El premio a rookie del año se otorga temporada tras temporada, al mejor jugador que juega su primera temporada en la NBA. Lo habitual es que los rookies sean jugadores muy jóvenes que acaban de jugar el año anterior en la NCAA (o en el Instituto en su época), o bien que provengan del baloncesto profesional FIBA y que tengan la edad mínima para poder ser drafteados. De entre todos ellos se han ido nombrando los rookies del año de cada temporada.
El actual sistema de elección de jugadores con el sorteo de la lotería del draft, hace que los equipos que han tenido un peor resultado el año anterior en la competición, tengan más posibilidades de obtener las posiciones altas del Draft.
A peor balance de victorias y derrotas del año anterior, más posibilidades en el bombo de la lotería de que salga elegido ese equipo en los puestos altos del draft, e incluso optar claramente a llevarse el codiciado primer lugar de elección.
Esto hace que los mejores jugadores vayan en teoría a los peores equipos y ello hace que esos peores equipos, a pesar de contar con una joven y prometedora futura estrella de la NBA, no estén en condiciones de aspirar al Título de Campeón al año siguiente del Draft. Por este motivo, la nómina de jugadores que han ganado el premio a mejor rookie de la temporada y han sido campeones esa misma temporada es particularmente escasa, con tan sólo dos casos en la historia de la NBA.
Los dos únicos Rookies del año y campeones de la NBA han sido por el momento Tom Heinsohn y Jamaal Wilkes
El primero de ellos lo consiguió en 1957 tras ser elegido por los Boston Celtics. Aquel año el equipo de Massachusetts consiguió el primer Título de su historia y puso los pilares para la construcción del equipo que dominaría con puño de hierro la siguiente década de la NBA.
Tommy Heinsohn no fue el único rookie de aquel equipo sino que los Celtics también contaron con Bill Russell. Heinsohn promedió 16.2 puntos y 9.8 rebotes en 29.9 minutos de juego, mientras que Russell consiguió 14.7 puntos y 19.6 rebotes en 35.3 minutos por partido.
Por su parte, Jamal Wilkes consiguió ser Rookie del año y Campeón de la NBA en 1975 con los Golden State Warriors de un superlativo Rick Barry. Esa primera temporada Wilkes promedio 14.2 puntos, 8.2 rebotes y 2.2 asistencias y se convirtió en el complemento perfecto de Barry.
Desde la gesta de Wilkes ningún otro rookie del año ha vuelto a ser Campeón de la NBA.