rubiales