Gran sensación causó el secuestro de los hermanos González Tejerina, propietarios de la fábrica de harinas de San Salvador de Cantamuda. El secuestro de Benito se produjo a finales de los años cuarenta y para su liberación pidieron un millón de pesetas. A José le secuestraron el 6 de junio de 1951. Los dos pagaron el rescate y fueron liberados. Luis García Gutiérrez, cabo de la Guardia Civil en la localidad, cuenta cómo se desarrollaron los hechos:
“A Benito fueron a buscarle a casa, llamaron a la puerta y preguntaron por él. Como no se encontraba allí en ese momento, fue enviada una criada a buscarle a la Venta Campa y cuando apareció se lo llevaron. Después de secuestrarle se dirigieron hasta el puente de Orbaneja y de allí siguieron hasta Tremaya. Llegaron al molino de Sopeña y allí entraron con Benito y atracaron al molinero Valentín González, llevándose un cerdo y toda la comida que pudieron. Desde allí se fueron al monte” [442]“Sobre las doce horas del día 6 de julio de 1951, don José González Tejerina, vecino de San Salvador de Cantamuga, se dirigía acompañado de su socio Jerónimo Landeras, a la mina Lucinda, sita en término municipal de Redondo, con el fin de visitar los trabajos que se llevaban a cabo en la misma, en cuyo momento fueron sorprendidos por tres individuos que, encañonándoles con armas de fuego, les dieron el alto y la voz de “manos arriba” y, previo un cacheo les ordenaron que les acompañaran, lo que realizaron bajo la amenaza de las armas, parándose seguidamente y entregando uno de los desconocidos un pliego en blanco con un sobre a don José González y obligándole a escribir a sus familiares las condiciones que le dictaron y en las cuales señalaba la forma en la que habría de realizarse el rescate, negándose en principio, pero como fuera amenazado de muerte, se vio obligado a escribir dicha carta, la que entregaron al Jerónimo Landeras para su destino, pero seguidamente obligaron a éste a que buscara al chófer del sr. González Tejerina, a quien dieron la carta con la advertencia de que tuviera sumo cuidado y prudencia, si es que apreciaba la vida de su amo, despidiendo a continuación tanto a éste como a Jerónimo Landeras, y llevándose consigo, bajo la amenaza de las armas a don José González Tejerina, teniéndole por los montes hasta las once de la noche del día siguiente, en que previa la entrega de un millón de pesetas, exigido en la carta aludida, fue dejado en libertad, habiendo resultado ser dichos desconocidos Juan Fernández Ayala, ‘Juanín’, Santiago Rey Roiz y José Marcos Campillo Campos, que se encuentran en ignorado paradero” [443]
También por aquella época se produce el secuestro del hijo de ‘Cuca’, nombre con el que era conocido un popular contratista de madera de Celada de Roblecedo. La idea original de secuestrar al padre fue sustituida por la de capturar al hijo, ya que dedujeron que el padre podría conseguir más fácilmente las trescientas mil pesetas que pedían de rescate.
Otro de los secuestros que se produjeron en aquella época fue el del indiano Benigno Ferreiro, que ya hemos comentado en el espacio dedicado a Piedrasluengas.____________________
[441] Alvarez, Pedro: Juanín, el último emboscado de la postguerra, manufacturas Jean, Santander, 1988; Cicero, Isidro: Los que se echaron al monte, Tantín, Santander, 1977.
[442] Casas Carnicero, Angel: El maquis en la montaña palentina.Según el auto de procesamiento firmado en Cervera el 23 de abril de 1956, se acusa del secuestro de José González Tejerina a Juan Fernández Ayala, ‘Juanín’, y se procesa por la misma causa a Santiago Rey y a José Marcos Campillo.
[443] Copia literal del auto de procesamiento, aportada por el prestigioso gabinete de abogados Mier, de Barcelona, para este libro.
"Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería".
Editorial Aruz, 3ª Edic, Julio 2014.
Un exhaustivo estudio de la historia, las tradiciones, los personajes, las leyendas y las anécdotas de los pueblos que se encuentran entre Cervera de Pisuerga y el Puerto de Piedrasluengas. El libro recoge el trabajo de investigación realizado en los últimos 30 años por el autor perniano Froilán de Lózar. Gremio de Editores de Castilla y León, Octubre de 2011