La comarca barcelonesa de Osona tiene una gran riqueza paisajística, y el hecho de que no esté excesivamente lejos de Barcelona la hace propicia para salir de excursión y disfrutar de la fotografía. Hoy te voy a mostrar una ruta sencilla y con apenas desnivel por lo alto de los Riscos de Tavertet (" cingles" en catalán), encima del pantano de Sau. Esta ruta tiene alrededor de 9 km, aunque yo hice algo de más por buscar caminos que no me llevaron a ningún sitio, y la realicé en invierno para poder gozar de un cielo bien azul y buena visibilidad, ya que lo más interesante de este recorrido son las vistas.
Tavertet se encuentra en lo alto de una meseta, entre el Collsacabra y las Guillerías, un territorio que hace 4 siglos era el escondite de la famosa banda de bandoleros de Joan Sala " Serrallonga". Está bastante cerca de Rupit, que ya visitamos en otra ocasión. Nada más llegar a Tavertet dejamos el coche en una explanada que hay a la derecha, habilitada como aparcamiento. Si hay muy poca gente, podemos intentar aparcar más cerca del punto de partida de la ruta, que es en la plaza de la iglesia de Sant Cristòfol, arriba del todo del pueblo, hacia el final de la carretera o calle principal. Tavertet es muy pequeño.
Pasamos frente a la fachada y seguimos por la derecha, hasta llegar a un mirador al que nos asomamos para contemplar las vistas desde Tavertet. El día que fui amaneció bastante nublado y pensaba que habría mala visibilidad, pero pude ver con claridad los pantanos de Susqueda a la izquierda, y Sau a la derecha. Al fondo destacaba la silueta del macizo del Montseny.
En la salida del pueblo por este sendero llegamos a una explanada. La bordeamos por la izquierda y seguimos por la pista que sigue recto. Allí empezamos a apreciar las magníficas vistas. Al poco llegamos a otro cruce de caminos en el Coll de Malla. Continuamos recto, por la pista principal. El camino avanza casi en línea recta entre vegetación de poca altura. El viento empieza a soplar con fuerza y se lleva las nubes que enturbiaban un poco el cielo. Si miramos a la derecha (el Norte) vemos a lo lejos las cumbres nevadas del Pirineo.
Justo cuando el camino deja de ser recto y empieza a trazar una suave curva a la derecha nos aparece por la izquierda otra pista. La tomamos y al poco llegamos al borde mismo de los Riscos de Tavertet, desde donde contemplamos una vista expectacular de los mismos.
Esta zona era el fondo del mar de Tethis, que emergió cuando chocaron las placas europea e ibérica dando lugar a los Pirineos. Los estratos rojizos de la parte inferior corresponden a la roca del lecho marino, y los estratos más claros de encima son sedimentos marinos. Todo ello se ha hecho visibles gracias a la erosión de los ríos, como el Ter que es el que conforma este valle.
Seguimos avanzando un poco por esta pista que discurre por el borde mismo del barranco hasta que nos situamos sobre un buen punto de vista sobre el pantano de Sau, que en el momento de mi visita y de estas fotos (diciembre del 2013) estaba prácticamente lleno. Tal es así que apenas asomaba la punta del campanario de la iglesia de Sant Romà de Sau.
Para que te puedas hacer una idea de las dimensiones de esta iglesia, aquí tienes una foto que tomé en abril del 2008, en una época de importante sequía en que emergió de las aguas del pantano gran parte de pueblo.
Seguimos caminando por el borde del acantilado sin dejar de perder de vista el pantano de Sau. Aquí otra vista del conjunto, con el Club Nàutic en la parte inferior.
No dejan de sorprender las caprichosas formas de la roca en estos acantilados, que en algunos casos forman agujas o dedos, como ésta que se llama Barret d'en Riba y que está adosada al risco del Castell, al que ya estamos a punto de llegar.
Estamos a punto de llegar al Pla del Castell, donde hay una masía.
Poco más adelante de este punto, nuestra pista se vuelve a reunir con la principal que tomamos saliendo de Tavertet. Pasamos el camino que lleva a la masía, y contemplamos el Turó del Castell, que supongo que se llama así porque la roca de la parte superior parece la muralla de un castillo.
Llegamos al borde Sur de este risco y aquí el viento sopla con más fuerza canalizado por las paredes de roca de los acantilados. Este viento levanta olas en el agua del pantano y dibuja curiosas línea en la superficie.
Pasamos por el Mirador del Castell, al que regresaremos más tarde, y seguimos por esta pista en suave descenso. Llegamos a un punto donde una señal semioculta entre los árboles nos indica el camino para ir al Puig de la Força, el último de los Riscos de Tavertet. Este sendero con bastante desnivel y justo en el borde del precipicio es un poco complicado para los que no caminamos con seguridad y tenemos un poco de respeto a las alturas, por lo que decidimos que éste será nuestro punto de regreso a Tavertet.
