¿Tienes varios tipos de seguros contratados y te interesa pagar menos a Hacienda? En este artículo te contamos qué seguros desgravan en la declaración de la renta y cómo aprovecharte de estos beneficios fiscales.
Seguros vinculados a hipotecas
Los gastos que tengan alguna relación con la compra de una casa o piso también se desgravan. La mayoría de la gente desconoce que Hacienda permite sumar gastos como los seguros vinculados al hogar, de vida o de protección de pagos.
Con carácter general, los seguros no suelen desgravar en el IRPF. A excepción de los que estén vinculados a una hipoteca. Pero no vale cualquier hipoteca, tienen que ser aquellas que se hayan formalizado antes del 2012.
Por lo tanto, las personas que hayan adquirido una hipoteca a partir del 1 de enero del 2013 no tienen derecho a la desgravación que se permite por adquisición de vivienda habitual.
Seguro de alquiler de inmuebles
Otro de los seguros que te puedes desgravar en la declaración es el seguro de alquileres.
Así, si eres propietario de un piso y lo tienes alquilado, te puedes beneficiar de la deducción de los gastos imprescindibles para su arrendamiento. Estos gastos pueden incluir seguros de impago, de hogar o de responsabilidad social.
Seguros de vida
Sólo si eres autónomo podrás beneficiarte de la deducción de estos tipos de seguros.
¿Pero cuándo desgrava un seguro de vida?
- Cuando el seguro de vida esté vinculado a un plan de ahorro.
- Cuando eres autónomo y tienes un seguro de vida convencional
- Cuando el seguro de vida está vinculado a una hipoteca
Seguros de autónomos
Los autónomos no deben olvidarse de incluir en la declaración de la renta los seguros médicos, como el seguro de Salud, el de Baja Laboral, el de Enfermedades Graves, por ejemplo, ya que todos ellos desgravan si los suscriben como alternativa al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
Son deducibles el importe satisfecho de primas de seguro de salud o enfermedad para su propia cobertura y la de su cónyuge e hijos menores de veinticinco años que convivan con él, con un límite de 500 euros por persona.
Además, los seguros de salud que el autónomo contrate para sus empleados también son deducibles.
Igualmente podrán deducirse gastos de todos los seguros que tengan contratados para el desarrollo de su actividad como pueden ser el seguro de Responsabilidad Civil sobre la actividad profesional, el de Robo o el de Protección de Mercancías, entre otros.
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