Un detonante del 15M fue la evidencia de que muchos políticos estaban robando mientras la gente iba cuesta abajo y sin frenos. Robar se había convertido en un incentivo salarial más y estaba tan interiorizado por las élites que hasta hablaban de ellos en sus correos corporativos. Fue Blesa el que escribió a sus beneficiados diciéndoles que su tarjeta era "total black". Y fueron activistas, de esos que venían de las plazas de hacerles saber al PP y al PSOE que no les representaban, de decirles que no iban a consentir que les tratasen como mercancía, de gritarles que no era una crisis sino una estafa, quienes recuperaron esos correos.
Rato va a entrar en la cárcel gracias a la gente de 15M parato. Algunos medios digitales ayudaron en esta pelea, pero fueron estos activistas quienes se le jugaron yendo contra los poderosos y dando a conocer los "correos de Blesa". Sin la sociedad civil, Rato no entraría en la cárcel.
Como siempre, los leguleyos intentaron cambiar la ley para que los poderosos no pagaran ninguna culpa. Cambiaron el código penal en 2015 para que en vez de "apropiación indebida" fueran acusados de "administración desleal por distracción de dinero, vamos, para que la ley asumiera que los consejeros de las grandes empresas no roban, sino que distraen dinero", igual que las series nos distraen a nosotros y en el último capítulo de la temporada se vuelve a abrir la veda. Engaños y más engaños.
Estos aliviados saquearon las cajas de ahorro, un referente de los sectores populares. Y los ladrones, para más inri, eran ricos de toda la vida, empresarios de toda la vida, cortesanos vinculados a la casa real de toda la vida, y desgraciadamente, algunos sindicalistas de toda la vida y algunos políticos de la izquierda de toda la vida. Se entiende en el PP y en el PSOE. En otros lados no. CCOO no pasaría este bochorno si en vez de Fidalgo, que terminó de amigo de Aznar, hubiera ganado Agustín Moreno la Secretaría General. Hubo un fuerte pelea interna pero perdieron los honestos. Y lo mismo pasó en Izquierda Unida. Moral Santín, un hombre inteligente que algún día se creyó un revolucionario, pasó de criticar la teoría de las dos orillas de Anguita a postular su propia teoría de las dos orillas conviertiendo a IU Madrid en un apéndice del PP. La alianza de esa falsa izquierda con el PP más corrupto en Madrid explica esta inexplicable vinculación de esa vieja IU madrileña con las tarjetas black o con la Universidad Rey Juan Carlos.
José Spottorno, con medallas nobiliarias, jefe de la Casa Real también robó. Los máster de esta gente no enseñan que robar está feo. Le han caído dos años. De momento se libra de la cárcel. A los ricos y a los aristócratas su condición debiera ser un agravante cuando roban. Porque no les hace falta el dinero y porque sus antepasados ya le quitaron bastante al pueblo.
El saqueo de las cajas de ahorro, al igual que el rescate bancario, habla de decenas de miles de millones de euros. Las tarjetas black fueron 12 milloncejos. Pero a la gente le ha enfadado más el uso de las tarjetas que el robo del siglo en cajas y bancos. Cualquiera entiende que estos piernas nos restregaban por la cara su impunidad cada vez que usaban esas tarjetas para pagar servicios sexuales, perico, joyas, perfumes y nécoras, todo a costa del personal. Es difícil saber qué significa robar mil millones, pero todos entendemos lo que es tener una tarjeta para pagar lo que se te ocurra. Porque la gente se hace cargo de sus propios gastos y cuando no controlas las pasa canutas.
Ha sido muy importante el trabajo del 15Mparato porque han impedido que los impunes de toda la vida, sigan con sus privilegios. Y además han ganado no solamente a estos poderosos, sino también a los bufetes de abogados más caros que son los encargados de que la justicia no afecte a los ricos. Hoy los bravucones son un poco menos bravucones y todos los que viven por encima de nuestras posibilidades saben que estamos vigilándoles. Esto de encarcelar a Rato tiene menos épica que la guillotina pero, recordar su nuca entrando en un coche de la guardia civil o saber que va a estar, de momento, con Urdangarín, Bárcenas, Matas, Granados, González, Zaplana o Carromero es mucho más edificante.