El boom tecnológico ha puesto a los semiconductores en el centro de la carrera geopolítica del siglo XXI. Salvando las distancias, si el carbón fue el combustible de la primera Revolución Industrial, los semiconductores son los propulsores de la revolución tecnológica actual. Los avances en este sector aumentan la productividad en el resto de la economía. Lo mismo ocurre con las aplicaciones militares: todo ejército moderno necesita chips para seguir desarrollándose. Y el valor estratégico de estos componentes aumenta a medida que sus usos crecen en variedad y sofisticación.
China se encuentra en una posición vulnerable en esta carrera: es el mayor consumidor mundial de chips, gasta más en ellos que en petróleo, pero no produce todos los que necesita. Los semiconductores son el cuello de botella de los planes chinos para convertirse en una potencia tecnológica. Sin ellos, el Gigante Asiático no podría fabricar muchos productos electrónicos, especialmente los más sofisticados. Consciente de esta debilidad, Estados Unidos está presionando para ralentizar el desarrollo de las capacidades tecnológicas chinas tanto en sus aplicaciones comerciales como militares.
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaLos semiconductores, el talón de Aquiles del desarrollo tecnológico chino fue publicado en El Orden Mundial - EOM.