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Los riesgos del bricolage

Publicado el 20 abril 2010 por ArÍstides

LOS RIESGOS DEL BRICOLAGE
LOS RIESGOS DEL BRICOLAGE

LA CONFIANZA EN SÍ MISMO ES EL PRIMER SECRETO DEL ÉXITO. R. W. Emerson

El Sol saldrá a las 5,56 h. y se pondrá a las 6.03 h.

Sitúate en el centro de la habitación. Observa. A excepción de esa planta a la que no haces caso, todo lo que te rodea está constituido por productos químicos puestos en circulación por la industria química y que las disposiciones legales que regulan las materias peligrosas, así como las de Seguridad e Higiene en pocas ocasiones son seguidas cuando realizamos chapuzas en casa.

Se parte sobre la base de que el aficionado al bricolaje utiliza pequeñas cantidad de compuestos químicos y durante cortos espacios de tiempo. Son errores que conducen a no adoptar las medidas de protección necesarias. El uso de decapantes en lugares mal ventilados pueden ocasionar, debido a los concentrados de lejía de sosa y cloruro metílico, dolores de cabeza, mareos e incluso si las brasas de un cigarrillo se descomponen con los gases pueden ocasionar un edema pulmonar.

Usamos barnices que contienen disolventes orgánicos como tolueno, xileno, tricloetano….que una vez convertidos en gases pueden ser muy tóxicos al ocasionar lesiones en el sistema nervioso central y riñones. De la misma manera podemos llegar a pasar la lijadora a la madera después de quitar la moqueta sin ser conscientes de que el polvillo, que se meterá en cada rincón de la vivienda, puede contener amianto, lo mismo que lo tienen las placas aislantes o los techos ondulados (“uralita”).

Los amantes de los trabajos domésticos están rodeados de cromatos de cinc que su polvo al ser lijado puede producir cáncer; lo mismo que el tricloetileno de los disolventes, el formol usado como aglutinante en los aglomerados o la epiclorhidrina presente en las resinas de epoxi de los pegamentos de dos componentes.

Otros productos pueden producir alergias, eccemas y daños pulmonares en forma de asma. Es el caso de los isocianatos presente en las espumas de poliuretano que se usan para tapar juntas, así como en barnices y colas. El uso del benceno se prohibió para productos de limpieza y disolventes, pero está presente en la gasolina y las resinas de poliester usado para modelismo.

Los aficionados al bricolaje que pintan, lijan, embaldosan, tapizan o se hacen los muebles debieran protegerse convenientemente y pensar en adoptar las mismas normas de salud laboral que los profesionales. Es cierto que sus aficiones proporcionan placer y economizan un dinero importante para otras materias, pero eso no puede ser a costa de dolores de cabeza, eccemas, alergias y en ocasiones asma o cáncer incubados por sus malas prácticas.


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