Una de las actividades del presidente Trump desde que salió de la Casa Blanca ha sido buscar candidatos conservadores defensores de su agenda MAGA, que buscan ser elegidos para la Cámara de Representantes, el Senado y otros cargos públicos, y darles su respaldo político. Durante este mes de febrero, Trump ya ha respaldado a más de 110 candidatos en 30 estados diferentes. Todos ellos mantienen un nexo en común: la lealtad a Donald Trump.
De esta forma, Trump está modelando el futuro inmediato del Partido Republicano y demuestra que mantiene su poder e influencia dentro del mismo. De hecho, sus respaldos se han convertido en la herramienta política más importante en décadas. Su lista de candidatos demuestra que sabe elegir candidatos políticos coherentes y firmes conservadores. Todos ellos trabajan para hacer crecer nuestra economía y crear empleos; defienden la independencia energética estadounidense; el cumplimiento de las leyes que aseguren nuestra frontera; apoyan a nuestros militares, veteranos y a las fuerzas del orden público; protegen y defienden nuestra Segunda Enmienda; responsabilizan a la Administración Biden por su incompetencia; luchan para reducir los costes de atención médica; defienden a nuestros agricultores y la agricultura; exponen las mentiras de los demócratas radicales de izquierda; denuncian el fraude electoral de 2020 e impulsan reformas que garanticen la transparencia del proceso electoral; y defienden con energía el movimiento MAGA y a Donald Trump.
Seleccionar candidatos y respaldarlos es una tarea ardua que implica un exhaustivo trabajo de análisis de distintos perfiles. Algo que no asusta a Trump, que ha participado en carreras electorales en todos los niveles de gobierno. Hasta ahora, ha brindado su apoyo a candidatos que se postulan en más de 43 carreras para la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, 13 elecciones para el Senado federal, 14 campañas para gobernador, 11 contiendas para la cámara estatal, siete carreras para el senado estatal y muchos otros cargos hasta el nivel de juez de condado.
Esto por sí solo es un trabajo inmenso que Trump legará al país como un regalo de Navidad porque esos candidatos marcarán la política en este país a todos los niveles durante los próximos años. No se ha limitado únicamente a respaldar candidatos en los estados en los que se cometió fraude electoral, como Georgia, Michigan, Arizona o Pennsylvania, sino que ha ampliado su radio de acción a todo el país. De momento, ya son 30 estados donde hay candidatos respaldados por Trump. Esta pasada semana enfocado en Texas con respaldos a Jodey Arrington, Mónica De La Cruz, Brian Babin, Jake Ellzey, Wesley Hunt, Kay Granger, Randy Weber, Troy Nehls y Phil Sorrells.
En concreto, ha intervenido muy activamente en 15 carreras del gobierno estatal en Michigan, un campo de batalla crucial donde Joe Biden fue aupado, gracias al fraude electoral, por sólo tres puntos porcentuales en el camino hacia la Casa Blanca.
Algunas de sus más recientes declaraciones de "¡Completo y Total Respaldo!" han ido para la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem; las representantes Claudia Tenney y Elise Stefanik de Nueva York; John Moolenaar de Michigan; Morgan Griffith de Virginia; Warren Davidson de Ohio; Vernon Jones, quien está compitiendo por el escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que dejó la retirada del representante Jody Hice (Trump ya anunció en marzo de 2021 que respaldaría la candidatura de Hice para ser el próximo secretario de Estado de Georgia); Katie Arrington como representante de Carolina del Sur; Loren Culp como representante del 4 Distrito de Washington; Randy Weber por el Distrito Congresional 14 de Texas; el congresista Troy Nehls por el Distrito 22 de Texas; Lance Gooden representante del 5.° Distrito Congresional de Texas; y para fiscal de distrito del condado de Tarrant, Texas.
Su política de respaldos, es ahora mismo el mejor recurso para eliminar a los Republicanos Sólo de Nombre (RINOs) del Partido Republicano, que siempre traicionan a los ciudadanos que los votaron. En concreto, es objetivo de Trump apartar de la vida pública a aquellos RINOs que votaron para acusarlo o condenarlo durante los dos impeachments llenos de falsedades, mentiras y manipulaciones que los demócratas lanzaron contra él durante su presidencia.
Por ejemplo, la legisladora de cuatro mandatos Lisa Murkowski, de Alaska, es la única de los siete senadores republicanos que apoyó la condena y cuyo nombre está en la papeleta electoral este otoño. En esa carrera, Trump ha respaldado a Kelly Tshibaka porque es una fiel defensora de la agenda MAGA. Otros RINOs, como los senadores Pat Toomey de Pennsylvania y Richard Burr de Carolina del Norte, se jubilarán al final de sus mandatos.
Otro reconocido RINO, el senador por Utah, Mitt Romney, que apoyó las acusaciones contra Trump, no volverá a presentarse hasta 2024, si es que lo hace. Para entonces le espera la fría venganza de Trump. Los partidarios de la acusación, los senadores Bill Cassidy, de Louisiana, Susan Collins, de Maine, y Ben Sasse, de Nebraska, no volverán a enfrentarse a los votantes hasta 2026. Que vayan buscando empleo mientras tanto porque Trump no olvida.
La Cámara de Representantes se renueva este año y Trump ha estado muy ocupado seleccionando y respaldando a nuevos candidatos auténticamente conservadores para más de la mitad de los representantes en ejercicio que apoyaron la acusación. Los representantes republicanos Anthony González de Ohio, Adam Kinzinger de Illinois y John Katko de Nueva York han optado por retirarse en lugar de luchar con uno de los candidatos de Trump, que tienen todas las papeletas para ganar. La representante RINO Liz Cheney de Wyoming, quien ahora ha sido censurada por los funcionarios estatales del partido y el Comité Nacional Republicano, se postula para la reelección contra la elegida por Trump, Harriet Hageman, una abogada comprometida con la agenda MAGA de Trump.
Hoy por hoy, el respaldo de Trump a una candidatura es sinónimo de victoria. Ahí está, por ejemplo, el respaldo a Glenn Youngkin, que lo llevó a ganar y convertirse en el nuevo gobernador de Virginia en mayo de 2021.
El sello de aprobación y respaldo de Trump es el más buscado en política ahora mismo y su impacto en las diferentes elecciones que se avecinan será determinante e histórico. Este respaldo político equivale a lanzar un mensaje nítido: entendemos lo que los demócratas están haciendo a nuestro país, hundiéndolo cada vez más, y la gente de la clase media trabajadora ya no lo va a tolerar; vamos a dar un paso adelante y recuperaremos este país vía elecciones.