Si no tienes miedo a las alturas puedes desviarte por este sendero y subir al Puig de la Força. Tengo entendido que hay cadenas en la roca para sujetarse. También puedes seguir por esta pista y rodear el Pla del Castell hasta volver a la masía y así tener otras vistas del valle de Balà, que da al Norte de los Riscos de Tavertet. Yo decido volver por el mismo camino al Mirador del Castell, por lo que miro atrás por última vez para contemplar el Puig de la Força, el Pla de Manlleu detrás, y al fondo el inconfundible Pedraforca justo por delante del Pirineo nevado.
Tras desandar unos metros nos detenemos en el Mirador del Castell para contemplar el macizo de las Guillerías y el pantano de Sau. Una placa-guía nos ayuda a identificar el entorno.
Volvemos a pasar por el camino que lleva a la masía. Antes de dejar el Pla del Castell observo un petirrojo que no nos quita ojo de encima.
Ya de vuelta hacia Tavertet, seguimos recto por la pista, pasando de largo por el camino desde el que vinimos en el trayecto de ida. A nuestra izquierda, o sea hacia el Norte tenemos otras vistas, como por ejemplo las Rocas de la Corbera. La sierra de detrás es la Serra Cavallera, y de fondo el Pirineo nevado, con el Puigmal destacando a la izquierda.
Cuando llevamos un rato ascendiendo suavemente por esta pista llegamos al otro desvío que tomamos en el trayecto de ida para asomarnos a los Riscos de Tavertet. Nosotros seguimos recto en dirección a Tavertet. Poco más adelante sale un estrecho sendero hacia la izquierda. Creo que hay una señal que indica hacia unos restos ibéricos. Yo lo tomé para ir a verlos, y he de admitir que no los encontré. Por lo que he podido averiguar es parte de una muralla ibérica de la que sólo quedan unas pocas piedras entre la maleza, con lo que es muy probable que las pasara de largo sin darme cuenta.
El corto sendero que sale de la pista va a parar a otro que discurre paralelo a la misma, pero entre una vegetación más espesa. Al final fui a parar a una zona más despejada con vistas al Este. Desde allí pude contemplar más de cerca los numerosos buitres que sobrevuelan los Riscos de Tavertet. La verdad es que imponen con su gran envergadura.
Tras comprobar que no se puede seguir adelante retrocedemos un poco y tomamos un sendero a la derecha que parece que se incorporará a la pista principal. Y así es, el sendero se une a la pista principal poco antes de llegar al cruce de camino del Coll de Malla. Allí tomo un sendero que baja hacia la izquierda en busca de un buen punto de vista para ver y fotografiar el Salt del Molí Bernat, que había leído que estaba por esa zona. Pero esta pista pedregosa empieza a perder altura rápidamente y yo no consigo ver nada interesante, a lo sumo esta magnífica vista del Valle del Balà, una riera cuyas aguas se juntan con el Ter en el pantano de Sau. Es una de mis fotos más vistas de Flickr.
Cuando veo que el camino no lleva a ninguna parte, al menos interesante para mí, vuelvo a subir hasta el Coll de Malla, y allí tomo el otro camino que sale hacia la izquierda de donde vengo. Este camino sí es el que lleva a La Miradora, en la punta de un risco desde el que se puede ver el Salt del Molí Bernat y la pequeña cueva que hay detrás. Al llegar a una bifurcación seguimos por la izquierda, por un camino un poco " difuminado" por la vegetación, hasa un punto en que empieza a descender un poco por el barranco. Desgraciadamente no pude seguir porque no me vi muy seguro, y por lo que he leído después ese camino no está muy practicable y hay otro que sale del mismo Coll de Malla pero un poco por debajo de éste y que acceder a La Miradora de una forma más segura. Tendré que probar cuando vuelva. De todos modos por lo visto tampoco bajaba mucha agua por la riera por lo que el salto se vería deslucido y la foto no valdría mucho la pena.
Decidimos volver hacia atrás, y en la bifurcación que encontramos antes seguimos por nuestra izquierda, yendo a parar a la explanada de Tavertet del principio de la ruta tras atravesar un terreno boscoso, y llegamos a la iglesia de Sant Cristòfol con un cielo más azul que cuando empezamos a caminar.
Espero que mi explicación y mis fotos te hayan despertado curiosidad para disfrutar de estas vistas con tus propios ojos. Aquí tienes mi track de Wikiloc si quieres seguir esta ruta con tu smartphone. Puedes evitar el trozo de búsqueda de la muralla ibérica (o no, si quieres tener más suerte que yo y encontrarla) y el trozo que bajé un poco por el valle de Balà sin encontrar nada interesante. Si quieres puedes ver aquí mi álbum de esta excursión en Flickr, que son estas fotos que te he mostrado y alguna más.