Los riesgos de practicar ciclismo

La práctica del ciclismo se ha hecho muy popular alrededor de todo el mundo y es que no solo es ejercido por adultos y profesionales; niños, adolescentes y personas mayores han hecho de este deporte parte fundamental de sus actividades cotidianas ya que los beneficios que ofrece para la salud son innumerables además de permitir mantener un estado físico adecuado y de poder mantener nuestro organismo con un nivel energético estable para todo lo que hacemos día a día. No obstante, si bien es cierto que las ventajas y beneficios de practicarlo son muchas, hay que tener en cuenta que como toda actividad deportiva, está rodeada por riesgos que son importantes prevenir para evitar situaciones o accidentes no deseados.

Practicar el ciclismo implica mucho esfuerzo físico y un nivel de exigencia elevado por lo que en muchas ocasiones no nos encontramos preparados para practicarlo y sin embargo, aun así lo hacemos. Son muchos los riesgos de realizar esta práctica deportiva, por ejemplo, las lesiones son uno de los riesgos más frecuentes y son producidas por los ejercicios y los sobreesfuerzos repetidos mientras montamos una bicicleta; entre las más comunes tenemos: fracturas por caídas, traumatismos, lesión en los ligamentos, entre otras.

Por otro lado, el no ajustar correctamente la posición de la bicicleta puede concurrir en muchos riesgos, es decir, un ciclista puede llegar a sufrir lesiones de rodilla, problemas de columna por la constante posición, de cadera, hernias, y muy comúnmente problemas en el periné en donde uno de los mayores riesgos es la impotencia y esto, debido al contante roce y presión que sufre el deportista sobre la silla; lo más recomendable es que esta no sea demasiada ancha y que la ropa especial que se utiliza no tenga malas costuras en la zona antes mencionada.

Otro de los riesgos más conocidos es el de sufrir problemas digestivos, ya que la posición en

la que se practica este deporte obstruye la función digestiva, por lo que es recomendable esperar unas 2 o 3 horas luego de una comida, sobre todo cuando el recorrido será exigente y ha de durar más de una hora.

Es importante aplicar los métodos correctivos necesarios para evitar todos los riesgos y así prevenir cualquier accidente, desde utilizar los equipos de seguridad necesarios (cascos, gafas, protectores, etc) hasta cumplir con un plan de mantenimiento de la bicicleta y poder así disfrutar de una manera adecuada este deporte tan importante.